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jueves, 14 de enero de 2016

Entrevista a Leandro Pinto - Entrevista de Jorge Herrero



Hoy tenemos una entrevista a un joven autor argentino afincado desde hace años en Canarias, este autor es Leandro Pinto, escritor que ya cuenta en su haber cinco novelas, Orlando Brown (2010), Remanso de Paz (2011), Veneno de Escorpión (2012), Consejera Nocturna (2013) y Pandemonio (2014) con la que está cosechando bastante éxito entre el público y la crítica. Coincidiendo con esta entrevista, comentar que acaba de salir al mercado la segunda edición de Pandemonio, siendo su novela de más éxito.

Esperamos que a los seguidores de La Ventana Secreta 6, le guste esta entrevista y sientan curiosidad por conocer la obra de Leandro Pinto.

Antes que nada, agradecerte tu tiempo y atención al concedernos esta entrevista, Leandro, y darte la bienvenida a nuestro blog, La Ventana Secreta 6, para poder conocerte algo más y saber de tus novelas y próximos proyectos.

-Encantado de saludaros y de pasarme por aquí. Sigo vuestro blog desde hace tiempo.


¿Por qué eres escritor?
-Porque lo necesito para vivir. Así se simple. No concibo la existencia sin la escritura y en mi caso es un impulso tan animal, tan primario, que casi nunca me cuestiono por qué lo hago. Alguna que otra vez me ha rondado la pregunta por la cabeza. «¿Qué haces aquí, escribiendo tonterías? ¿Por qué estás aquí haciendo esto, y no en otra parte haciendo otra cosa?». La respuesta, entonces, surge a modo de pregunta casi violenta: «¿Pues por qué ha de ser, pedazo de animal?¡Déjate de preguntas sin sentido y sigue trabajando!». Suele ser bastante automático. Si se trata de buscar una respuesta algo más racional, algo más elaborada, diría que porque hay innumerables historias que no se han contado, y alguien tiene que contarlas; como he descubierto que pocas cosas hay tan divertidas como esta, me he puesto a hacerlo y pienso hacerlo mientras viva.

¿De dónde salió la idea para Pandemonio, tu última novela?
-Tengo un amigo, Nicolás, que es argentino como yo. Siempre que nos vemos comenzamos a recordar series de televisión que emitían en nuestro país, como si fuéramos dos ancianos exiliados de su patria desde hace decenios. Un día apareció con un planteamiento interesante: ¿y si un hombre que adopta un corazón ajeno mediante un transplante coronario recibiera un día la visita del diablo reclamando ese órgano, ya que le fue legalmente vendido por su propietario original?

El concepto estaba emparentado con el de una vieja serie argentina de los noventa, llamada El garante, de similar argumento. Me pareció una idea de partida alucinante. Le advertí que me la apropiaría sin remedio. No solo no le importó, sino que me animó a que le diera vida, a que me explayara sobre ella. Y a fe que lo hice. El planteamiento de partida sufrió muchísimas modificaciones y ramificaciones, se incorporaron multitud de personajes y situaciones que no constaban en el escueto argumento que mi amigo me ofreció, pero podríamos decir que fue él quien plantó la semilla inicial.
A partir de ahí, toda la historia encerrada en las páginas del libro. Como reconocimiento, le dediqué la novela; era lo menos que podía hacer por él. ¡Ah!, y está muy orgulloso del éxito que ha tenido «su» idea…

¿Podrías contar a los lectores cuál es tu manera de trabajar a la hora de hacer una novela?
-Lo cierto es que varía un poco de acuerdo a lo que esté escribiendo; no existe, por lo menos en mi forma de trabajar, una fórmula fija. Sí es cierto, no obstante, que en líneas generales he logrado establecer un patrón. Una idea surge; si es medianamente interesante va a parar a una libreta monumental en la que apunto todas las ideas en fase embrionaria, apenas unas palabras que me indiquen de qué va la cosa.
Suelen ser ideas que hibernan entre esas páginas durante mucho tiempo, hasta que un día las desarrollo y las convierto en novelas o relatos. Eso cuando las ideas poseen un interés inicial medio. En cambio, cuando son demasiado tentadoras, no suelo apuntarlas en absoluto; no existe el miedo a que se me borren de la mente porque tienen tanto peso que, desde que incuban en mi cerebro, no me dejan dormir y casi no me dejan respirar. Es entonces cuando me vuelco a escribirlas como un lunático. Este proceso roza muchas veces la enajenación, y me entrego a sesiones de escritura maratónicas y casi inhumanas, de tres mil o cuatro mil palabras al día. Suelen ser un puñado de semanas bastante frenéticas, en las que me invade una inquietud extraña.

La historia lanza alaridos y gritos chirriantes en mi mente porque clama por salir a la superficie y me entrego a la ceguera que me provoca esa necesidad de «extirparla», de «expulsarla» al mundo exterior. No me detengo demasiado a investigar; y vuelvo atrás tan solo para corroborar algunos nombres, lugares y fechas; se trata simplemente de vomitar la historia sobre el papel. Una vez que la primera redacción está terminada, respiro y me relajo un poco. Las voces en mi cabeza han dejado de berrear y me siento en paz conmigo mismo. El manuscrito —que suele estar plagado de incongruencias— va a parar a un cajón, de donde lo extraigo algún tiempo más tarde. 
Por lo general dejo pasar un par de meses, tiempo que empleo en trabajar en algo más corto, una corrección o algunos relatos. Entonces lo saco del cajón, lo leo de cabo a rabo y tomo nota de muchas cosas: del argumento, del carácter de los personajes; trazo una línea narrativa más clara; elaboro una sinopsis detallada; redacto una cronología precisa; investigo lo que haga falta; recabo el material necesario. Sobre todo, me pregunto de qué va el libro, qué historia intento contar y cómo quiero contarla, qué estilo utilizaré, qué clase de vocabulario he de emplear, etcétera. Una vez hechas todas estas tareas, escribo el título en una página en blanco y redacto la novela desde cero, desde el principio.
Esta vez con mucha más sangre fría que durante la primera redacción, claro. Es mucho más fácil hacerlo sin todas esas voces taladrándome el cerebro. Entonces sí que me esfuerzo porque no haya incongruencias ni fallos técnicos y porque cada cosa esté en su lugar. Teniendo como base el primer manuscrito, y combinando la historia ya escrita con toda la información que he conseguido y los apuntes que he tomado, nace así la segunda redacción, que en la mayoría de los casos suele ser definitiva. Ahora solo queda corregir y revisar el segundo manuscrito hasta la saciedad, entre doce y quince veces, antes de entregarlo al editor.

¿Cuál de tus novelas te ha planteado más dificultades a la hora de escribirla? 
-Veneno de escorpión,  sin duda. Fue la más complicada, la más compleja y la que más trabajo me reportó. Fue por muchos motivos: por un lado, la antipatía que me despertaba la historia en un principio. Por otro, la resolución, que no acababa de vislumbrarla entre el laberinto de telarañas y misterios que yo mismo había tejido. Y, finalmente, porque la confección de la estructura me dio más problemas de los que había esperado, y el proceso que describí en la respuesta anterior tuve que llevarlo a cabo hasta cuatro veces, redactar la novela en cuatro ocasiones distintas.

La implicación con el personaje principal fue absoluta y durante muchos pasajes llegué a sentir una especie de parentesco realmente temible, casi hasta el punto de espantarme con las mismas sombras que atemorizan al protagonista durante toda la novela. Pero estoy muy contento con el resultado. Es mi novela más especial, y la primera que realmente pegó en el público. Siempre quedará en mi recuerdo todo el proceso porque terminó siendo el paradigma de lo que para mí representa el oficio de escritor: ni más ni menos que el de una persona que se arroja en mares ignotos e incontrolables, donde casi nada termina saliendo según lo planeado y donde estás a merced de unas fuerzas intangibles que nunca estará en tus manos poder fiscalizar.


¿Cómo te suelen surgir las ideas para tus historias?
-Casi se puede extraer una historia de cualquier parte si uno tiende a ejercitar mucho la imaginación, como es mi caso. De una reunión familiar, de una anécdota laboral, de un encuentro con amigos, de una caminata fortuita por una carretera desolada, de las múltiples lecturas en las que uno se sumerge a diario. Pero sobre todo de los sueños. Yo he encontrado muchísimos embriones de historias en las aventuras de mi subconsciente. Suelo tener la típica libreta para apuntar esos retazos cuando me despierto a mitad de la noche, o por la mañana, si los recuerdo.
Lo que ocurre también es que cuando te dedicas al terror y a la fantasía, incorporas como una especie de filtro especial en alguna parte de tu cerebro, el cual metamorfosea cualquier incidente más o menos banal de la vida cotidiana en un misterio por resolver o en una situación de partida hacia un desenlace que pueda acercarse a lo espeluznante. Resulta muy divertido, y además se vuelve un proceso casi automático con el correr de los años.

¿Con qué género te sientes más cómodo a la hora de escribir, y por qué?
-El terror es lo mío, eso está claro. A menudo experimento con otros géneros, siempre dentro de los oscuro y lo siniestro, aunque sin ser esencialmente historias de terror. Me gusta practicar cualquier tipo de literatura, pero es evidente que cuando buceo en el horror —en cualquiera de sus ramas— me siento muy cómodo, como si pisara terreno conocido. Me encanta enfrentarme a lo inexplorado y a lo imposible, y poner a prueba la capacidad de imaginación de los lectores y su umbral de tolerancia ante el horror. El mío suele ser bastante alto, así que intento concentrarme en transmitir esos sentimientos a través de mis novelas.

Siento que quienes nos inclinamos hacia estas temáticas —tanto en nuestra faceta de autores como de lectores— contamos con el privilegio de lo impredecible, del descubrimiento de esa garra monstruosa y letal oculta tras cada recodo, tras cada vuelta de página. Cuando un libro de terror está bien escrito y la historia tiene peso, te sudan las manos, y esa es una de las mejores experiencias que se pueden tener ante un libro. El porqué de mi inclinación por este género resulta, creo, bastante obvio: es apasionante desde todo punto de vista, y amplísimo por las posibilidades que ofrece en cuando resoluciones, planteamientos, obsesiones de los personajes, comportamiento de los entes y muchas cosas más. 
También entiendo que se debe a que es el género que más suelo leer, desde sus orígenes en el gótico hasta nuestros días. Me considero no solo un lector afanoso de terror, sino un estudioso del género; siempre me ha gustado desgranarlo y analizar su evolución, las innovaciones que han ido incorporando los distintos autores y, cómo no, también intentar aportar mi granito de arena a la inconmensurable pirámide de lo truculento.

¿Qué piensas del actual estado del panorama literario español?
-Me resulta curioso, un poco ambivalente. Combina gente muy talentosa con mucha producción surgida de ámbitos que no tienen nada que ver con la literatura —presentadores de televisión, actores, futbolistas, etcétera—. Tiene uno la sensación de que escribir se ha puesto de moda y que es una parcela que cualquier personaje público debe cubrir. Ojo: no estoy diciendo que estos libros sean malos —no puedo afirmarlo porque no los he leído, y nunca podré afirmarlo o desmentirlo porque nunca los leeré— pero es cierto que se percibe cierta «invasión», por llamarla de alguna manera. 
También hay sorpresas muy agradables, autores de verdadera enjundia que poco a poco están labrando un terreno más que provechoso —preferiría no nombrar a ninguno, porque me dejaría fuera al resto—. Creo que hay un poco de todo; se trata simplemente de filtrar no lo bueno de lo malo, ya que no existen parámetros para determinar semejante filtro, sino lo que a uno puede gustarle de lo que no.

¿Qué clásico te habría gustado escribir? ¿Por qué?
-Drácula, sin ninguna duda. Es un libro que no me canso de leer. Y aclaro que no lo considero un libro perfecto, pero justamente me gustaría haberlo escrito para solventar esos pequeños fallos que le veo —tengo escritos un par de «finales alternativos» y algún que otro pasaje que incluiría en «mi» versión—. ¿Por qué elijo Drácula? Pues porque es la madre de todas las novelas de terror y, en mi opinión, la piedra angular de todo el género. No digo que sea la mejor, pero sí la más importante novela de terror jamás escrita.
Publicada en un momento clave —1897—, establece el equilibrio perfecto entre el gótico clásico y el terror moderno, mantiene una prodigiosa mesura entre estas dos escuelas, y es una novela profunda y escalofriante. Además, es pionera en el uso de diarios, cartas, recortes de periódicos y crónicas manuscritas como método único de narración, y tipifica de forma definitiva la figura del vampiro, ente esencial en la historia del terror literario. ¿Se le puede pedir más? Sí, me encantaría haberla escrito, aunque eso me supusiera llevar ciento tres años bajo tierra, como Bram Stoker.

Si hicieran una película de Pandemonio ¿Tienes a algún actor, actriz en mente?
-La verdad es que tengo el casting más o menos claro. Robert Duvall está un poco anciano ya, pero el Duvall de hace diez o quince años sería ideal para hacer de «Pichi» Castillo. Gregorio Salas lo interpretaría Steve Buscemi, es clavado a como lo imaginé mientras lo describía. Christian Slater de jovencito me vale para hacer de Diego Agustín Delgado, es decir, Merlín en su forma terrenal primigenia o mientras se pasea por los corredores de Pandemonio. 

¿Quién más? Kathy Bates haría una estupenda Mamá, sin duda ¿Liberman? Ese lo haría Dan Aykroyd, por ejemplo. Y Demi Moore con gafas haría de Antígona, quedaría muy sexy. Con el Pirata me gustaría hacer un cameo, alguien que no es actor pero a quien le va el personaje como un guante: Rob Halford, el cantante de Judas Priest —el papel no tiene muchas complicaciones; solo tendría que repartir unos cuantos mamporros, y Halford estaría encantado de hacerlo—. El Rata se lo dejo a Nathaniel Brown, que tiene mucha mala leche y se parece bastante. Me olvido de alguien importante ¿no? Sí: Tempestad. Vamos a por todas: que lo haga Clint. ¿El director de la peli?: Quentin Tarantino, claro —la duda ofende—.


¿Tienes algún nuevo proyecto en mente?
-Muchos. Tal vez demasiados como para sobrevivir a todos ellos. Pergeño varias cosas. Lo primero: hacer llegar Pandemonio a todos los lectores posibles; ese es el desafío para estas Navidades. La segunda edición ya está en las calles y me consta que el entusiasmo por la novela sigue muy vivo. De aquí a unos meses espero por fin ver publicada mi colección de relatos, Un puñado de sombras, un sueño que tengo desde hace tiempo: una propia antología de relatos, un compendio de lo que he estado escribiendo todos estos años entre novela y novela. 
El manuscrito está terminado y solo estamos… bueno, esperando el momento propicio para lanzarlo al mercado. También preparo un díptico sobre la demencia, dos noveletas de terror ambientadas en sendos centros psiquiátricos. Acabo de terminar una novela sobre unas criaturas caníbales que asolan un pueblo rural, y que puede que se convierta en la primera parte de una saga. Tengo un boceto bastante avanzado sobre una novela de vampiros de envergadura, un trabajo serio.
La segunda parte de Pandemonio me ronda por la cabeza y seguramente le daré forma en algún momento. Más relatos. Un ensayo sobre Lovecraft. Una historia acerca de un cementerio inmemorial que conecta mediante catacumbas con una casa ancestral —embrujada, desde luego—. Un par de cosas más. Demasiadas como para sobrevivir a todas ellas…

¿Sobre qué género no has escrito y te gustaría probar?
-Ciencia ficción. Siempre me atrajo, tanto a nivel literario como cinematográfico. Entiendo que todavía no puedo aventurarme en semejantes aventuras porque aún me falta mucho bagaje, tendría que leer muchos más libros de los que ya he leído, pero es cierto que el género me atrae, lo veo agazapado tras una especie de cortina misteriosa que me gustaría descorrer un día. Ya he hecho alguna cosa; un par de relatos, nada más; es un género en donde la imaginación puede volar hasta límites insospechados y que te permite, al igual que el terror y la fantasía, jugar con innumerables posibilidades.
Y después de esta extensa entrevista, solo queda despedirnos y darte las gracias de nuevo. ¿Quieres decir unas últimas palabras para los seguidores del blog?
-Fue un verdadero placer pasarme por aquí y formar parte del contenido de este blog de referencia. Siempre es un honor ser tenido en cuenta por personas que difunden la literatura de una forma tan constructiva y edificante. Gracias por invitarme; fue una gozada.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Entrevista a Salva Herrero por Jorge Herrero


En esta ocasión contamos en La Ventana Secreta 6 con una entrevista a un joven autor del que recientemente hemos reseñado su primera novela, Eldun: La plegaria vacía, y que nos contará como ha sido la experiencia de publicar por primera vez. A continuación, una pequeña biografía de Salvador Herrero.
Nació en Madrid en 1984. Obtuvo su licenciatura de Ingeniería Informática en la Universidad Rey Juan Carlos y su máster de Diseño y Programación de Videojuegos en la Escuela Digital Trazos. Ha viajado y conocido diversas culturas. Ha vivido en Madrid, en Helsinki, y actualmente en Viena. Habla español, inglés, finés y alemán. Durante un corto periodo de tiempo de un año y medio actuó en pequeñas obras de teatro. Fue entonces cuando se enamoró del más apasionante de los lenguajes: el de las emociones. Emociones que ahora disfruta imprimiendo con delicadeza en cada línea que escribe.

-¿Por qué eres escritor?
Soy escritor porque me apasiona ver, leer y escuchar historias trepidantes. Y de vez en cuando, también imagino historias trepidantes. Son éstas, dentro de mi cabeza, las que me impulsan a sentarme delante del ordenador, me incitan a escribirlas para así poder compartirlas con aquellos a los que también les apasiona verlas, leerlas y escucharlas.
-¿Cuánto tiempo te ha llevado el escribir esta novela?
Me ha llevado aproximadamente cuatro años. No completos, porque sólo puedo escribir en mis ratos libres fuera del trabajo. Necesité uno de éstos para definir y completar la historia de la trilogía de Eldun. Y los tres restantes me sirvieron para escribir la primera parte.
-¿Por qué has escogido la fantasía como género para tu libro?
Creo que principalmente porque tengo mucha imaginación. Me encanta imaginar mundos distintos repletos de magia y aventuras. Pero también porque creo que existen historias impresionantes de otros géneros. De esas que te dejan boquiabierto al desvelarse su final. Sin embargo, aún no he podido disfrutar de un final de fantasía de esa manera. Y creo que es exactamente eso lo que busco con la trilogía completa de Eldun, dejar al lector completamente anonadado con un género que hasta ahora considero muy lineal y predecible.
-¿De cuántos libros se compondrá esta saga?
Quiero completarla en tres libros. Y ahora que las bases de la trilogía están sentadas en la primera parte, la segunda y la tercera estarán rebosantes de acción y sorpresas. Hasta llegar a un final del segundo y tercer libro, con los cuales intentaré dejar al lector verdaderamente boquiabierto.
-¿Cuál es tu mayor sueño como escritor?
He tenido esta imagen en mi mente numerosas veces. Pero de momento sólo se trata de un deseo. Mi mayor sueño como escritor es sentarme un día en un tranvía o un autobús y ver que frente a mi hay una persona completamente intrigada mientras lee uno de mis libros. Entonces bajaré la mirada, me centraré en mis pensamientos, pero no podré evitar mostrar una gran sonrisa. Porque ese día será el más feliz de mi vida.
-En un mundo tan difícil como es el de la escritura ¿Cuánto tiempo te ha llevado el poder publicar tu primera novela, y por qué la autoedición?
Primeramente, debo decir que incluso yo estoy completamente sorprendido y desbordado por la velocidad con la que todo este proceso ha avanzado. Terminé de escribir la novela de Eldun – La Plegaria Vacía a principios de Mayo de 2015. Inmediatamente la registré en la propiedad intelectual y la difundí por diversas editoriales. A finales de ese mismo mes fue la editorial actual la que contactó conmigo, expresándome su agrado por la novela y su interés en editarla y publicarla. Así es que tomé la decisión de comenzar con ellos.
He de añadir que también me informé en profundidad de cómo contactar con grandes editoriales para sugerirles la publicación de mi manuscrito. Mi impresión final es que actualmente, no es posible conseguir algo parecido a menos que ya seas famoso o tengas renombre. Lo cual no tiene ningún sentido para escritores que comienzan y sueñan con compartir sus historias con muchos lectores. Pienso que la autoedición es el único recurso en los tiempos que corren para que gente no conocida pueda ver su inmenso esfuerzo como escritores recompensado algún día.
-¿A qué clase de público esperas llegar con Eldun, La plegaria vacía, a que franjas de edad está especialmente enfocada la novela?
“Eldun – La Plegaria Vacía” está dirigida a aquellos que disfrutaban de la fantasía de jóvenes, pero que ahora necesitan algo mucho más profundo y elaborado que simples príncipes o princesas cumpliendo su destino para salvar el mundo.
También está dirigida a aquellos a los que les encanta sumergirse en mundos repletos de magia y misterio, rebosantes de acción, secretos, asesinos, hechiceros, guerreros divinos, organizaciones secretas, piratas, dragones, muchísima luz y a la vez una tremenda oscuridad.
Es difícil estimar una franja de edad para esta trilogía. Pero debido a que este estilo de fantasía épica es mucho más oscuro que el habitual, yo diría que edades a partir de los 15-16 años.
-De todo el trabajo que supone escribir una novela, y más si es de casi 800 páginas como es este libro ¿Qué es lo que más esfuerzo te ha costado, los personajes, el mundo donde está ambientado, la trama?
Definir el mundo ha sido definitivamente lo más fácil. Surgió a partir de una idea básica y el resto fluyó por sí mismo. La trama ha sido muy complicada de elaborar. Pero no hubiera tenido ningún sentido sin estar comprendida por un sinfín de personajes con personalidades y motivaciones extremadamente complicadas. Sin duda alguna, el punto clave y más difícil para mi han sido siempre los personajes. Personajes que están ya tan definidos en mi mente, que cuando complete esta trilogía y quiera comenzar con otros proyectos, creo que me serán muy complicados de apartar y guardar en ese “cajón” o “archivador” de Eldun donde realmente pertenecen.
-¿Tienes pensado escribir sobre otros géneros, y si es así, sobre cuáles?
Sí. Tengo una idea apasionante que ronda por mi cabeza cuando estoy muy sobrecargado con la de fantasía de Eldun. Se trata de una historia “art noir” centrada en los casos de un detective privado que vive en la época actual (probablemente en Viena o Nueva York), pero en un mundo paralelo extremadamente influido por la tendencia Steampunk. Tengo las bases de su primer libro y su primer caso muy bien definidas. Pero me he propuesto ser fiel a la trilogía de Eldun y concluirla primero.
-¿Qué es lo mejor que te ha pasado hasta ahora desde la publicación de tu primera novela?
Escuchar y leer las opiniones del mundo de Eldun y sus personajes de parte de personas que anteriormente desconocía por completo. Mi intención desde el principio ha sido siempre querer compartir esta historia. Y leer y escuchar a otras personas hablando de ella o sus personajes, tanto si son cosas buenas como malas, hace que mi corazón lata más rápido y mis labios dibujen una cálida sonrisa.
Muchas gracias por tu visita a nuestra Ventana Secreta 6. Te deseamos mucho éxito en tu carrera tanto profesional como personal.


lunes, 26 de enero de 2015

Entrevista a Montiel de Arnaiz por Sergio Fernández




Hoy en La Ventana Secreta 6  de la mano de Segio Fernandez entrevistamos al escritor Montiel de Arnáiz. Es un placer tenerlo con nosotros y sobretodo ver con que sinceridad ha respondido a todas las preguntas que ha realizado nuestro compañero. Esperamos que la disfrutéis tanto como nosotros.


(VS6)-¿Por qué eres escritor?
(MA)-Hoy día escritor es todo aquél que lo pone en su cuenta de Twitter. En realidad, escritor es todo el que escribe, y yo lo hago. Soy escritor por varias razones, como todos. Todo amante de la lectura en algún momento decide lanzarse a la piscina y escribir algo pero a mí me viene desde mucho antes. Mi padre es escritor y supongo que, aparte de la genética, me he acostumbrado a lo que veía en casa. Conservo un poema que hice a mi madre con cuatro o cinco años, una cosa tierna y típica sobre un toro que mira el reflejo de la luna en una fuente. Después gané un premio local con unos diez años y con veintipocos tenía ya hecha una novela e infinidad de relatos e incluso cómics, que yo mismo dibujaba. Lo cierto es que desde niño quise ser lo que soy: abogado, como Perry Mason y escritor, como mi padre; soy un tipo creativo que ha tenido que trabajar duro en lo que más le gusta.

(VS6)-¿Qué referencias son las de Montiel de Arnáiz a la hora de escribir?
(MA)-En el momento de sentarme a escribir normalmente no pienso “voy a escribir como tal o como cual” aunque sí lo he hecho en ocasiones, en que he imitado el estilo de algún escritor que me ha gustado, como en “Milagrosa Mañana”, de Bulerías Nazis, que jugué a escribir a lo García Márquez en Cien años de soledad o en “El Puente Zuazo” que aparece en Vampiralia, en donde remedé el estilo de Cormac McCarthy en Meridiano de Sangre. Por lo demás, hay gente del gremio como Daniel Lanza o Carmen Moreno que dicen que tengo “mi” forma de narrar, que poseo un estilo identificable, una marca, y eso es bueno porque finalmente yo escribo como a mí me apetece, lo que me divierte leer, que no es sino la mezcolanza de muchísimos autores que me han gustado e influido, aunque fuera subrepticiamente. Si quieres te digo unos pocos, aparte de los arriba mencionados: Paul Auster, Richard Matheson, Pérez-Reverte, Pérez-Galdós, Conan Doyle, Nietzsche, Borges, Manganelli, Joyce o Carlos Fuentes. Luego están las influencias no literarias, derivadas de mi afición a los cómics y novelas gráficas (Byrne, Frank Miller, Hugo Pratt, Hergé, Gosciny & Uderzo, Foster o Kirkman) y al cine (Alfred Hitchcock, Spike Lee, Spielberg, Quentin Tarantino, Michael Mann, Brian de Palma, Martin Scorsese). Creo que se diluyen en mi manera de escribir.


 (VS6)-“Bulerías Nazis” es un compendio de relatos de tu autoría, con el que te das a conocer en el mundillo del genero ¿Cómo está funcionando?
(MA)-De maravilla. Que hoy día, en pleno auge del ebook y la novela-río un libro de relatos heterodoxos venda una primera edición de quinientos ejemplares es toda una satisfacción para mí. Es un libro de una editorial humilde aunque plenamente consolidada y puntera en Cádiz, Ediciones Mayi, con una edición de bella manufactura, una portada potentísima, y se ha vendido y presentado por toda España, desde la FNAC de Sevilla hasta en el templo de la literatura catalana, la librería Gigamesh.

(VS6)-¿Por qué tenemos que leer “Bulerías Nazis”?
(MA)-Porque ofrece garantía total de que alguna de sus historias va a gustaros, va a mover vuestras conciencias, os va a provocar sentimientos encontrados. Es un libro integrado por veintidós pequeñas novelas de estilos diferentes, con historias que enganchan una detrás de otra. En Bulerías Nazis hay de todo: historias costumbristas, de acción, fantásticas, de terror, eróticas, violentas, psicológicas y líricas. Muchos lectores me han dicho que se han ventilado Bulerías Nazis en una sentada puesto que, como cada relato es de estilo y temática diferente al anterior, evita el “efecto Murakami”: es decir, que al cuarto cuento te parezcan todos iguales.

(VS6)-Algunas de las historias que podemos encontrar en su interior están basadas en hechos reales, ¿puedes contarnos hasta qué punto es cierta esa afirmación?

(MA)-En un cierto sentido es así. El relato Bulerías Nazis, que da título al libro, trata de una historia real que ocurrió en la Venta de Vargas de San Fernando, donde empezó Camarón de la Isla con sus primeros cantos. Es un lugar mágico que Montero Glez, uno de los primeros espadas de su generación, ha utilizado como sede en su célebre novela “Pistola y cuchillo”. Pues eso, en plena Segunda Guerra Mundial, tras una batalla en el Océano Atlántico, una embarcación alemana atraca en el muelle de Cádiz para ser reparada en secreto. Un oficial de la kriegsmarine, aficionado al flamenco y la parranda, pertrecha una paquetera y se cuela en la Venta de Vargas con una cuadrilla de soldados nazis armados y de uniforme. Y allí se lía una gorda, gordísima. Enlazo la historia principal con otras que sucedieron allí, unas anécdotas magníficas, y con una situación real de la que me enteré hace unos diez años; que mi abuelo había realizado unos cursos en Berlín con el ejército alemán: top secret. Él era capitán de navío y al parecer perteneció a un selecto grupo de oficiales de la Armada que se integraron en la División Azul, dato que hasta ese momento no era conocido por los historiadores. Usé el recuerdo de mi abuelo para configurar un personaje noble y honrado, que también participa en el cuento.
Luego hay otros relatos que tienen pinceladas de mi vida, como “El asesinato de Christian Grey”, que fue una venganza privada que hice para mi esposa, una auténtica fan del puto personaje millonetis que es Grey, y sobre todo “La galleta María”, la mayor de las casualidades que pueden pasarle a alguien y que me ocurrió a mí hace veinte años en una noche de carnaval. Es tan increíble que la gente piensa que es mentira, por eso decidí llevarlo al papel: es una historia que os encantará.

(VS6)-¿Qué relato de los que la componen llevarías al cine?
(MA)-Sin duda Bulerías Nazis. De hecho he tenido dos ofrecimientos para preparar su guión y hacer un cortometraje, y lo estoy valorando. Es un relato que cuenta una historia que tiene todo lo necesario para el género cinematográfico: sexo, violencia, tensión y... nazis! Sólo fabular con unas Bulerías Nazis dirigidas por Tarantino a lo “Malditos Bastardos” me hace ensalivar. Hay otros relatos que también podrían convertirse en películas, como “El desertor”, situado en un plano post-apocalíptico tras una segunda guerra civil española (del que estoy preparando una segunda parte para una antología en preparación que va a dar que hablar) o “El Volumen XIII”, que trata de un grupo de espías, una especie de GAL, que la caga mientras custodian a un etarra, y las consecuencias que provocan sus actos. Otro cuento que perfectamente podría ser un cortometraje sería el favorito de So Blonde: “Los Manolo Blahnik”, una historia sobre una mujer caída en desgracia en un mundo dominado por los zombies.



(VS6)-“Bulerías Nazis” no entra dentro de un género concreto ya que tocas varias temáticas que no tienen que ver con lo paranormal, al menos de forma directa. ¿En qué género te sientes más cómodo escribiendo?

(MA)-Puede parecer que voy un poco sobrado, sin ser mi deseo, pero me siento cómodo en todos los géneros siempre que sean los que me gustan. He leído y escrito prácticamente de todo y eso te da una base, unos cimientos de los que partir a la hora de elaborar una construcción. En cuanto a las dimensiones del texto, lo cierto es que, quizás por mi otra faceta de articulista de opinión, me muevo bien en las short distances, en los relatos, microrrelatos y novelas cortas, pese a la dificultad que conllevan. Lo fácil es soltar la parrafada, acumular páginas y más páginas, pero la concreción es complicada y no está al alcance de todo el mundo. Me gusta escribir historias que provoquen reacciones, describir situaciones límite, poner a los personajes en situaciones en las que la toma de decisiones sea de blanco o negro, y eso se puede hacer en muchos ámbitos, no es necesario encerrarlos en un supermercado y rodearlos de muertos vivientes. Cualquier lugar cotidiano te ofrece un ramillete de situaciones que puede trasladarse a un libro, sólo hay que observar, estar atento.

(VS6)-También has coordinado, junto a Daniel Lanza, la antología “Vampiralia”, que por cierto ha resultado nominada a la segunda edición de los premios “Ultratumba”, y aprovechamos para felicitaros por ello. ¿Cómo ha sido el proceso de coordinación y selección?
(MA)-Vampiralia parte de otra antología en la que Dani y yo participamos, titulada “13 Puñaladas”, en la que trece autores gaditanos ofrecíamos nuestras particulares visiones de historias de terror. Aunque mi querida Rosario Troncoso, la editora, lo niegue, el título fue invención mía. Es un libro magnífico con relatos de algunos de los mejores escritores españoles gaditanos del género como Rafael Marín o Jesús Cañadas y aunque fue un éxito en ventas la cosa acabó regular. Sin embargo, hizo que a Lanza y a mí nos picara el gusanillo de hacer otra antología, a nuestra manera, y así nació Vampiralia. Durante un tiempo estuvimos fantaseando con crear una editorial y hasta le habíamos puesto un nombre: “Mierdalia”, pero nuestras propias ocupaciones laborales nos lo hacían difícil. A primeros de enero de 2014 estaba comprando la cena en un freidor de pescaíto frito, a la salida del trabajo, aburrido total, cuando decidí que había que hacer Vampiralia y además había que hacerla ya. Llamé a Lanza al móvil de su novia (él no tiene, o dice que no tiene...) y le comenté que teníamos que ponernos manos a la obra. Mientras yo terminaba de comprar los papelones de bienmesabe  y las puntillitas, Dani montó el grupo de facebook de Vampiralia e invitó a varios de sus contactos. Cuando llegué a casa yo hice lo mismo y en pocas horas teníamos casi cincuenta autores en la iniciativa, por lo que tuvimos que cerrar el acceso. Luego, por unas cosas y por otras nos quedamos con una treintena, que son los que aparecen en el libro. Allí nos encontramos con Jandro Revert, que preparó una portada mayúscula (una sexy vampiresa), Aniel Dominic, que hizo la maquetación, y varias personas que ayudaron con las correcciones de los textos. Creo que fuimos bastante profesionales en la realización de Vampiralia. Tuvimos dos editoriales muy interesadas en sacarla a la venta, seleccionando 15 o 20 de los relatos y el resto como extra en ebook, pero al final, desgraciadamente, no pudo ser.

(VS6)-Subisteis la antología en la plataforma digital “Lektu” de manera gratuita. ¿Qué acogida está teniendo?
(MA)-Pues una acogida fantástica. Después de que la segunda editorial dijese que renunciaba al proyecto volvimos a la idea general, que era preparar Vampiralia para descarga gratuita en un portal especializado. Se manejaron varias opciones pero tras conocer a Alberto (Zeta) en Barcelona en la presentación de “Zombifícalo” en la librería Gigamesh y hablarme de las opciones de Lektu, decidimos que era buena idea apostar por ellos. Aunque el libro es gratuito y los participantes no cobramos nada nos obligamos a firmar contratos de cesión editorial no exclusiva, y yo como coordinador rubriqué el contrato de distribución con Lektu e incluso hice el depósito legal. En cuanto Vampiralia apareció en la plataforma de descarga, tanto para epub como para mobi, se puso en el número uno de Tendencias de Lektu y de Descargas gratuitas... y ahí sigue, varios meses después, cada vez con más seguidores vampíricos, lo que sin duda ha servido para que Vampiralia haya sido nominada a los II Premios Ultratumba a la Mejor Antología de 2014. Para todos los integrantes ha sido toda una sorpresa y una alegría. Lo cierto es que es una obra con muchísima calidad y horas de trabajo desinteresado detrás.

(VS6)-No hace mucho que habéis organizado una “presentación Fake” en San Fernando, tu ciudad natal, en la cual habéis regalado ejemplares físicos a todos los asistentes. ¿Cómo es eso de regalar libros?
(MA)-Es lo más bonito. Una señora mayor se acercó a pedirme un ejemplar y cuando se lo di me confesó que la había hecho feliz. Era un día tormentoso, con un viento huracanado, y encima jugaba el Real Madrid a la misma hora; aún así el local se llenó con más de cincuenta personas. La señora llegó tarde y se llevó el último ejemplar que quedaba para regalar. Casi llora ella. Y yo. Lo de los ejemplares físicos fue un auto-homenaje que decidimos darnos los participantes, como la propia presentación “fake”, pues no se iban a vender libros. Vampiralia había quedado tan bonito y habíamos pasado por tantas cosas que decidimos contactar con una imprenta para hacernos una copia privada de recuerdo. Gracias a Cristina Caviedes (Editorial Universo) localizamos una en Madrid que nos dio un precio impresionante, con lo que no tuvimos excusa. Luego, pensamos, ¿y si hacemos más para regalar a los amigos, a críticos, a reseñadores? Al final cada autor encargó los que quiso y hay una edición limitada de 225 ejemplares dando vueltas por toda España... y pronto llegarán a México (Lex Morales) y Argentina (Esteban Di Lorenzo), dos autores que también han participado. Ha sido una experiencia preciosa culminada con esta nominación inesperada, pero el libro, Vampiralia, realmente lo merece porque es una antología de gran calidad, lo que ha hecho que mucha gente se preguntara por qué no se había puesto a la venta por una editorial (se aceptan ofertas, jajaja).


 (VS6)-¿Qué opinas de la autopublicación y que cosas buenas y malas tiene en comparación con la edición tradicional?
(MA)- Creo que uno tiene que saber encontrar una salida por la ventana cuando le cierran una puerta. Últimamente están proliferando antologías que, una vez hechas y cerradas, se ofrecen a editoriales. Es una manera de ser más atractivo como producto, se ahorra trabajo. A mí me parece perfecto que cualquiera que tenga una obra la autoedite, no soy yo quién para hablar de calidades o merecimientos. Ahora bien, es importante también ser autocrítico y tratar de presentar un trabajo final de calidad en todos los aspectos. La autopublicación, como Vampiralia, tiene ventajas e inconvenientes, que puede que sean incluso las mismas: para muchas cuestiones hay decisiones asamblearias. A veces resulta necesario alguien que tire por la calle de en medio y tenga la última palabra, y eso puede provocar luchas de egos, resquemores. Lo importante es ir de cara y hablar con cortesía pero sinceramente. Las editoriales tienen un grave problema que es general en el sector: la gente no quiere asumir el precio de las cosas, quiere pagar menos o no pagar, directamente. Eso afecta a las librerías, a las distribuidoras y a todos los agentes externos. Un cantante puede ganar dinero con sus actuaciones en directo, sus bolos, etc., pero un escritor no puede hacer una lectura de texto cobrando porque se ríen en su cara. En ocasiones he visto presentaciones de libros donde hemos estado yo, el autor y una señora despistada que se sentó por casualidad. Habría que estudiar bien la problemática del mundo literario y editorial porque las editoriales tienen necesidad de vender y los escritores de publicar, pero no puede usarse siempre la ley del embudo. Tiene que haber un punto intermedio, y cuando no lo hay, la solución es la autopublicación.

(VS6)-¿Qué nos encontraremos de cara al 2015? ¿Qué anda maquinando Montiel de Arnáiz?
(MA)- Un montón de cosas. En unos meses espero que salga a la venta “Demonalia”, de la Editorial Universo, una antología de relatos de demonios con un fin benéfico como es recaudar fondos para la asociación gaditana “Paso a paso con Carlitos”. Era un proyecto que estaba a medias y que, por extrañas circunstancias, decidí continuar yo como coordinador. Hay grandísimos relatos ahí dentro, con gente que va a llamar la atención, como Israel Alonso. Luego estoy coordinando otra antología que tiene por nombre provisional “Supermalia” (como véis, me como mucho el coco con los títulos...) que tratará de historias de superhéroes y/o supervillanos, con total libertad creativa para los autores (escritores e ilustradores), como a  mí me gusta que se haga. Estamos en proceso de creación y luego vendrán las selecciones, pero nos encontramos unas ideas magníficas y mucha motivación.
Aparte de eso una editorial de nuevo cuño ha mostrado interés por un nuevo libro de relatos que tengo terminado y estoy hablándolo con ella, así que quizás en octubre haya novedades. Seguiré participando en antologías y en las revistas literarias en las que acostumbro y, al mismo tiempo, le estoy dando caña a la novela que quiero terminar en 2015, en la que aparecerá un extraño carnet de Franco en las Juventudes Comunistas... Dará que hablar, jejeje.

(VS6)-La literatura zombi sin duda ha dado un empujón a todos los demás géneros “de terror”, ayudando a consolidar un poco la escena de la literatura de terror patria e incluso en Bulerías tienes algunos relatos en los que los muertos vivientes hacen su aparición. ¿Qué piensas de dicha literatura? Hay mucha gente que afirma que es un género en decadencia…
(MA)-Yo creo que el mercado fluctúa por modas. Antes de los zombies reinaron los vampiros (Crepúsculo, Crónicas Vampíricas, etc) y luego lo hicieron las historias de fantasía épica (Juego de Tronos). A saber qué habrá luego. Lo cierto es que es la teoría del eterno retorno: volverán a ponerse de moda. Ahora bien, eso no tiene nada que ver con la decadencia. Pueden seguir haciéndose novelas de calidad formal, estilística y argumental. El problema es vivir siempre dentro de lugares comunes, insistir en historias trilladas, en reiterar lo ya leído: eso fallará. Hay obras que no envejecen como “Soy Leyenda” o “Salem´s Lot” aunque el género vampírico está trillado. Ejemplo del trabajo bien hecho es “Diástole”, de Emilio Bueso: una historia de tópicos irreales; una novela con calidad muy superior a la mayoría de las obras de género que aparecen. Otras buenas historias son “El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas”, de Darío Vilas, contada de un modo absorbente; “Gente Muerta”, de J.G. Mesa, que da un revisited al género fantasmagórico o “Y pese a todo...” de Juande Garduño, que hace una historia que hemos visto y leído mil veces de un modo personal y propio, haciéndola interesante y no repetitiva.

(VS6)-¿Qué opinas de las redes sociales? Facebook y Twitter pueden ser armas de doble filo…
(MA)- Me parecen una importantísima forma de marketing gratuito y un medio fundamental de relacionarse social y profesionalmente. El que no esté ahí pierde la mitad de sus balas, lo que es especialmente grave en un mercado tan saturado como es el de los escritores (y más aún, los de género). A mí me hacen gracia los trolls y, de hecho, como iconoclasta provocador que soy, no me parecen mal. Cuando hay alguien que te dice su opinión sincera aunque no te guste está siendo sincero. El problema es el mierdecilla que desde la atalaya de su anonimato o de la distancia que propone una red social decide que joderte la vida va a ser “su” forma de vida. Sin embargo, eso tiene rápidas formas de solución (sin recurrir a la violencia en ninguno de sus tipos). El otro día Tony Jiménez decía que alguien que no lo soportaba le había mandado una solicitud de amistad por facebook y él la había rechazado. Así se evitan problemas, Facebook no tiene que ser un concurso de quién tiene más seguidores, sino una red selectiva. Tony hizo bien, aunque quizás podría haber preguntado por privado al fulano por sus razones. Hay que utilizar el perdón cristiano, Tony... En las redes sociales uso mucho aquello de que “no ofende quien quiere, sino quien puede”. Con tal de que el troll no traspase mi coraza, no hay problema. Y si lo hace, el problema lo tiene el troll. Jurídicamente hablando, claro...

(VS6)-También eres un gran aficionado a los comics. ¿DC o Marvel?

martes, 20 de enero de 2015

Entrevista a Pablo García Naranjo




Hoy en La Ventana Secreta 6 tenemos el placer de entrevistar al autor de la nueva novela de la colección Monster Unleashed “Laguna Negra”. Pablo García Naranjo nos hablará de su nueva obra y de otros muchos temas. Bienvenido.


(VS6)- ¿Por qué eres escritor?

(PG)- En primer lugar gracias por prestarme tu rincón durante un ratito. Bien, “¿por qué eres escritor?” La verdad es que no me considero escritor. Escribo y tengo la suerte de haber publicado pero  para mí el concepto de escritor conlleva profesionalidad, dedicación exclusiva. No es mi caso.



(VS6)-¿Cuáles son tus géneros preferidos tanto para escribir como para leer?

(PG)- Me gusta el género negro, la ciencia ficción y el terror. Me crié en una casa donde tuve la libertad de tener a mi disposición libros de todo tipo. Desde obras clásicas hasta best sellers de los setenta y ochenta. He leído de todo, desde obras cumbre hasta libros que no merecían haberse editado. Al final, soy de los que piensan que el estilo está por encima del fondo, pero es importante que el tema, en principio, sea atractivo.


(VS6)-¿Qué escritores tienes como referencia?

(PG)- Pues depende. Tal vez, si me paro a recordar, el primer autor que me llamó verdaderamente la atención fue Gonzalo Torrente Ballester con “Los gozos y las sombras” y su forma de retratar sus personajes.  Fue la primera vez que detecté una profundidad en la narración que no había visto jamás. Siempre tengo en mente a Raymond Chandler y su uso de los diálogos, Cormac McCarthy, y muchos más que me dejo en el tintero. Además, como aficionado al cómic no puedo olvidar a grandes como Warren Ellis, Jason Aaron o Alan Moore. Vamos, un buen gazpacho.


(VS6)- ¿Qué tres obras tenemos que leer sí o sí, y que tres obras no deberíamos leer nunca?

(PG)- Jajajajajajaja. No me veo capaz de recomendar nada en ningún sentido. Prefiero que cada uno encuentre por sí mismo sus tesoros o sus errores.


(VS6)- Hablemos de tu nueva novela “Laguna Negra”. ¿Cómo surgió esta idea?

(PG)- Surgió al conocer la existencia de la línea Monster Unleashed. Me pareció alucinante en todos sus sentidos: el hecho de aunar monstruos clásicos dentro de un ambiente de exploit. Por encima de otros monstruos más conocidos escogí al viejo Gill Man, del que soy un enamorado desde que lo vi acechar en blanco y negro a una piernilarga chica en “La mujer y el monstruo” y ser uno de las mejores criaturas de “Una pandilla alucinante”.  Imaginar la historia fue muy fácil porque sólo tuve que condensar todo lo que yo querría, como aficionado, leer en este tipo de novela. Aunar cómic, serie B y cultura pop. Casi nada.


(VS6)- ¿Te ofreciste tu para publicar con el nuevo sello de la editorial Tyrannosaurusbooks o fueron ellos los que te pidieron una historia?

(PG)- Le eché cara aprovechando que ya me conocían de la antología Epic. Les mandé un tratamiento del argumento currado, compartimos varias ideas y me dieron el visto bueno. Fue un acto de fe hacia un autor desconocido que agradeceré toda la vida.


(VS6)- ¿Qué encontraremos en esta novela diferente de las otras que forman parte de MonsterUnleashed?

(PG)- En mi opinión es la novela que más se acerca a la época que quiere retratar la línea. Pósters antiguos, sesiones de cine doble, autocines, los primeros videoclubes, la Cannon…  La década de los setenta y ochenta y su manera de ver la industria de la pura evasión. Quise que se ambientara en ese tiempo que he vivido por edad. El tono que he querido dar es ese, y por lo que estoy viendo creo que he acertado.


(VS6)- Si Tyrannosaurus no hubiera aceptado esta novela, pero te hubiera dado la oportunidad de escribir otra ¿sobre qué monstruo lo hubieras hecho?

(PG)- El hombre lobo. El plan B era tratar sobre este personaje y llevarlo de paseo por el universo de las producciones postapocalípticas rollo Mad Max que abundaron a principios de los ochenta.


(VS6)- ¿Cómo es trabajar con Tyrannosaurus y sus editores?

(PG)-  Un gustazo. Con ellos he cultivado dos de las principales virtudes que debe tener alguien que está metido en este negocio: la paciencia y la capacidad de adaptación. El trato siempre ha sido cordial, transparente y cercano. El apoyo ha sido y es constante, con una confianza hacia la novela total. Inmejorable.


(VS6)- ¿Has quedado completamente satisfecho con la obra o si pudieras cambiarias cosas?

(PG)-  Siempre se pueden cambiar cosas, mejorarlas, matizarlas, modificarlas, revisionarlas… Si fuera así, la novela todavía estaría en mi ordenador. No. Estoy satisfecho porque he escrito Laguna Negra como si fuera el último tiro que me quedara en la recámara.


(VS6)- ¿Por qué tenemos que leer “Laguna Negra”?

(PG)- El que compre la novela encontrará justo lo que promete. Acción, monstruos, diálogos rápidos y una orgía de referencias a la cultura pop. La estupenda portada de Joe Day no engaña a nadie y el interior se ajusta a la imagen. Entiendo que estoy predicando a conversos.




(VS6)-¿Crees que esta innovación por parte de la editorial puede tener futuro más allá de las 4 publicaciones que hay ya en el mercado y una quinta que está en proceso?

(PG)- Ojalá. Es un logro que una línea tan específica haya llegado a su cuarto ejemplar. Eso es gracias al impulso editorial y el trabajo de los autores de los volúmenes anteriores: Miguel Ángel Naharro, Tony Jiménez y Luis Guallar.  Si sus novelas no hubieran calado en el lector nos me estarías haciendo esta entrevista.  ¿Futuro? Las ventas lo dirán. Es un proyecto único en el panorama editorial español y puede que haya más. No está en mi mano, pero me gustaría leer más novelas de la línea, sí.


(VS6)- También te hemos visto participar en diferentes antologías. ¿Qué te aporta escribir para este tipo de publicaciones diferente de una novela?

(PG)- El amor por el relato corto me llevó a las antologías y éstas a la posibilidad de publicar novelas. Es un tópico que se ha cumplido en mi caso. Elijo el cuento por encima de la novela como método narrativo y estar en publicaciones de relato corto me aporta un placer enorme. Soy autor de distancias cortas y estoy cómodo en el impacto cercano.


(VS6)- De todas las antologías en las que has participado ¿con cuál te quedas?

(PG)- Pues tengo mis favoritas por razones personales. “Epic”  de Tyrannosaurus por ser la primera y la que me llevó a conocer la editorial; y todas las montadas por el gran Athman porque pude dar lo mejor de mí mismo en esos momentos con cada una de ellas. De estas últimas me quedo con mi relato de “Bueno, bonito… maldito” que es el que mayor reconocimiento me ha dado.


(VS6)- ¿Las antologías siguen teniendo mercado a día de hoy y en un futuro próximo?

(PG)- Como trampolín en circuitos cerrados sí. Es una manera excelente de darte a conocer pero sé que se mueven en tiradas cortas y que no suelen llegar más allá de los círculos literarios conocidos. Tienen futuro como cantera de autores nuevos y no creo que vayan a desaparecer.


(VS6)- ¿Qué opinas de la autopublicación y que cosas buenas y malas tiene en comparación con la edición tradicional?

(PG)- Es un tema polémico y que levanta ampollas. En mi opinión, la pega que le veo a la autopublicación es que es un mar lleno de peces cuya calidad no está supervisada por la figura del editor. La libertad de publicar en pocos pasos implica el riesgo de hacer las cosas con prisas y sin la mínima corrección. Lo he visto y es una tristeza. Por otro lado, también hay autopublicados que superan en calidad a muchos productos de las editoriales tradicionales. En teoría, el modelo tradicional debe llevar implícito un mimo hace el autor y el lector y unos controles que aporten ese plus que algunas autopublicaciones no tiene. Soy de los que consideran que la figura del editor es necesaria.


(VS6)- ¿Has pensado autopublicarte o por el momento prefieres seguir haciéndolo a través de editorial?

(PG)- No lo he pensado, la verdad. Mi experiencia cercana por conocidos ha hecho que no vea ese modelo para mí. Me gusta estar como estoy a día de hoy. El día que las editoriales no confíen en mis manuscritos cerraré el chiringuito y a otra cosa. Llegar a este nivel ya ha sido un regalo para mí y mi cuota de ambición ya está superada.


(VS6)- ¿Qué opinas de la piratería a nivel literario?

(PG)- Una putada. La piratería es conseguir con inmediatez el fruto del esfuerzo de mucha gente. Colgar algo en Amazon a un precio irrisorio y que pese a eso la gente con un click se lo lleve a su e-reader por la jeta es una pasada. Y lo malo es que en la mayoría de los casos ni se leerá lo que se piratea.


(VS6)- ¿En qué futuros proyectos andas sumergido? ¿Veremos nuevas publicaciones tuyas en el 2015?

(PG)- Eso creo y espero. El 2015 pinta bien y posiblemente salga a la luz una nueva novela. Esta vez me alejo de monstruos de ficción y me voy al género negro. Al hardboiled.  Dentro de poco se sabrán más cosas.


(VS6)- Para terminar vamos a ponerte en compromiso y veremos tu grado de sinceridad. Des de La Ventana Secreta 6 sabemos que “Laguna Negra” no es tu primera publicación ya que tienes algunas bajo pseudonimo. ¿Te atreverías a decir el título de alguna de ellas o una pista para los seguidores?

(PG)- Me has pillado. Es un secreto que he intentado ocultar durante mucho tiempo. Aparte de esta novela ya he publicado con pseudónimo. Es algo que me gusta aunque conlleve mucho trabajo. Además he tenido varios éxitos ya. ¿Sabes el último premio Nocte? Pues sí, Darío Vilas soy yo. ¿Y pese a todo? ¿La de la peli del tipo de Perdidos? Mía. Juande Garduño es otro de mis pseudónimos.  Me lo curro tanto que llevo años con perfiles falsos en las redes sociales. Una locura. Pero me has pedido sinceridad y aquí me tienes, todo corazón.


Muchas gracias Pablo por colaborar con el blog y responder a todas las preguntas. Espero que lo hayas disfrutado igual que lo hemos hecho nosotros. Mucha suerte en todos tus proyectos tanto en el ámbito literario como en lo personal. Un fuerte abrazo.