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sábado, 11 de marzo de 2017

Opinión cinematográfica: "Logan" - Crítica de Rubén Giráldez


La serie animada de los X-Men de los noventa (sí, esa que tiene una de las sintonías más pegadizas de la historia) comenzó a dar a conocer al personaje de Lobezno a más personas que los lectores habituales de cómics. Pero no fue hasta el año 2000 cuando Fox y Bryan Singer (Valkiria, Superman Returns), cuando el personaje tuvo el reconocimiento mundial. El encargado de dar vida al personaje, fue el actor australiano Hugh Jackman (Australia, Van Helsing). Quien en un principio no tuvo el beneplácito de la comunidad comiquera (no era bajito ni poco agraciado y peludo como su homólogo en las viñetas). Pero que a lo largo de los años ha acabado por ganarse por méritos propios el derecho a portar el título y las garras de su personaje.
Lobezno ha sido pilar clave en la franquicia cinematográfica realizada por Fox a costa del Universo Mutante de Marvel Cómics. Apareciendo en prácticamente todas las películas. Tanto como protagonista o como en forma de cameo (hasta en Deadpool se esmeraron en hacer mención tanto al personaje como al actor). Y cuando se pensó en realizar un spin-off de alguno de los mutantes. Fox no dudó mucho en darle la oportunidad a Lobezno. Dándonos la tan criticada X-Men Orígenes. A la que siguió Lobezno Inmortal. Una película que aunque resulta ser más aceptable que su predecesora, se queda demasiado a deber teniendo en cuenta que se trata de una historia de Lobezno en Japón. 

Ya han pasado 17 años desde que Hugh Jackman diese vida por primera vez a este mutante canadiense en la primera entrega de X-Men. El actor, que ya tiene 48 años y que recientemente tuvo complicaciones con su cáncer de piel, siente que ha llegado el momento de decirle adiós a este personaje que tanta fama le reportó. Y lo hace con este final de trilogía de Lobezno en solitario titulada simplemente LOGAN. Y vaya si lo hace por la puerta grande.
James Mangold vuelve a sentarse en la butaca del director (además de firmar la idea original de la película) tras Lobezno Inmortal y con una historia que se basa en la aclamada obra de Mark Millar El Viejo Logan. Pero, ojo, no se trata de una adaptación como se podía pensar en un inicio (aunque adaptar esta obra es una tarea complicada tirando a imposible al tener en cuenta que no era una historia que solo implicaba a los X-Men sino a TODO el Universo Marvel). De la obra rescatan todo ese tono crepúscular que tan bien viene si se quiere contar la última historia del mutante canadiense.
La película nos arroja sin ningún pudor a un mundo desolador en el que somos testigos del ocaso de dos grandes héroes que ven la oportunidad de redimirse y volver a ser lo que alguna vez fueron al tratar de poner a salvo a una niña que podría ser el futuro de los suyos.
No hacen falta ni cinco minutos para sentir que esta película es algo más que una cinta de superhéroes. No serán pocos los que repudien LOGAN precisamente por dejar de lado el "pijameo" al que estamos tan acostumbrados recientemente (aunque se juegue bastante bien con el tema gracias al uso de los cómics y su metalenguaje). Porque si le quitamos los poderes y el resto de elemento fantásticos, nos encontraríamos con un western fronterizo. Pero antes de ser una gran película de superhéroes, LOGAN es una gran película a secas. Tanto que FOX decidió realizar la premiere en el Festival de cine de Berlín, junto a tantas otras propuestas de cine indiependiente o de corte intimista. Porque LOGAN también juega en esa liga. El drama está presente a lo largo de la película. Al igual que la acción que tanto pide la historia y el personaje. Pero no deja de ser una propuesta diferente en el género. Mientras Marvel Studios parece que se está acomodando demasiado y el DC Extended Universe sigue sin despegar del todo. Parece que es FOX (y quién lo diría hace unos años) quien está sabiendo jugar con esto tras la estupenda Deadpool o la interesante serie Legión (aunque por el camino hayamos tenido la tópica y cuestionable X-Men: Apocalipsis). 
Hay algo más entre los trajes, los poderes, los planes malvados... y LOGAN lo sabe y lo arranca para mostrarlo sin ningún filtro. Algo a lo que ayuda esa agradecida calificación R que ya debería dejar claro que esta no es una película para niños (y esto va MUY en serio). Claramente influida por el éxito de Deadpool, pero que el propio Jackman aseguró al llegar a recortar bastante su sueldo para que la película fuese todo lo dura que debía ser. 
Sí, la calificación R viene bastante motivada por la violencia de la que hace gala LOGAN (porque sí, han tardado 17 años en darse cuenta que los golpes de unas garras de adamantium arrancan algo más que gritos de dolor). Aunque no llega a ser gratuita, sí que puede llegar a conmocionar a espectadores algo impresionables. Pero donde la película de verdad se gana de verdad esta calificación es en la dureza de sus escenas y personajes. En cómo se muestra este mundo más "real", peligroso y decadente. Y en cómo representa a sus avejentados personajes. No solo vemos los efectos de la edad en sus rostros. Podemos sentir ese cansancio que traspasa la edad, que proviene del dolor y sufrimiento y que amenaza con hacerles caer en el abismo a la mínima oportunidad. Es devastador ver así a unos personajes que tan poderosos eran en las anteriores películas de la franquicia. Pero esto no hace más que enriquecerlos y darles una profundidad como pocas veces se ha visto en una adaptación de cómic.

Por fin vemos a Logan ser el personaje violento y amargado de las viñetas (una lástima que esta sea la primera y última vez que lo hagamos). Tras tantos años divirtiéndose con el personaje. Hugh Jackman se pone todo lo serio que implica esta historia que quiere mostrarnos el ocaso de esta leyenda. Aquel que se caracterizaba por tener un factor curativo que le permitía seguir vivo más de un siglo y que se curaba al instante de cualquier herida recibida. Siente ahora cada golpe. Su poder está fallando. Y el recubrimiento de adamantium en su esqueleto que terminaba de convertirlo en el imparable guerrero que buscaban en Arma X está comenzando a envenenarlo por dentro. Parece que lo único que lo mantiene con vida es el deseo de cuidar de otro acabado X-Men. Patrick Stewart (Excalibur, Star Trek: La Nueva Generación) también dice en esta película adiós a su Profesor X. Y lo hace de una forma desgarradora. Con este esperanzador personaje a merced de la edad, ciertos problemas mentales que lo vuelven inestable y unos remordimientos que ocultan una terrible revelación. Stewart aprovecha esta gran oportunidad para regalarnos una magnífica y desgarradora interpretación.
También contamos con la aparición de otro mutante al que ya pudimos ver en X-Men: Apocalipsis. Aunque esta vez encarnado por el actor Stephen Merchant (Movie 43, The Big Bang Theory) y que se "corrompe" con la esencia desprendida por el dúo Logan-Xavier. Aunque al poco de presentarlo parece que su participación en la película está más motivado por su poder como recurso argumental que por el personaje en sí. 
La verdadera sorpresa está en la jovencísima Dafnee Keen como Laura Kinney/X-23. De madre española y padre británico, la pequeña hace su debut en el cine tras participar en la serie Refugiados. Y se muestra como toda una revelación interpretando un personaje para nada fácil y habitual. Su actuación se basa en su mayoría en su cara. Y como hizo Charlize Theron con su Furiosa en Mad Max: Fury Road, Dafnee transmite todo lo que su personaje siente al espectador con su mirada. Y además tiene la peculiaridad de que su personaje acaba siendo el personaje más violento de la película, llegando a quitarle el puesto a Chlöe Moretz (La Quinta Ola, Malditos Vecinos 2) y su Hit-Girl de Kick-Ass. Pero sin olvidar que al fin y al cabo, sigue siendo una niña.
Hablando sobre los villanos. Está claro que una película como LOGAN no requieren de un malvado de opereta y grandes ínfulas de dominación mundial. Aunque esto acaba siendo uno de los temas más cuestionables de la película. Y se siente como una extensión del operativo que encabezaba Ajax (Ed Skrein) en Deadpool.
Boyd Hoolbrok (a quien se le conoce por su papel en la serie Narcos) encarna a una especie de cazarrecompensas con brazo robótico al que se le encomienda la tarea de recuperar a la fugada X-23. Y es una lástima que su participación se sienta tan desaprovechada. Al igual que el resto de su grupo, a quienes les falta más contexto para terminar de justificar sus implantes robóticos. 

Richard E. Grant (Jackie, El Gran Halcón), a quien vimos en la escena post créditos de X-Men: Apocalipsis y del que se llegó a decir que encarnaría al mismísimo Mr. Sinister (el villano aún puede aparecer en la futura entrega de X-Men o en Deadpool 2) también sale a deber. Aunque no llegando al punto de desmerecer esta intención de mostrarnos una amenaza más "empresarial". 
La verdadera amenaza es una inesperada sorpresa que ya es aplaudible tan solo como su significado como metáfora.  
El tema de la cronología es un asunto bastante peliagudo que tratar en la saga X-Men en cine. FOX ha descuidado demasiado todo esto logrando que el desconcierto reine con cada nueva película y que incluso Días del Futuro Pasado provocase una nueva línea temporal para tratar de no repetir errores del pasado. Tanto el director como el propio Hugh Jackman han asegurado que LOGAN transcurre en una línea temporal ajena al resto de películas. Algo que también comparten con El Viejo Logan, que también se desembarazaba de la continuidad de la Tierra-616. Aunque sí que es cierto que podemos toparnos con easter-eggs y referencias a pasadas películas de la franquicia. Y con todo lo acontecido en la recta final, bien podrían aprovechar para encarar la nueva etapa de los X-Men en cines (pero eso habrá que verlo con mucha lupa).
Tanto como la fotografía y la BSO son excelentes añadidos para terminar de redondear la cuidada atmósfera neo western con la que juega LOGAN. Y la puesta en escena de este particular futuro me fascinan. Aunque no resulta tan apocalíptica como el futuro mostrado en Días del Futuro Pasado. Podemos sentir el paso de los años y lo cambiado que está este universo gracias a puntuales pero agradecidos detalles (los añadidos en el coche de Logan, las protesis de los Reavers, el maíz sintético...) que dotan de más personalidad a la cinta.

Si bien LOGAN es una GRAN película. Me duele tener que admitir que no es la obra maestra que bien podría haber sido. Se nota que James Mangold tiene más libertad creativa, pero aún así no logra salvar unos cuantos problemas e incongruencias que, aunque no entierren a la propuesta, sí que llegan a molestar y descolocar. Como cierta escena con un móvil que, para que nos entendamos, recuerda a la parte de los archivos de los Metahumanos de Lex Luthor en Batman V Superman. Y en casi toda la recta final (uno no puede decir nada de los últimos cinco minutos sin sentir un nudo en el estómago). También parece, que la película no es todo lo emotiva que debería (teniendo en cuenta que Mangold dice haberse inspirado bastante en El Luchador).
Pero al final, uno se ve obligado a dejar todo eso de lado para levantarse y aplaudir a todo aquel que ha hecho posible esta película. No solo es la mejor película de la franquicia mutante de FOX y de las mejores del género. LOGAN logra traspasar géneros para darnos una increíble historia sobre la redención, la familia y el paso del tiempo. Siempre es duro decir adiós, y esta vez no iba a ser diferente.

Lo Mejor: Por fin se ha hecho justicia al personaje (aunque sea para decirle adiós).
Lo Peor: Que por algún que otro motivo me duela no poder declararla Obra Maestra.



viernes, 4 de noviembre de 2016

Opinión cinematográfica: "Doctor Strange" - crítica de Rubén Giráldez


2016 ha sido un EXCELENTE año para el fan del cine de superhéroes. Empezamos con las desventuras del irreverente Mercenario Bocazas Deadpool. Asistimos al enfrentamiento entre Batman y Superman (con su atropellada construcción de nuevo Universo Cinematográfico). Continuamos con las superdisputas (esta vez mejor trabajadas) en Capitán América: Civil War, presenciamos el Apocalipsis de los X-Men y pasamos el rato con los chicos (no tan malos) de Escuadrón Suicida. Por no olvidar que en la pequeña pantalla también hemos tenido una buena ración de este género gracias al canal CW (Legends of Tomorrow, Flash, Arrow), quienes acaban de integrar a Supergirl a su universo televisivo. Netflix con la segunda temporada de Marvel´s Daredevil y la primera de Luke Cage. Y en ABC la cuarta temporada de Agentes de SHIELD ha arrancado bastante fuerte con la inclusión de Ghost Rider (aunque es el último que carga con el Espíritu de Venganza, Robbie Reyes) y el misticismo que lo rodea. 
JUSTAMENTE es todo este nuevo terreno inexplorado el que viene a afianzar la película de la que hablaré en las próximas líneas: Doctor Strange (Doctor Extraño para los más puretas).
Este personaje nacido en la década de los 60, se ganó el estatus de "Secundario de lujo" a pesar de protagonizar sus propias series regulares. Y es que, era genial poder recurrir a Stephen Strange, Hechicero Supremo, cuando la cosa alcanzaba niveles que hacían que los Vengadores, Los 4 Fantásticos o los X-Men sudasen la gota gorda. O cuando estas amenazas eran de naturaleza mística o infernal. 
No hablamos de un soldado con habilidades super humanas gracias a un suero experimental. Ni de un tipo con una portentosa armadura mecánica. Ni siquiera de un colérico gigante verde surgido de la radiación. Stephen Strange es un mago. Con todo lo que eso conlleva. 

La idea de trasladar a este personaje de las viñetas a la pantalla no es algo nuevo. Sin contar la casposa cinta setentera (en esa "maravillosa" época donde Spiderman se enfrentaba a karatecas, el traje de Tony Stark parecía un consolador escarlata y Lou Ferrigno era el Increíble Hulk) ni la de animación de 2007. Ya en los 90, Wes Craven (Pesadilla en Elm Street, Vuelo Nocturno) se interesó por este personaje tras no dar en el clavo con su adaptación de La Cosa del Pántano. Y unos cuantos años después, casi llegamos a tener a Guillermo del Toro (El Laberinto del Fauno, Pacific Rim) tras las cámaras trabajando con un guión de Neil Gaiman (American Gods, Coraline). Por desgracia (o suerte), del Toro solo ha tocado el género de los superhéroes con Blade II y Hellboy (se desvinculó, sin ser en las labores de producción, del proyecto de adaptar La Liga de la Justicia Oscura), mientras que Gaiman aún no ha visto como la comentada película de The Sandman sale de los despachos. 
El Universo Cinematográfico de Marvel Studios ya lleva un buen recorrido desde que en 2008, Iron Man sorprendiese a propios y extraños al descubrir que se trataba de algo más que una nueva película de superhéroes. Que solo era la punta del iceberg de un plan mayor. Han pasado los años y ya hemos visto a los Vengadores reunirse en dos películas (y pelear en otra). Y personajes bastante infravalorados como Ant Man o completamente desconocidos como Guardianes de la Galaxia ya son los favoritos de muchos. Una película sobre Doctor Strange ya no sería una idea tan descabellada (además de que ya se nos mencionó la existencia del personaje en ese Universo con Algoritmo Zola en Capitán América: Soldado de Invierno). Y aunque es cierto que el riesgo siempre está presente. Si algo está demostrando Marvel Studios es que sabe cómo lograr contentar al público y acercar a sus personajes de los cómics a la gran pantalla. Porque sí, Doctor Strange es una nueva historia de orígenes.
No serán pocos los que sacarán los cuchillos para trinchar esta película cuando noten cierto tufillo a lo ya mostrado en Iron Man (porque sí, guardan bastantes similitudes). Y sí, los esquemas argumentales de esta clase de historias hacen que se resienta bastante el conjunto. Por suerte, Doctor Strange carga a los hombros una estimulante y poderosa imaginería que lo hace apartarse bastante del multimillonario héroe guaperillas. Y, de hecho, de todo lo mostrado hasta ahora en el género. Resultando en uno de esos agradecidos soplos de aire fresco en este enrarecido género. 
Tampoco hay que olvidar que muchos conocen por primera vez a este personaje gracias a esta película. No ocurre como con Hulk quien ya forma parte del imaginario colectivo. Por lo que con El Increíble Hulk (Louis Leterrier) pudieron tomarse la libertad de hacer un breve repaso a la génesis de Bruce Banner en los títulos de crédito. Y queda por saber si en Spiderman: Homecoming tendremos que volver a asistir a la ya consabida picadura radioactiva y los primeros pasos del trepamuros. Toca presentar al Gran Público a este portentoso neurocirujano quien, tras un aparatoso accidente, busca desesperadamente recuperar el control de sus manos. Pero el viaje que emprenderá lo llevará a rincones alejados del tiempo y del espacio donde se forjará como un nuevo defensor de la humanidad.

La película no pierde el tiempo en dejar boquiabierto al espectador. Doctor Strange abre un nuevo universo de posibilidades al UCM que empezamos a degustar con esos primeros minutos. Donde nos dejan claro que la parte visual es el gran fuerte de esta propuesta. Lo visto en los avances no es más que una mínima fracción de lo que nos ofrece Doctor Strange. Las capas de la realidad se pliegan al antojo de los personajes. Transitan dimensiones inexploradas, conjuran fuerzas desconocidas. Doctor Strange es toda una experiencia visual (seguramente en 3D todo quede más espectacular, aunque en mi caso temo quedar anonadado por los imposibles espectáculos que se están dando ante mí). Sin palabras me quedé con la escena en la que la Anciana hace abrir (de verdad) los ojos a Stephen Strange. Digna de pausarse fotograma a fotograma y preciosa carta de amor a lo que el artista Steve Dikto mostró en las primeras aventuras del personaje: Psicodelia en estado puro. Las películas de Marvel Studios ya son toda una droga para el espectador.
Aún con todo, esta película sigue sintiéndose parte del gran todo que es el UCM sin la necesidad de tener tantas referencias y cameos como tuvo Ant Man. Las series de Netflix ya nos han demostrado que se puede afirmar que personajes como Daredevil, Jessica Jones o Punisher conviven en el mismo mundo que los Vengadores sin necesidad de que estos irrumpan en las calles de Hell´s Kitchen. En Doctor Strange ocurre lo mismo. Ya dejan claro que estos personajes se enfrentan a amenazas desconocidas para los Héroes Más Poderosos de la Tierra.
El uso de la magia está increíblemente representado en Doctor Strange. Hace poco que en Warcraft: El Origen tuvimos un pequeño vistazo a algo más que lanzar bolas de fuego o invocar los típicos escudos mágicos. Las escenas de acción que se gastan en esta película llevan los combates vistos en el UCM a un nuevo nivel que nos hacen preguntarnos cómo harán para superarse en la Infinity War contra Thanos.
Aún con lo mostrado en esta película (contando la orgasmeante mención a una de las mayores entidades cósmicas del universo Marvel), apenas se ha rascado en la superficie (ni siquiera se ha hablado de verdad de los Vishantis). Dejándonos con muchas ganas de continuar con las aventuras de Stephen Strange. 
Hablemos del reparto:
En mi caso estuve bastante tiempo deseando que Johnny Depp (Sleepy Hollow, Alicia en el País de las Maravillas) fuese escogido para dar vida al Hechicero Supremo. Pero tras hacerse oficial la elección de Benedict Cumberbatch (Sherlock, Black Mass) no tuve reparos en admitir que el actor da el pego caracterizado. Y vista la película también rendirme ante la parte actoral. A pesar de forzarle bastantes momentos cómicos y socarrones (que contribuyen a hacer pensar que no es más que un remake de Tony Stark con magia). Benedict logra trasladar las facetas más profundas de este personaje. Su altanería que contrarresta con la fragilidad que muestra a partir del fatal accidente. Tengo que tratar de dejar de dudar en las elecciones de cast de Marvel Studios.

Y Doctor Strange aún ha tenido unas cuantas elecciones de reparto que se cuestionaron durante meses. Como es el caso de Tilda Swinton (La Playa, Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian) dando vida a La Anciana. Quien, en los cómics resulta ser un centenario tibetano. Ken Watanabe (Batman Begins, Godzilla) sonó como posible candidato para hacerse con el papel y también me extrañé con la elección de Tilda. Aprovechando que el nombre de El Anciano no es más que un título transmitido a lo largo de los años. Decidieron reimaginar al personaje dotándole de la androginia que suele bordar Swinton (recordemos su papel como Gabriel en la película Constantine). El resultado ha sido igual de excelente que la elección de Cumberbatch como Strange o mejor. Tilda está impecable en su rol de mentora. El halo de misterio que la rodea nos hace preguntarnos si de verdad hemos llegado a conocerla mínimamente en esta película. En más de una ocasión amenaza con robarle el protagonismo al mismísimo Doctor Strange. Y junto a él protagoniza uno de los momentos más emocionantes vistos en el UCM en forma de simple conversación.
Chiwetel Ejiofor (Marte, 12 Años de Esclavitud) también tuvo a su homónimo de las viñetas en contra. Al igual que con el personaje de Tilda, su Mordo sufre (para bien) otra readaptación que logra dotarle de mayor entidad y relevancia (de cara a futuras apariciones).
Por desgracia tenemos a una tristemente desaprovechada Rachel McAdams (True Detective, Sherlock Holmes) relegada al simple rol de interés amoroso del protagonista. A medio camino entre la Pepper Potts de Gwyneth Paltrow (Iron Man 3, Seven) y la doctora Jane Foster de Natalie Portman (Cisne Negro, Thor). Una lástima teniendo en cuenta que podría haber sido Clea (hechicera y sobrina de Dormammu que llegó a ser esposa de Stephen). Y el Wong de Benedict Wong (Marco Polo, Sunshine), acaba siendo un mero alivio cómico al que se fuerza su camaderia con el Doctor.
Aunque no le dejen vía libre para demostrar el monstruo de la interpretación que es. Mads Mikkelsen (Casino Royale, Star Wars: Rogue One) cumple con creces con su villano Kaecilius (en los cómics apenas pasó de segundón). A falta de alguna escena que dejase mejor representado el dolor y temor por los cuáles está haciendo lo que hace. Y otros impactantes momentos que lo acercasen a lo que podemos ver en la serie Hannibal. Mads logra que su personaje sobresalga de la ponzoña en la que muchos antagonistas de las producciones de Marvel Studios no salen. Y eso a pesar de los innecesarios momentos de humor que le introducen con calzador. 

Sí, es cierto que Marvel Studios se caracteriza por ser más "amigable" que su "oscura" competidora. Que no hay película que no tenga unos cuantos chistes y escenas que arranquen la carcajada al espectador. Pero el humor en Doctor Strange está TERRIBLEMENTE utilizado. Sobre todo se nota en un par de escenas donde quisieron quitar hierro al asunto. Pero está claro que esta película no es Ant-Man ni Guardianes de la Galaxia. Doctor Strange exige un tono diferente. Y no será por las salidas dramáticas con las que sale y que son muy de agradecer. 
En la dirección tenemos a Scott Derrickson. Un habitual del género de terror conocido por El Exorcismo de Emily Rose, Sinister y Líbranos del Mal. Esperaba que con esta elección, Marvel Studios le permitiese mostrar algo de los rincones más oscuros de la mitología de Doctor Strange. Por desgracia esto no es así, y Scott se acoge a designios superiores (hasta un querido y reconocible Mal de las viñetas sufre una readaptación que no hace ni la menor justicia de la aterradora presencia que se nos ha prometido), aunque no queda a deber a la hora de dar rienda suelta a su vena fantástica. A pesar de que se le "ataque" con las similitudes con Batman Begins (cabe recordar que este viaje estaba en la génesis del personaje) y Origen (es cierto que este recurso visual le afecta a la hora de querer demostrar originalidad), Scott logra salir del paso. Al igual que en el temido tercer acto. Donde sale con una ocurrencia en la batalla final que, aunque seguro que no acaba siendo del gusto de muchos, la distancia de tantas otras películas del género.
Michael Giacchino compone la Banda Sonora Original de esta película en la que esperaba más riesgo. Más partituras experimentales que ayudasen a que la experiencia de esta película fuese más extrasensorial. Aún con todo, acaba siendo de las mejores BSO de Marvel Studios.
Tras hacernos temer que su cameo en X-Men: Apocalipsis sería el último. Stan Lee vuelve a dejarse caer por el metraje para sacarnos una sonrisa. Y no os perdáis las dos escenas post-créditos que, aunque a mi parecer deberían de estar al revés, son de las mejores realizadas en mucho tiempo por Marvel Studios.
Doctor Strange resulta ser, de verdad, un soplo de aire fresco a este género. Aún siendo una película de orígenes que peca de esos recursos argumentales tantas veces vistos. Toda la nueva mitología y personajes que nos descubren (justificados con unos apabullantes efectos digitales) e integran a este Universo Cinematográfico, resultan ser de lo más estimulantes y apetecibles de seguir la pista.

Lo Mejor: Los efectos visuales. Benedict y Tilda. 
Lo Peor: El mal uso del humor. Personajes y director desaprovechados. La fórmula de "Historia de Origen" acaba pasándole factura.



viernes, 26 de febrero de 2016

Opinión cinematográfica: "Deadpool" - Reseña de Rubén Giraldez


Fue a principios de los noventa, cuando en las páginas de Los Nuevos Mutantes. Hacía su aparición un personaje que recordaba a Spiderman con katanas o a una mala copia de Deathstroke. Con el paso de los años, este secundario comenzó a calar en los lectores de Marvel cómics. Deadpool (Masacre para los lectores españoles), no era el típico (anti)héroe de La Casa de las Ideas. Armado hasta los dientes, con un sentido del humor de lo más negro e irreverente, gozando de un poder regenerativo llevado al extremo que es utilizado de las formas más grotescamente ocurrentes, y con la tan querida habilidad de romper la Cuarta Pared. Todo esto (y mucho más) hacen de Deadpool, un personaje al que querer al momento.
Es cierto que a priori, el personaje no parece muy fácil de trasladar a la gran pantalla (se ha dejado ver en varias series de animación y en algún videojuego que otro). Y esto parecía afirmarse con X-Men Orígenes: Lobezno. 
Uno de los muchos errores de este spin-off de la franquicia mutante de Fox, fue precisamente Deadpool. O, al menos, ese es el personaje que dijeron que interpretó Ryan Reynolds (Buried, The Voices) en esa película. Porque entre las muchas blasfemias que cometieron, la más grave fue cerrar la boca al mismísimo Mercenario Bocazas (WTF!?).

Esto fue una verdadera p***** para Reynolds. Quien no era nuevo en esto de adaptar personajes de cómic con pésimos resultados (Hannibal King en Blade Trinity y Hal Jordan en Green Lantern) gracias a los nefastos libretos. Porque al final ha quedado claro que los desastres no fueron por su culpa.
Como iba diciendo. Tras Orígenes: Lobezno. Y a pesar de su escena post créditos, que invitaba a pensar en un buen regreso del señor Piscina de la Muerta. Pocos confiaban en los rumores que hablaban de Ryan Reynolds queriendo sacar adelante una película individual de Deadpool. 
Pero todo cambió unos cuantos años después, con la filtración (cada vez más claro que nada accidental) de un test footage animado que fue todo un éxito en la red. Animado por el estudio de Tim Miller (quien acabaría sentandose en la butaca del director), teníamos un par de minutos de puro y duro Deadpool (acción, violencia, gamberrismo y ruptura de la cuarta pared). La tan buena aceptación del público, hizo que los jefazos de Fox se decidiesen a darle una oportunidad a este proyecto: La película de Deadpool ya era una realidad.
Desde un principio, descubrimos que algo bueno se estaba cociendo. Empezando por el primer vistazo al traje que Reynolds luciría en la película (uno de los mejores adaptados en este género). Y continuando con la campaña publicitaria. Una de las mejores vistas en los últimos años y que hizo que Deadpool estuviese en todas partes y en boca de todo el mundo. Que también sirvió para dejar bien claro el nivel de dedicacción del actor (que es productor) con el proyecto. Por no hablar de conseguir la, tan temida en este género, clasificación R que tanto necesitaba el personaje. Haciendo que Fox invirtiese lo mínimo posible en esta apuesta. Pero, por otro lado, esto hizo que Tim y Ryan tuviesen total libertad.

Tras el pequeño/gran batacazo del estudio al tratar de re-reiniciar Los 4 Fantásticos. Todas las miradas se clavaron en Deadpool. Y no fueron pocos los que vaticinaron otro fracaso (sobre todo comercial). Pero con sus 135 milloncejos recaudados en los Estados Unidos en su primer finde (costó 58 millones), 260 (y subiendo) por todo el mundo. Y batiendo records como los de mejor estreno de 20th Century Fox en su historia. Mejor estreno en el mes de Febrero (superando a 50 Sombras de Grey), mejor debut de director novel, mejor estreno de película R... Nadie puede negar que Deadpool es todo un éxitazo. ¿Merecido? Pues sí.
Pero entremos un poco en materia y descubramos de qué trata Deadpool:
"Wade Wilson (Ryan Reynolds) es un ex miembro de un operativo de Fuerzas Especiales reconvertido en mercenario. Su mundo cambia por completo cuando conoce a una prostituta (Morena Baccarin) de la que se enamora al instante e inicia una fogosa relación que pretende consolidar. Pero la vida es una verdadera hija de p***. Y Wade es diagnosticado con un severo cáncer que lo lleva a formar parte de unos brutales experimentos que lo convierten en un deformado superhombre en busca de venganza".
La película empieza con una de los mejores secuencias de créditos inciales (tampoco le quito mérito a los cachondeantes y animados créditos finales) que he visto en toda mi vida. Y que ya nos confirma de que no estamos ante la típica película de superhéroes. 

Hago un breve inciso para recordar lo evidente de esta afirmación. Deadpool no es una película adecuada para toda la familia (especialmente lo más pequeños de la casa). El protagonista lleva años demostrando que, en la práctica, poco tiene de héroe: mata y bromea con el humor más negro y verde que puedas echarte en cara. Aunque al final parece que da igual cuanto esfuerzo pongas en avisar al personal. Siempre estarán los "avispados" progenitores que se llevan a sus retoños para despotricar de la película cuando el daño ya está hecho.
La película es todo lo que esperamos y hasta un poco más. Nada más empezar la película ya estamos carcajeandonos (ha sido una de las películas con las que más me he reído) y alabando a todo el equipo de esta producción por llevar este incorregible personaje y su mundo a la gran pantalla con una fidelidad, pocas veces vista en este género.
Sí, Deadpool es uno de mis personajes favoritos. Y el hype con esta película no podía ser mayor (para mí era la más esperada de este año). Pero no engaño a nadie cuando os aseguro que Deadpool es todo un peliculón en cuanto a cine de acción y evasión se refiere (y de adaptación de cómic). Aunque claramente no es perfecta.
Pues sí, como ya ocurrió hace poco con Mad Max: Furia en la carretera. De lo que más se le puede acusar a Deadpool es de tener una trama simple. Pero como ocurría en la nueva entrega del post apocalíptico futuro de George Miller, es más importante el viaje que el destino. 
Esta es una película de orígenes. Y para descubrirnos cómo Wade se convierte en Deadpool, se recurre a los flashbacks. Esto, puede llegar a cortar bastante el rollo. Y si le sumamos que los trailers han fusilado bastante de la conocida "parte del puente", puede hacer que a muchos se le atragante la primera parte de la película. Pero por suerte, el protagonista no es otro que el incorregible Mercenario Bocazas, que no consiente que en ningún momento el espectador pueda abrir la boca para bostezar.

La tan temida calificación R, está muy bien aprovechada. Tenemos sangre y violencia (pero sin llegar al gore de algunas escenas de las viñetas), sexo (contenida en una de las mejores secuencias del film) y chistes subiditos de tono y políticamente incorrectos durante todo el metraje. 
A pesar de ser primerizo en esto de dirigir, Tim Miller demuestra ser de lo más solvente. Y se nota el mimo que ha puesto en toda la producción. No permitiendo que el presupuesto afectase a la hora de traernos la historia que quería mostrar (en esto también hay que agradecerselo al libreto co escrito por Rhett Reese, Paul Wernick y el propio Reynolds).
Las pocas escenas de acción que tenemos, por la contra son bastante resultonas y bien ejecutadas.
Hablemos de Ryan Reynolds. Un actor que es odiado por muchos, pero que nunca se ha dejado influir por las críticas y que nunca quiso abandonar la idea de resarcir al público (y a sí mismo). 
ÉL ES DEADPOOL. Así de simple. Y lo ha ido dejando bien claro desde MUCHO antes de que se estrenase la película gracias a la campaña publicitaria. Con o sin traje/cicatrices, Ryan, al contrario que el Lobezno/Logan de Hugh Jackman (Australia, Acero Puro), no hace suyo al personaje. ES el personaje. Carga sobre sus hombros con todo el peso de la película, y lo hace sin despeinarse y sin sacrificar NADA de lo que hace único al personaje.

A su lado tenemos a la bellísima Morena Baccarin (Gotham), que demuestra tener una química perfecta con Reynolds. Pero es una pena que no se adaptase del todo a su personje de los cómics (aunque puede haber la posibilidad de que esto cambie en la secuela). 
Comadreja (T.J. Miller) y la Ciega Al (Leslie Uggams), también sufren diferencias con respecto a sus homólogos en las viñetas. Pero para nada pierden su esencia y son estupendos acompañantes del Mercenario Bocazas.
Es cierto que los villanos de la cinta son bastante simples y planos. Pero como ocurre con el argumento, la película no requiere de sesudos villanos megalómanos. Ajax (Ed Skrein) es un competente villano para la primera aventura del (anti)héroe. Y Gina Carano (Fast and Furious) le sigue a la zaga como su superforzuda mano derecha.
Como si se tartase de uno de los números de su colección de cómics Team-up. Deadpool contará con la ayuda de dos personajes que se dejan caer de la mismísima Mansión X: Coloso y (atención al nombrecito que se gasta) Negasonic Teenage Warhead.
Uno ya es un viejo conocido por los seguidores de la franquicia mutante de Fox que pertenece a esa enorme lista de personajes maltratados por la saga de X-Men. Pero todo eso cambia con esta película que le da un verdadero lavado de cara. Tanto visual (siendo más fiel a los cómics) como actoral (de hecho, hasta el actor de la captura de pantalla es distinto al que le da voz). En cinco minutos, este Coloso demuestra ser mejor que el anterior, ya tan solo con su mera presencia. Y siguiendo con su forma de ser, que choca con la de Deadpool al instante y nos da la sensación de estar ante una buddy movie.
El otro personaje que afianza la sensación de cohexión de Deadpool con el universo cinematográfico de X-Men es la, desconocida hasta por los lectores de cómics, Negasonic Teenage Warhead. Que a pesar de ser el cliché con patas de adolescente darks y tener tan poca presencia, me ha caído genial. Sobre todo al demostrar que puede ser un acompañante perfecto para el Mercenario Bocazas. Además, agradezcamos la presencia de este personaje con la visión de un super traje mutante que no es negro ni fantasía de cuero marca Bryan Singer (y que puede ser el anticipo de una futura película de los Nuevos Mutantes).
Es una pena que al final Lobezno no se haya dejado caer por la película. Pero es cierto que el actor Hugh Jackman estará muy presente en el film (a pesar de no ser de forma presencial). El que sí no pierde la oportunidad de estar en la película de Deadpool es el incomparable Stan Lee con uno de los mejores cameos de su carrera. Si no el mejor, el más irreverente (¿Os acordáis del de Guardianes de la Galaxia, donde lo vemos acompañado de dos bellezones Xandarianos? Pues pensad a lo Deadpool).

Cómo no, la película es un festival de guiños, homenajes y referencias. Tenemos de todo. Desde las puyas a la propia Fox y su universo cinematográfico mutante, a la propia carrera de Ryan Reynolds, a Orígenes: Lobezno. Los homenajes al personaje y su historia comiquera (ese Bob ex-agente de HYDRA o La Casa Infernal). Las referencias a Marvel y su UCM (atentos al lugar donde se desarrolla el enfrentamiento final), a DC y toda la cultura pop actual. Puede que necesitéis más de un visionado para pillarlas todas.
Otra conocida seña de identidad del personaje, es el poder romper la Cuarta Pared. Y sí, la película lo hace. Deadpool se dirige esta vez al espectador, en más de una ocasión (siendo el culmen la gloriosa escena post créditos. EN SERIO, no os mováis de la p*** butaca hasta que Deadpool, literalmente, os eche de la sala). 
Junkie XL se encarga de componer la BSO de la película tras hacer aún más gloriosas las escenas de la ya citada Mad Max: Furia la Carretera (y que espero que haga lo mismo en la inminente Batman V Superman). Aunque no ha hecho un mal trabajo, es cierto que apenas podemos destacar el tema "Maximum Effort". Sus sintonías quedan opacadas por los temas añejos, al igual que en Guardianes de la Galaxia, y conel pegadizo rap ideado por Teamheadkick.
La película es endiabladamente divertida. Aunque no faltarán algunas escenas de lo más serias y dramáticas. Y esto viene porque, sabiamente, han decidido adaptar la etapa de Joe Kelly con el personaje. El autor que supo hacer de este personaje, algo más que una desequilibrada fábrica de chistes andantes y que nos descubrió el destrozado hombre que se oculta tras el pijama rojo. Por no hablar de que el romanticismo no se queda en las coñas vistas durante la campaña publicitaria por coincidir su estreno americano con San Valentín.
Seguro que Fox no se ha acabado de creer el éxito que ha conseguido con Deadpool (aunque el verdadero mérito es de Ryan, Tim y su equipo). Desde luego, su mejor adaptación comiquera y un filón que está preparado para explotar (la secuela con Cable ya está confirmadísima).
Sin duda, ha empezado MUY bien el año en cuanto a super películas se refiere. Si hace poco, Ant Man supuso un pequeño soplo de aire fresco al género. Deadpool es todo un agradecido vendaval. Y no solo para los amantes del personaje, quienes se encontrarán con una estupenda adaptación. El neofito que esté aburrido de tanto super bonachón que debe salvar el mundo, encontrará en esta película su particular oasis en el desierto.
En nada llega el enfrentamiento entre Batman y Superman que dará comienzo a La Liga de la Justicia. La Guerra Civil del UCM. La nueva y apocalíptica entrega de X-Men y las mágicas aventuras de Doctor Extraño. Pero de momento, las carteleras de todo el mundo se han dejado cautivar por el p*** amo de los superhéroes y su alocada e irreverente película.
Lo Mejor: Pracitacamente TODO. 
Lo Peor: Casi nada.




lunes, 7 de diciembre de 2015

Opinión Serie: "Jessica Jones" - Reseña de Rubén Giráldez


No solo el cine vive una época dorada gracias a los superhéroes. La pequeña pantalla ya tiene en su haber unas cuantas producciones que confirman el buen momento por el que está pasando el género.
Gran parte de la culpa la tiene, sobre todo, el canal CW. Que tras dar por finalizada esa longeva serie sobre un joven Clark Kent/Superman titulada Smallville, decidieron probar suerte con otro héroe de La Liga de la Justicia. (Green) Arrow no solo fue la nueva apuesta superheroíca del canal, sino que supuso el comienzo de un universo compartido televisivo que componen además la serie de The Flash, la miniserie animada Vixen y el próximo crossover Legends of Tomorrow.
Otros canales como FX nos han querido dar una nueva forma de ver a los superhéroes con Powers. O han querido repetir la fórmula Smallville (querer mostrar un conocido héroe de DC, como es Batman, antes de que se consolide como tal) como está haciendo Fox con Gotham. O, simplemente, se les da por querer ir a lo fácil y dar un mero entretenimiento como la CBS con Supergirl.
Y os estaréis preguntando. ¿Y qué ocurre con Marvel Studios? Esos que han creado un universo cinematográfico a partir de la primera entrega de Iron Man y que llenan salas de cine con cada estreno. Pues sus primeras jugadas en la televisión no fueron superheroícas "del todo". Siendo Agentes de SHIELD y Agente Carter sus primeras series en el canal ABC. Series que enriquecen más el UCM, pero que no son lo que buscan muchos espectadores. Por suerte para ellos, Marvel Studios hizo una nueva jugada maestra: aliarse con el gigante del entretenimiento visual, Netlfix.
La idea de esta unión es realizar cuatro series ambientadas en el UCM sobre cuatro personajes, más o menos, desconocidos por el gran público que confluirán en una temporada coral titulada Los Defensores.
La primera de ellas, Marvel´s Daredevil fue todo un exitazo. Aclamada tanto por el público como por la crítica. Ofreciendonos un producto de gran calidad del género y que es considerada, por muchos (entre los que me incluyo), la mejor adaptación de este tipo realizada hasta la fecha.
Tras semejante carta de presentación, le ha tocado el turno a Jessica Jones, de continuar caminando por la senda que el Diablo de Hell´s Kitchen ha dado a conocer. Pero... ¿Quién ******* es Jessica Jones? Porque la verdad, es que el personaje es hasta desconocido por muchos lectores de cómics Marvel.
Jessica Jones ha visto la luz en las viñetas muy recientemente. Naciendo en el 2001 en la línea Max, dedicada a las historias más adultas de la editorial, gracias al reconocido Brian Michael Bendis y Michael Gaydos. Este personaje protagonizó su propia serie ALIAS y consiguió más popularidad gracias a su relación con Luke Cage/Powerman que la hizo cruzarse más de una vez con Los Vengadores y otros tantos personajes.
Así que este personaje no es como Daredevil, quien goza de décadas de recorrido por las viñetas y ya se dio a conocer al gran público con la mediocre cinta protagonizada por Ben Affleck (Argo, Dogma). La serie tenía que dar a conocer al personaje... Y vaya si lo ha hecho.
Lo primero que hay que dejar claro es que Jessica Jones NO es una serie de superhéroes. Al menos, no una al uso. Claro que el personaje hará gala de sus super habilidades, aunque sea de un modo bastante sútil. Y se tocan temas ya conocidos por los amantes de este género. Pero si la misma Jessica aún no ha conseguido salvarse a sí misma... ¿cómo se va a pensar si quiera defender su barrio? Y menos, la ciudad o el mundo...
Con solo los primeros minutos del primer episodio, ya nos queda claro que nos enfrentamos ante una historia puramente noir o hardboiled. Los escenarios, los personajes, la intro, la banda sonora, la voz en off de la protagonista hablando de su trabajo como detective privado... Los lectores de ALIAS, pueden respirar aliviados. La esencia de estos cómics no deja de respirarse en Jessica Jones.
Si Daredevil nos descubrió que el UCM tenía esquinas y callejones oscuros, preparaos. Porque en Jessica Jones os arrojaréis de cabeza a la realidad más cruda y sucia de Marvel Studios. Siendo este, su producto más arriesgado y maduro hasta la fecha y que decide no cortarse a la hora de mostrarnos la violencia o sadismo necesario o incluso escenas de sexo (aunque en estas se corten más a la hora de mostrar los cuerpos femeninos).
Krysten Ritter (Breaking Bad, Big Eyes) fue muy criticada en su momento, cuando fue la elegida para encarnar a Jessica Jones. Y aunque yo también llegué a mostrar mi temor, tan solo basta el primer episodio para descubrir que Ritter ha nacido para interpretar a este personaje. Uno muy especial y bastante duro. Una persona que ha visto su vida truncada desde muy joven y que siempre que ha intentado recomponerla, otro ha acabado volviendo a desperdigar los pedazos. Desde luego es una superheroína poco convencional. Bebedora, malencarada y que usa sus poderes para beneficio propio. También es un personaje que viene a revindicar los estereotipos femeninos que solemos ver en muchas series y películas. Jessica no es perfecta, acaba acercándose mucho al término "marimacho", es una pateatraseros de campeonato. Y aún así, no pierde la femenidad y se muestra bella y sexy.
En el resto del reparto, encontramos que los mejores secundarios también son mujeres. Porque sí, Jessica Jones es una serie feminista. Pero no a la manera de Supergirl. Es una serie unisex en la que los personajes femeninos acaban teniendo más importancia y revelancia. Siendo el mejor ejemplo, el personaje de "Trish" Walker, la amiga de Jessica. A pesar de carecer de poderes, demuestra ser una perfecta aliada para Jones. Por no hablar de ser su mejor apoyo (y la cosa es mutua). Siendo ella, además, la instigadora del intento de que Jessica se convierta en una superheroína (regalándonos la estupenda referencia a Joya) y teniendo un transfondo que enriquece aún más al personaje (ojalá llegarla a ver embutirse en el disfraz de Hellcat).
Por otro lado, tenemos a Carrie Anne Moss (Trinity en la trilogía Matrix), cuyo personaje en los cómics es varón. Dando vida a una abogada para la que trabaja a menudo Jessica y que protagoniza una de las subtramas de la serie. Implacable a la hora de conseguir lo que quiere, y cuya inclinación sexual no hace más que sumar atractivos al personaje.
Si con Krysten Ritter llegué a dudar, con Mike Colter (Salt, Men In Black III) no lo hice ni por un segundo. Y me alegra haber descubierto que no me equivoqué y que su Luke Cage está impecable. Por no hablar de que su participación no es tan solo un cameo, siendo bastante importante en el desarrollo de la trama. Pero sin olvidar que esto es solo la presentación del personaje, que aún tiene pendiente estrenar su serie que, si no hay problemas, se estrenará el año que viene.
El resto de secundarios cumple (destacando el personaje de Simpson, que de saber aprovecharlo, tendrá un gran futuro en el universo televisivo de Netflix). Aunque hay que reconocer que sus subtramas son uno de los puntos negativos de la serie. Sí, están bien planteadas y resultan interesantes. Pero acabamos viendo como van a ninguna parte. Llegando a desear que se las hubiesen ahorrado para haber dejado que la serie fuese más dinámica.
Este problema parece tener su origen en la concepción de la serie. Que, en un primer momento, tenía pensado estrenarse en el canal ABC. Llegando a tener muchos más capítulos en los que poder desarrollar mejor las tramas del vecino yonqui de Jessica, la extraña pareja de hermanos del piso de arriba, el divorcio de Jeryn Hogarth, la revelación sobre el origen de los poderes de Jessica... Pero al querer integrarlos en el "formato Netflix" acaban quedando mal y pareciendo un burdo intento de repetir la fórmula de los secundarios de Daredevil. En la que las subtramas de Foggy. Karen y la señora Cardenas o la de Ben Urich, se integraban a la perfección a la trama principal.
Y llegamos al punto en el que Jessica Jones se gana más aplausos: el villano.
¿Cuántas veces habremos escuchado o leído eso de que un héroe se mide por sus villanos? Y esto poco lo hemos visto en las películas del UCM, donde los villanos son mucho ruído y pocas nueces. Pero por suerte, la pequeña pantalla parece engendrar los mejores villanos de este universo (os recomiendo volver a fijaros en Grant Ward de Agentes de SHIELD).
David Tennant, el décimo Doctor Who, abraza el lado oscuro con el papel de Zebediah Killgrave. Un hombre con la habilidad de controlar mentes y que destroza las vidas de todo aquel que se cruza en su camino. Siendo Jessica, una de sus víctimas, y la que más ha calado en la vida de este monstruo.
Tennant se roba la serie con este fascinante personaje. Maquiavélico y encantador a partes iguales. Un verdadero sádico (puede hacer que te cortes la garganta como que te pone a mirar una pared hasta que él quiera) y villanazo que no tiene porque tener planes de dominación o destrucción mundial para ganarse el título. Él tan solo se vale de sus poderes para conseguir lo que quiere, sin tener en consideración los daños colaterales de sus actos. Además, gracias a él, vemos una de las relaciones héroe-villano, más estrechamente enfermizas desde el Batman-Joker.
Considero tan bueno el trabajo de Tennant, que no me corto a la hora de decir que Killgrave llega a superar al Joker de El Caballero Oscuro. Aunque no me atreva a quitarle el puesto de Mejor Villano del UCM a Wilson Fisk por varios motivos. El principal es el intento de humanizar al personaje con esa reinterpretación de la génesis del personaje. Por otro lado, tenemos el hecho de no atreverse a hacer que Killgrave fuese del todo El Hombre Púrpura (quedando todo en la ropa y en un guiño en el último episodio), queriéndo aferrarse del todo a ese tono de seriedad "a lo Nolan". Y por último está su desenlace, que no voy a revelar por razones obvias...
Jessica Jones puede llegar a no ser lo que muchos esperan. No es una serie de superhéroes (su protagonista lo deja bien claro), tiene un ritmo más lento que Daredevil, y se siente mucho más ajena a todo el universo al que pertenece (aunque no se libra de alguna referencia y aparición de personajes de la serie del Diablo). Pero sin ninguna duda, es de las mejores series de este año. Melissa Rosenberg, difamada por muchos por ser guionista de Crepúsculo (olvidándose de su trabajo en la serie Dexter), ha desempeñado una gran labor como showrunner de este serie. Ofreciendo un producto maduro, de calidad, y que demuestra ser femenino sin caer en el "girl power" en el que se ampara Supergirl.
El binomio Marvel Studios-Netflix ya ha demostrado ser todo un éxito. Ahora estamos a la espera de la segunda temporada de Daredevil, la llegada de Luke Cage y la futura aparición de Puño de Hierro. Y aunque la propia showrunner ha comentado que no saben si llegarán a realizar la segunda temporada de Jessica Jones (personalmente, creo que es mejor así y dejar esta serie como una rara avis), estaremos atentos a las apariciones del personaje en Los Defensores y, posiblemente, en Luke Cage.
Lo Mejor:  La calidad de la serie. Su madurez y su villano.
Lo Peor:   Las subtramas y el ser menos dinámica que Daredevil.


miércoles, 29 de julio de 2015

Opinión Cinematográfica: "Ant-man" por Rubén Giráldez




Por fin ha llegado a nuestras pantallas la nueva película de Marvel Studios que nos presenta a un nuevo héroe de pequeño tamaño pero de mismo (o incluso más) coraje que cualquiera de los Vengadores: Ant Man.

Lo cierto es que esta película ha sido una de las más seguidas y comentadas de los últimos años. Y es que la convulsa historia de la concepción y realización de la película de las aventuras del Hombre Hormiga tiene mucha miga. 




Mucho antes de que se estrenase Iron Man, de que se diese a conocer al mundo Marvel Studios y de que Disney comprase Marvel. Al cineasta Edgar Wright, famoso por divertidísimas cintas como Zombies Party, Paul o Scott Pilgrim Contra el Mundo, se le había encargado la tarea de escribir y dirigir la película que haría que este personaje saltase de las viñetas al cine. En ese tiempo en el que las cintas de superhéroes seguían sin ser los verdaderos bombazos que son hoy en día, es cierto que esa película de Ant Man hubiese supuesto un verdadero hito. Pero por desgracia, la escritura del guión demoró demasiado tiempo. Y Marvel Studios ya estaba comenzando a edificar su Universo Cinematográfico Marvel con la gloriosa Fase 1, llegando a realizar la película de Los Vengadores sin Ant Man ni Avispa (miembros fundadores del supergrupo en los cómics).

¿Qué pasó con el guión de Ant Man? Pues que había quedado obsoleto, ya que se concibió en un principio como una película en solitario que no tenía que rendirle cuentas a ningún universo compartido. Y por lo visto Wright fue reacio a cambiarlo, por lo que los jefazos del estudio decidieron mandar realizar otro guión a espaldas del cineasta que sí estuviera conectado con el UCM. Esto no le gustó nada a Edgar Wright que terminó por abandonar el proyecto de muy mala gana. Obligando al estudio a buscar apresuradamente a un director para que se hiciese cargo de la ya programada película. Finalmente, el elegido fue Peyton Reed, director de comedias como Di que sí o Separados. Y el protagonista era otra cara conocida de la comedia como Paul Rudd (Vírgen a los 40, La Cena de los Idiotas).




Estas elecciones, unidas a esa re-rescritura del guión, que el personaje no fuese tan querido (que no conocido, ojo) o apreciado, y que tuviese la gran responsabilidad de cerrar la Fase 2 tras la ansiada secuela de Los Vengadores. Comenzaron a hacer que muchos no viesen con buenos ojos Ant Man, haciendo reinar la desconfianza y hasta llegando a vaticinar que este sería el primer gran batacazo de Marvel Studios.
 
Pero por fin podemos comprobar que... NO. No será ningún batacazo para el superestudio. Aunque parece que tendrá una recaudación la mar de modestilla, ya ha recaudado lo que costó realizarla. Y las críticas son muy positivas. Y no es para menos, Ant Man supone un nuevo hitazo de Marvel Studios y un buen final de Fase tras la desastrosa cinta que la inició (Iron Man 3).

Hablando un poco de la trama. Seguiremos los pasos de Scott Lang, un ladrón de guante blanco que lo único que quiere es lo mejor para su hija, pero que tras salir de prisión no puede evitar aceptar un último hurto. Pero esta vez, lo que se llevará será el mejor botín de su vida: un traje que lo empequeñece hasta el tamaño de una hormiga. Pronto descubrirá que ha sido elegido para ser el sucesor del traje de Ant Man y tendrá que entrenarse para realizar un robo que salvará a la Tierra del completo caos.

Pues sí, una película de superhéroes con un robo como premisa. Lo cierto es que ya con esto, queda claro que Ant Man logra distanciarse de la típica película de superhéroes. Y ya se une a otras películas de Marvel Studios como Thor: El Mundo Oscuro, Capitán América: Soldado de Invierno y Guardianes de la Galaxia, donde además de tratar el tema heroíco, tenemos un tono y premisas bastantes diferentes a lo esperadas en una cinta del género. En esta ocasión estamos ante una película de atracos cómica y de ciencia ficción. Una buena mezcla, la verdad.

Cariño, he encogido a los niños+Iron Man+Ocean´s Eleven= Ant Man




Empezaré hablando del elenco encabezado por Paul Rudd quien, como ya hizo Michael Coxx (Stardust) en la serie Marvel´s Daredevil, ha demostrado a los que no lo veíamos con tan buenos ojos en un principio, ser un gran personaje y héroe. Lo cierto es que es imposible que te caiga mal. Ha sido una excelente idea darle el papel a un habitual de la comedia, ya que, aunque se esfuerzen mucho, es imposible esbozar una socarrona sonrisa cuando oímos hablar de un hombre hormiga. Su personaje alcanza tan altas cotas de carisma que ya está a la par de Star Lord en la batalla por desbancar al Tony Stark de Robert Downey Jr. (Sherlock Holmes, Zodiac) el puesto de encantador gracioeste del UCM. Además, nos da una nueva visión del héroe más preocupado por su familia (aunque es cierto que esto no es nuevo, ya que acabamos de verlo con Ojo de Halcón en La Era de Ultrón) y que nos regala muy buenas y enternecedoras escenas con su hija en la ficción (demasiado encantadora es esta niña).

Algo que está haciendo ultimamente Marvel Studios, es hacer que grandes actores se unan a su universo cinematográfico. Robert Redford (Habana, Memorias de África) en Soldado de Invierno, Glenn Close (101 Dálmatas, Hamlet) en Guardianes de la Galaxia y ahora Michael Douglas (Wall Street, Instinto Básico). Él encarna al doctor Hank Pym, el primer Ant Man en los cómics, que aquí vemos bastante avejentado. Él será el mentor de Scott en la operación de este robo por proteger al mundo de su descubrimiento: las párticulas Pym. 

No puedo dejar de aplaudir a este actor que ha sabido darle a este personaje no tan querido en el mundo de los cómics un tratamiento tan bueno, que hace que el espectador acabe cogiéndole demasiado cariño (como ya hizo Robert Downey Jr.). Un personaje muy bien construído que ha descubierto uno de los mayores logros de la humanidad y que aún así sabe que debe mantenerlo en secreto, ya que en malas manos puede acabar por destruírla (es una pena que al final decidiesen cortar toda coherencia con los cómics y no dejar ni siquiera que él fuese el que concibiese el programa Ultron). Desde su primera aparición en esa estupenda escena introductoria en el que han rejuvenecido de gran manera al actor mediante CGI, Douglas ya empieza a regalarnos momentazos y frasazas por parte de su personaje. Además de cerrar las bocas de los que criticaban la película por olvidarse de que Hank es el verdadero Ant Man (memorable esa escena con Cross revelando las imágenes de archivo de las misiones del hombre hormiga).

Aunque la tópica historia de odio a su padre le hace restar puntos, el personaje de Hope Van Dyne (aunque existe una Hope Pym en los cómics, es villana. Por lo tanto este es un personaje concebido exclusivamente para la película) sigue siendo muy bueno. Evangeline Lily se redime del (innecesario) personaje de Tauriel en la reciente trilogía de El Hobbit y nos regala uno verdaderamente fuerte y atormentada por el aparente desprecio de su padre y que esperemos que tenga un gran futuro en el UCM.

Entre los secundarios, a parte de la encantadora horda de hormigas, nos encontramos con un trío de raterillos la mar de salados y que otorgan a Ant Man otra buena dosis de humor. Sobre todo con el personaje de Michael Peña (Crash, 30 minutos o menos) que, a pesar de ser otro topicazo (esta vez mexicano), acaba siendo uno de los mejores, sobre todo con esas historias en las que un colega de su colega de otro colega le cuenta algo. La verdad es que espero que no se olviden de ellos en próximas apariciones de Ant Man. 




Para terminar de hablar de los personajes, hablemos del verdadero fallo de la película: el villano. Esta vez encarnado por Corey Stoll, al que actualmente podemos ver despachando vampiros víricos en The Strain, que interpreta a Darren Cross, alias Chaqueta Amarilla. Este ha sido otro de los temas más comentados y críticados de la película debido a que Chaqueta Amarilla es uno de los alter egos de Hank Pym en los cómics. Pero aquí no será más que un traje que quiere comerciar militarmente Darren y que acabará usando. Aunque no es culpa del actor, nadie puede negar que Chaqueta Amarilla peca de ese sangrante estigma que Marvel Studios lleva arrastrándo desde Iron Man. Y es que con excepción de Loki o Ultron (como no hemos visto a Thanos en acción y Wilson Fisk es de las series de televisión, no puedo mencionarlos), ninguno de la galería de villanos del UCM llegan a ser verdaderas némesis o amenazas para el héroe de turno. En esta ocasión no es una excepción. Aunque parece que hay un esfuerzo por definir al personaje, terminan pasando y haciendo que sea malo solo porque la historia lo requiere. De hecho, yo veo a Darren como una suerte de Obadiah Stane de la primera entrega del Hombre de Hierro (si hasta tarda casi toda la película en ponerse el traje). Aún con todo, las dos peleas que protagoniza con Ant Man son en verdad espectaculares.

Como ya dije antes esta película derrocha humor. Ya no es nada raro que todas las producciones de Marvel Studios hagan gala de este toque que las diferencia demasiado de las producciones de su oscuro competidor. Pero en esta cinta era algo casi obligado (que estamos hablando de un hombre hormiga, hasta el propio personaje no puede evitar sentirse algo idiota al llamarse así). Con lo que para los que están en pie de guerra ante este movimiento por parte del estudio, pueden acabar odiando mucho la cinta. Si no es así, disfruta. Porque ya solo ese tono buenrollero ochentero te hace esbozar una sonrisita.

Los efectos especiales son alucinantes. Y los momentos en el mundo microscópico son una verdadera gozada, llegando al culmen en la parte del reino cuántico. Las hormigas son un excelente recurso que han sabido aprovechar muy, muy bien. Y en definitiva, han sabido sacar el mayor provecho a las habilidades de este particular superhéroe.





La verdad es que esta es la película más modesta y de "andar por casa" del estudio. No estamos contando la historia de un super soldado americano en plena segunda guerra mundial, ni de un Dios Nórdico en su reino mágico, ni tratamos con amenazas de otros mundos. No, estamos ante la historia de un personaje que se encoge a tamaño minúsculo y que tiene que robar un traje que acabará revolucionando el significado de las guerras. Notamos como, a pesar de que sean épicas e increíbles, las batallas y aventuras de este héroe son de los más modestas a comparación de las de Iron Man y compañía. Pero no por eso hay que quitarle mérito ni al personaje ni a la película.

Muchos siguen tirándose de los pelos por la marcha de Edgar Wright del proyecto, que acaban preguntándose por la película que podríamos haber visto en lugar de esta. Y es que el sr. Joss Whedon (Firefly, Los Vengadores) les puso a muchos los dientes largos al comentar que tras leer ese primer guión, podíamos haber estado ante la mejor película de superhéroes de la historia. La verdad, no pongo en duda de que habría sido increíble. Pero daría lo mismo, esa película NO podría formar parte del UCM. Y de todos modos, el guión final tiene el esquema del libreto de Wright (la idea del robo y el relevo de Hank a Scott, por no hablar de unos cuantos momentos que se nota que son 100% Wright). Pero reconozcamos que la versión final ha quedado genialmente integrada en el UCM.

Pues sí, Ant Man está repleta de guiños, menciones y referencias. Desde la primera escena con Howard Stark y la ya avejentada Peggy Carter (haciéndonos desear una segunda temporada de su serie), las menciones a Los Vengadores (e incluso la aparición de uno de los Nuevos Vengadores) y la referencia a cierto trepamuros (SÍ, YA ESTÁ BALANCEÁNDOSE POR EL UNIVERSO CINEMATOGRÁFICO DE MARVEL). A pesar de seguir teniendo gran entidad individual, Ant Man acaba siendo también la cinta más integrada del UCM.

Los que no veaís a nuestro querido Stan Lee al pasar la hora de metraje no os preocupéis, al igual que en Los Vengadores su cameo se hace esperar, pero sigue arrancándonos una sonrisa (EXCELSIOR).




Y nada de levantarse del asiento hasta que terminen TODOS los títulos de crédito. Porque no solo tendremos una... sino dos escenas post créditos. La primera es un cliffhanger que nos augura un gran futuro para el personaje de Hope en el UCM. Y la segunda es un verdadero BOMBAZO que nos da nuestra primera ración oficial de la próxima película de Marvel Studios que iniciará la esperadísima Fase 3 (al final Ant Man ha acabado siendo una excelente forma de finalizar la Fase 2).

Puede que Ant Man no acabe gustando a todo el mundo. Pero lo cierto es que es una película que no busca ser la mejor del género, pero es verdad que acaba siendo una de las mejores. Además de ser una historia de orígenes genial (a pesar de que a muchos pueda aburrir en su primera parte), una buena forma de terminar la Fase 2 y un soplo de aire fresco al género. Marvel Studios ha sabido trabajar con lo que tenía y nos ha dado una de las mejores historias de su Universo Cinematográfico hasta ahora (en el inminente futuro tenemos una guerra civil, un doctor la mar de extraño, una nueva película de Spiderman, unas guerras del Infinito...).

¿Preparados para descubrir esta gran aventura de pequeñas proporciones y descubrir que, a la hora de ser un héroe, el tamaño no importa?

Lo Mejor: Los personajes, el tono y lo conectada que está con el UCM.
Lo Peor: Que siempre acabaremos pensando en la película que pudo ser.