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viernes, 4 de noviembre de 2016

Opinión cinematográfica: "Doctor Strange" - crítica de Rubén Giráldez


2016 ha sido un EXCELENTE año para el fan del cine de superhéroes. Empezamos con las desventuras del irreverente Mercenario Bocazas Deadpool. Asistimos al enfrentamiento entre Batman y Superman (con su atropellada construcción de nuevo Universo Cinematográfico). Continuamos con las superdisputas (esta vez mejor trabajadas) en Capitán América: Civil War, presenciamos el Apocalipsis de los X-Men y pasamos el rato con los chicos (no tan malos) de Escuadrón Suicida. Por no olvidar que en la pequeña pantalla también hemos tenido una buena ración de este género gracias al canal CW (Legends of Tomorrow, Flash, Arrow), quienes acaban de integrar a Supergirl a su universo televisivo. Netflix con la segunda temporada de Marvel´s Daredevil y la primera de Luke Cage. Y en ABC la cuarta temporada de Agentes de SHIELD ha arrancado bastante fuerte con la inclusión de Ghost Rider (aunque es el último que carga con el Espíritu de Venganza, Robbie Reyes) y el misticismo que lo rodea. 
JUSTAMENTE es todo este nuevo terreno inexplorado el que viene a afianzar la película de la que hablaré en las próximas líneas: Doctor Strange (Doctor Extraño para los más puretas).
Este personaje nacido en la década de los 60, se ganó el estatus de "Secundario de lujo" a pesar de protagonizar sus propias series regulares. Y es que, era genial poder recurrir a Stephen Strange, Hechicero Supremo, cuando la cosa alcanzaba niveles que hacían que los Vengadores, Los 4 Fantásticos o los X-Men sudasen la gota gorda. O cuando estas amenazas eran de naturaleza mística o infernal. 
No hablamos de un soldado con habilidades super humanas gracias a un suero experimental. Ni de un tipo con una portentosa armadura mecánica. Ni siquiera de un colérico gigante verde surgido de la radiación. Stephen Strange es un mago. Con todo lo que eso conlleva. 

La idea de trasladar a este personaje de las viñetas a la pantalla no es algo nuevo. Sin contar la casposa cinta setentera (en esa "maravillosa" época donde Spiderman se enfrentaba a karatecas, el traje de Tony Stark parecía un consolador escarlata y Lou Ferrigno era el Increíble Hulk) ni la de animación de 2007. Ya en los 90, Wes Craven (Pesadilla en Elm Street, Vuelo Nocturno) se interesó por este personaje tras no dar en el clavo con su adaptación de La Cosa del Pántano. Y unos cuantos años después, casi llegamos a tener a Guillermo del Toro (El Laberinto del Fauno, Pacific Rim) tras las cámaras trabajando con un guión de Neil Gaiman (American Gods, Coraline). Por desgracia (o suerte), del Toro solo ha tocado el género de los superhéroes con Blade II y Hellboy (se desvinculó, sin ser en las labores de producción, del proyecto de adaptar La Liga de la Justicia Oscura), mientras que Gaiman aún no ha visto como la comentada película de The Sandman sale de los despachos. 
El Universo Cinematográfico de Marvel Studios ya lleva un buen recorrido desde que en 2008, Iron Man sorprendiese a propios y extraños al descubrir que se trataba de algo más que una nueva película de superhéroes. Que solo era la punta del iceberg de un plan mayor. Han pasado los años y ya hemos visto a los Vengadores reunirse en dos películas (y pelear en otra). Y personajes bastante infravalorados como Ant Man o completamente desconocidos como Guardianes de la Galaxia ya son los favoritos de muchos. Una película sobre Doctor Strange ya no sería una idea tan descabellada (además de que ya se nos mencionó la existencia del personaje en ese Universo con Algoritmo Zola en Capitán América: Soldado de Invierno). Y aunque es cierto que el riesgo siempre está presente. Si algo está demostrando Marvel Studios es que sabe cómo lograr contentar al público y acercar a sus personajes de los cómics a la gran pantalla. Porque sí, Doctor Strange es una nueva historia de orígenes.
No serán pocos los que sacarán los cuchillos para trinchar esta película cuando noten cierto tufillo a lo ya mostrado en Iron Man (porque sí, guardan bastantes similitudes). Y sí, los esquemas argumentales de esta clase de historias hacen que se resienta bastante el conjunto. Por suerte, Doctor Strange carga a los hombros una estimulante y poderosa imaginería que lo hace apartarse bastante del multimillonario héroe guaperillas. Y, de hecho, de todo lo mostrado hasta ahora en el género. Resultando en uno de esos agradecidos soplos de aire fresco en este enrarecido género. 
Tampoco hay que olvidar que muchos conocen por primera vez a este personaje gracias a esta película. No ocurre como con Hulk quien ya forma parte del imaginario colectivo. Por lo que con El Increíble Hulk (Louis Leterrier) pudieron tomarse la libertad de hacer un breve repaso a la génesis de Bruce Banner en los títulos de crédito. Y queda por saber si en Spiderman: Homecoming tendremos que volver a asistir a la ya consabida picadura radioactiva y los primeros pasos del trepamuros. Toca presentar al Gran Público a este portentoso neurocirujano quien, tras un aparatoso accidente, busca desesperadamente recuperar el control de sus manos. Pero el viaje que emprenderá lo llevará a rincones alejados del tiempo y del espacio donde se forjará como un nuevo defensor de la humanidad.

La película no pierde el tiempo en dejar boquiabierto al espectador. Doctor Strange abre un nuevo universo de posibilidades al UCM que empezamos a degustar con esos primeros minutos. Donde nos dejan claro que la parte visual es el gran fuerte de esta propuesta. Lo visto en los avances no es más que una mínima fracción de lo que nos ofrece Doctor Strange. Las capas de la realidad se pliegan al antojo de los personajes. Transitan dimensiones inexploradas, conjuran fuerzas desconocidas. Doctor Strange es toda una experiencia visual (seguramente en 3D todo quede más espectacular, aunque en mi caso temo quedar anonadado por los imposibles espectáculos que se están dando ante mí). Sin palabras me quedé con la escena en la que la Anciana hace abrir (de verdad) los ojos a Stephen Strange. Digna de pausarse fotograma a fotograma y preciosa carta de amor a lo que el artista Steve Dikto mostró en las primeras aventuras del personaje: Psicodelia en estado puro. Las películas de Marvel Studios ya son toda una droga para el espectador.
Aún con todo, esta película sigue sintiéndose parte del gran todo que es el UCM sin la necesidad de tener tantas referencias y cameos como tuvo Ant Man. Las series de Netflix ya nos han demostrado que se puede afirmar que personajes como Daredevil, Jessica Jones o Punisher conviven en el mismo mundo que los Vengadores sin necesidad de que estos irrumpan en las calles de Hell´s Kitchen. En Doctor Strange ocurre lo mismo. Ya dejan claro que estos personajes se enfrentan a amenazas desconocidas para los Héroes Más Poderosos de la Tierra.
El uso de la magia está increíblemente representado en Doctor Strange. Hace poco que en Warcraft: El Origen tuvimos un pequeño vistazo a algo más que lanzar bolas de fuego o invocar los típicos escudos mágicos. Las escenas de acción que se gastan en esta película llevan los combates vistos en el UCM a un nuevo nivel que nos hacen preguntarnos cómo harán para superarse en la Infinity War contra Thanos.
Aún con lo mostrado en esta película (contando la orgasmeante mención a una de las mayores entidades cósmicas del universo Marvel), apenas se ha rascado en la superficie (ni siquiera se ha hablado de verdad de los Vishantis). Dejándonos con muchas ganas de continuar con las aventuras de Stephen Strange. 
Hablemos del reparto:
En mi caso estuve bastante tiempo deseando que Johnny Depp (Sleepy Hollow, Alicia en el País de las Maravillas) fuese escogido para dar vida al Hechicero Supremo. Pero tras hacerse oficial la elección de Benedict Cumberbatch (Sherlock, Black Mass) no tuve reparos en admitir que el actor da el pego caracterizado. Y vista la película también rendirme ante la parte actoral. A pesar de forzarle bastantes momentos cómicos y socarrones (que contribuyen a hacer pensar que no es más que un remake de Tony Stark con magia). Benedict logra trasladar las facetas más profundas de este personaje. Su altanería que contrarresta con la fragilidad que muestra a partir del fatal accidente. Tengo que tratar de dejar de dudar en las elecciones de cast de Marvel Studios.

Y Doctor Strange aún ha tenido unas cuantas elecciones de reparto que se cuestionaron durante meses. Como es el caso de Tilda Swinton (La Playa, Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian) dando vida a La Anciana. Quien, en los cómics resulta ser un centenario tibetano. Ken Watanabe (Batman Begins, Godzilla) sonó como posible candidato para hacerse con el papel y también me extrañé con la elección de Tilda. Aprovechando que el nombre de El Anciano no es más que un título transmitido a lo largo de los años. Decidieron reimaginar al personaje dotándole de la androginia que suele bordar Swinton (recordemos su papel como Gabriel en la película Constantine). El resultado ha sido igual de excelente que la elección de Cumberbatch como Strange o mejor. Tilda está impecable en su rol de mentora. El halo de misterio que la rodea nos hace preguntarnos si de verdad hemos llegado a conocerla mínimamente en esta película. En más de una ocasión amenaza con robarle el protagonismo al mismísimo Doctor Strange. Y junto a él protagoniza uno de los momentos más emocionantes vistos en el UCM en forma de simple conversación.
Chiwetel Ejiofor (Marte, 12 Años de Esclavitud) también tuvo a su homónimo de las viñetas en contra. Al igual que con el personaje de Tilda, su Mordo sufre (para bien) otra readaptación que logra dotarle de mayor entidad y relevancia (de cara a futuras apariciones).
Por desgracia tenemos a una tristemente desaprovechada Rachel McAdams (True Detective, Sherlock Holmes) relegada al simple rol de interés amoroso del protagonista. A medio camino entre la Pepper Potts de Gwyneth Paltrow (Iron Man 3, Seven) y la doctora Jane Foster de Natalie Portman (Cisne Negro, Thor). Una lástima teniendo en cuenta que podría haber sido Clea (hechicera y sobrina de Dormammu que llegó a ser esposa de Stephen). Y el Wong de Benedict Wong (Marco Polo, Sunshine), acaba siendo un mero alivio cómico al que se fuerza su camaderia con el Doctor.
Aunque no le dejen vía libre para demostrar el monstruo de la interpretación que es. Mads Mikkelsen (Casino Royale, Star Wars: Rogue One) cumple con creces con su villano Kaecilius (en los cómics apenas pasó de segundón). A falta de alguna escena que dejase mejor representado el dolor y temor por los cuáles está haciendo lo que hace. Y otros impactantes momentos que lo acercasen a lo que podemos ver en la serie Hannibal. Mads logra que su personaje sobresalga de la ponzoña en la que muchos antagonistas de las producciones de Marvel Studios no salen. Y eso a pesar de los innecesarios momentos de humor que le introducen con calzador. 

Sí, es cierto que Marvel Studios se caracteriza por ser más "amigable" que su "oscura" competidora. Que no hay película que no tenga unos cuantos chistes y escenas que arranquen la carcajada al espectador. Pero el humor en Doctor Strange está TERRIBLEMENTE utilizado. Sobre todo se nota en un par de escenas donde quisieron quitar hierro al asunto. Pero está claro que esta película no es Ant-Man ni Guardianes de la Galaxia. Doctor Strange exige un tono diferente. Y no será por las salidas dramáticas con las que sale y que son muy de agradecer. 
En la dirección tenemos a Scott Derrickson. Un habitual del género de terror conocido por El Exorcismo de Emily Rose, Sinister y Líbranos del Mal. Esperaba que con esta elección, Marvel Studios le permitiese mostrar algo de los rincones más oscuros de la mitología de Doctor Strange. Por desgracia esto no es así, y Scott se acoge a designios superiores (hasta un querido y reconocible Mal de las viñetas sufre una readaptación que no hace ni la menor justicia de la aterradora presencia que se nos ha prometido), aunque no queda a deber a la hora de dar rienda suelta a su vena fantástica. A pesar de que se le "ataque" con las similitudes con Batman Begins (cabe recordar que este viaje estaba en la génesis del personaje) y Origen (es cierto que este recurso visual le afecta a la hora de querer demostrar originalidad), Scott logra salir del paso. Al igual que en el temido tercer acto. Donde sale con una ocurrencia en la batalla final que, aunque seguro que no acaba siendo del gusto de muchos, la distancia de tantas otras películas del género.
Michael Giacchino compone la Banda Sonora Original de esta película en la que esperaba más riesgo. Más partituras experimentales que ayudasen a que la experiencia de esta película fuese más extrasensorial. Aún con todo, acaba siendo de las mejores BSO de Marvel Studios.
Tras hacernos temer que su cameo en X-Men: Apocalipsis sería el último. Stan Lee vuelve a dejarse caer por el metraje para sacarnos una sonrisa. Y no os perdáis las dos escenas post-créditos que, aunque a mi parecer deberían de estar al revés, son de las mejores realizadas en mucho tiempo por Marvel Studios.
Doctor Strange resulta ser, de verdad, un soplo de aire fresco a este género. Aún siendo una película de orígenes que peca de esos recursos argumentales tantas veces vistos. Toda la nueva mitología y personajes que nos descubren (justificados con unos apabullantes efectos digitales) e integran a este Universo Cinematográfico, resultan ser de lo más estimulantes y apetecibles de seguir la pista.

Lo Mejor: Los efectos visuales. Benedict y Tilda. 
Lo Peor: El mal uso del humor. Personajes y director desaprovechados. La fórmula de "Historia de Origen" acaba pasándole factura.



viernes, 26 de agosto de 2016

Opinión Cinematográfica: "Escuadrón Suicida" - Crítica de Rubén Giráldez


2016 está siendo uno de los mejores años para todo amante del cine de superhéroes. Comenzamos con la brutal e irreverente Deadpool. Continuamos con la amada y odiada, a partes iguales, Batman V Superman: El Amanecer de la Justicia para seguir con los piques de supers con Capitán América: Civil War. Y poco después nos enfrentamos a la apocalíptica nueva aventura de los X-Men de Fox (y no me olvido que en unos meses daremos la bienvenida al Doctor Strange en el UCM). Pero lo que muchos estábamos esperando de verdad era la película que hoy nos ocupa. Una que tiene a villanos y antihéroes como los inesperados héroes para la ocasión. Siendo una oportunidad de oro para el reciente DC Extended Universe de ofrecer algo nuevo y fresco en este género.

Pero antes de meternos de lleno en la crítica, me tomaré la libertad de redactar unas líneas para aquellos que descubrieron la existencia de este grupo de DC cómics cuando anunciaron esta película. Y es que, aunque hayan dado el salto de las viñetas a la (pequeña) pantalla en varias ocasiones (siendo la más reciente la que vimos en Arrow) y en una estupenda película animada (Batman: Assault on Arkham). Siguen siendo bastante desconocidos para el gran público.
En sus orígenes editoriales (que datan de la década de los cincuenta), el Escuadrón Suicida se formó durante la Segunda Guerra Mundial con un grupo de soldados indisciplinados y que eran carne de cañón para misiones extraoficiales. Al poco (y con la introducción del personaje del coronel Rick Flag Sr.) se redujo la plantilla y sus aventuras ya tenían a monstruos gigantes, alienígenas y otras amenazas que convertían al grupo en un sustituto de la Sociedad de la Justicia de América (grupo que veremos en la segunda temporada de la serie Legends of Tomorrow). El Escuadrón caería en un olvido del que no saldría hasta los años ochenta cuando el artista John Ostrander le dio un lavado de cara en el 3º número de Legends, para descubrirnos al grupo que hoy en día conocemos: esa panda de villanos y antihéroes encarcelados que podían reducir sus condenas actuando en suicidas misiones extraoficiales del Gobierno Estadounidense bajo la amenaza de detonar explosivos que se les introducían en sus cuerpos si trataban de escapar o abandonar la misión.

Muchos personajes pasaron por este grupo con más o menos suerte (con el reinicio del Universo DC con los New 52, la introducción de Harley Quinn hizo que el grupo ganase más popularidad) y lo cierto es que el Escuadrón no ha tenido mucha relevancia en el Universo DC. Con lo que esta película es toda una arriesgada apuesta como lo fue hace poco para Marvel Studios, Guardianes de la Galaxia. Aunque a diferencia de esta, que venía tras unas cuantas películas que ya habían asentado su Universo Cinematográfico, Escuadrón Suicida supone el tercer film del DC Extended Universe tras El Hombre de Acero y Batman V Superman. 
Aunque a lo largo de los meses la película logró conformar un solido fandom a su alrededor que aguardaba impaciente la llegada del 5 de Agosto. Al igual que ocurrió recientemente con Batman V Superman, ha sido bastante lapidada por la crítica especializada. Llegando a mosquear al personal tanto, que incluso algunos comenzaron una campaña en Change.org para pedir el cierre del portal Rotten Tomatoes (una tontería si recordamos que esta web solo recoge críticas y que Warner Bros. posee gran parte del dominio). Pero es cierto que entre los críticos parece haberse generalizado una fobia a las capas y superpoderes. O al menos a los de DC... o eso parece. Ya que les perdonan a las producciones Marvelitas bastantes fallos y carencias que achacan a las producciones DC.

Pero vayamos a lo importante... ¿Escuadrón Suicida merece esa quema en la crítica? Pues, en mi opinión, al igual que en Batman V Superman (que me encuentro entre los dos bandos... aunque tirando por los desencantados), no lo veo tan justo. Si eres uno de los que esperaban esta película desde su primer trailer o simplemente quieres divertirte en la sala de cine. No te cortes y hazte con tu entrada. 
Aunque sí que es cierto que la película ha resultado ser bastante decepcionante si nos la ponemos a valorar más allá del simple producto de evasión de verano.
"El mundo aún está haciéndose a la idea de la pérdida de su mayor héroe y la proliferación de otros seres superpoderosos. Esto no pasa desapercibido para Amanda Waller, líder de una organización secreta (A.R.G.U.S) del Gobierno Estadounidense que pretende reunir a un grupo de criminales con poderes o habilidades que pueda ser su equipo de respuesta ante tales amenazas. Y ahora este recién compuesto Escuadrón Suicida tendrá que enfrentarse ante su primera misión... y no morir en el intento".

Pues sí, la película comienza justo tras los sucesos vistos en Batman V Superman. Siendo todo un acierto para la cronología, que aprovecha todo este vacío causado tras la batalla de Superman, Batman y Wonder Woman contra Doomsday y Lex Luthor y antes de la llegada de la Justice League, para ofrecernos esta gamberra aventura. 
Aunque se ha respetado el tono impuesto por Zack Snyder (300, Watchmen) en las anteriores películas del DC Extended Universe. En los primeros minutos ya podemos notar el toque que trae David Ayer (Fury, Sabotage). Con un característico estilo "undergound" y marginal que ya es todo un sello de identidad de esta producción. Aunque es cierto que acaba viéndose afectada por su saturación. Pareciendo que para ser villano tienes que ser un pandillero o gangsta con tu cuerpo salpicado con tatuajes, cadenas y adornos de oro y ropa customizada. 
Con este nuevo estilo que se le insufla a este Universo Cinematográfico comenzamos a conocer a los miembros del Escuadrón. En una primera parte que puede ser la más lenta, pero a la vez resulta la mejor de la película al poder ver en ella el potencial con el que Warner jugaba y que, desgraciadamente, desaprovecha a partir de esta presentación. 

Estos forzados héroes no son más que una panda de criminales, asesinos o pirados con poderes. Y esto es algo que se va diluyendo desde que el Escuadrón se completa. Ofreciéndonos una versión más macarra y extrema (eso sí) de lo que nos han malacostumbrado este cine. Pero que desde luego está a años luz de lo que debería ser este Escuadrón Suicida. Que a parte de una mala repartición de protagonismo y escritura de los personajes, se le une la falta de una calificación R que les limita y descafeína demasiado.
Otro duro golpe para la producción y que hace que tenga otra cosa en común con Batman V Superman, a parte de las malas críticas, es el gravísimo recorte para hacer el montaje presentado en cines. Esto es fácil de comprobar si uno revisiona los trailers de la película, donde notará que no son pocas las escenas que no se encuentran en la película (y la mayoría eran escenas memorables). Haciendo que muchos no se corten al asegurar que lo mejor de Escuadrón Suicida fueron sus trailers. Y la cosa es tan serie que incluso Jared Leto (El Club de la Lucha, Dallas Buyer Club) ha cargado contra esta decisión en recientes entrevistas. Y tras hacerse públicas varias escenas eliminadas (que os aseguro que cambian mucho la película), solo queda esperar a que Warner Bros. también saque una Ultimate Edition de esta película como hizo con Batman V Superman. 

Como os decía, a partir de la primera parte de la película esta va deshinchándose. Aunque mantiene la atención del espectador gracias a la acción "marca de la casa Ayer" en ese "paseo" por esa demencial ciudad al más puro estilo "1997: Rescate en Nueva York" hasta que se ve encaminada a ese decepcionante y genérico tercer acto final que parece que ya es todo un cliché de este género (y en el que más se ha prodigado Marvel Studios, todo hay que decirlo). Dando al traste la oportunidad que tenía DC de destacar de verdad con esta película que podía haber sido otro soplo de aire fresco al género.
Una trama mal llevada (que se le perdonaría, como hice con Deadpool, si aprovechase los otros elementos con los que juega) y una amenaza que resulta ser bastante grandilocuente para lo que pedía esta película (sobre todo con ese Joker callejero pululando por ahí). Aunque no voy a negar que me ha gustado que la parte mágica y mística del Universo DC ya esté la mar de asentada (adelantándose a Marvel y su Doctor Strange) y no se corten a la hora de trasladarla con todo su tenebrista estilo (¿aún hay esperanzas para una película de live action de La Liga de la Justicia Oscura?). Pero a la hora de la verdad acaba siendo demasiado simple. Por no hablar de que uno de los villanos (además de verse afectado por los terribles efectos digitales) acaba siendo innecesario (tan solo se le perdona por el momento de lucimiento de El Diablo). 

Pero guardemos las piedras y vayamos un poco con los halagos. Es hora de hablar de sus personajes:
Estaba claro que un personaje como Harley Quinn. Que ganó tanta popularidad en su debut en la serie animada de Batman de los noventa que se vieron "obligados" a introducirla en el canon editorial de los cómics DC. Y que es el personaje estrella para disfrazarse (o cosplayarse, como quieran decirlo) en convenciones de cómics, fiestas de Halloween y Carnaval. Iba a ser uno de las mayores bazas de esta película. Al igual que en los últimos cómics, esta alocada villana goza de gran protagonismo (aunque no tanto como el que servidor temía). Y bastante justificado, por cierto. A pesar de que Margot Robbie (El Lobo de Wall Street, Focus) no tenga precedentes con los que compararse en con el personaje que interpreta, se nos contagia el entusiasmo y cariño que la australiana le ha insuflado. Perturbada, peligrosa, sensual y, a la vez, inocente. 
A pesar de que el cambio de raza del personaje (algo que también se está dando mucho en las adaptaciónes comiqueras), mosqueó bastante, estaba claro que Will Smith (Hancock, Men In Black) no iba a decepcionar como Deadshot. Tampoco lo tenía difícil. Su personaje es el verdadero alma del Escuadrón. Por no hablar de que es el personaje mejor tratado y con transfondo para hacer conectar mejor al público. Pero Will también le dota de su incombustible carácter que tanto agrada al público. Asegurándose un aplaudido debut en el DC Extended Universe.
Estos dos son los que se comen la mayor parte del protagonismo. Algo esperado, pero que acaba doliendo al no ofrecernos una verdadera obra coral.
Joel Kinnaman (Robocop remake) cumple como Rick Flag. Simple y llanamente. Aunque lo intentan, no ayuda que le añadan el interés romántico a su sobrio personaje. Lo cierto es que acabas pensando en qué pasaría si Tom Hardy (Origen, Mad Max: Furia en la Carretera) hubiese aceptado este papel... 

Aunque hemos podido ver al personaje de Amanda Waller un par de veces en la pequeña pantalla, Viola Davis (Criadas y Señoras, El Juego de Ender) SÍ que hace honor al personaje que encarna y nos descubre a esta implacable mujer que ha llegado a encararse con la mismísima Liga de la Justicia. Desde luego, espero que Waller sea un personaje recurrente en el DC Extended Universe. 
La reinvención de Encantadora me ha gustado bastante a nivel estético (bebe bastante de los espectros del cine de terror oriental). Aunque por desgracia, la modelo Cara Delevigne (Ciudades de Papel, Pan) aún tiene mucho que aprender sobre la actuación (esto se ve cuando la vemos como June Moon). Sobre todo si este personaje vuelve a cobrar su relevancia en otra producción DC.
Hay que aplaudir que esta película suponga el primer acercamiento para muchos de desconocidos personajes de las viñetas de DC cómics. Aunque se aprovechen más o menos. En el caso de El Diablo (Jay Hernández) han logrado clavarlo. Aunque no se explora casi nada el origen de sus poderes, resultan estar de lo más aprovechados. Por desgracia en la parte final tenemos un momento bastante forzado y cuestionable que hace palidecer al "SAVES MARTHA" de Batman V Superman.
Katana (Karen Fukuhara) acaba siendo una mera secundaria que, por lo menos, tocan su historia por encima a la espera de poder explorarla en futuras apariciones.
Un personaje que está dolorosamente dejado de lado es el del Capitán Boomerang. Que el actor Jai Courtney (Divergente, Terminator: Génesis) interpreta la mar de bien, pero al que solo le permiten realizar un par de gracietas (a costa, sobre todo, de un unicornio de peluche) y que pedía más piques con el personaje de Deadshot, como ocurre en las viñetas.
Killer Croc (Adewale Akinnuoye-Agbaje) es otro desaprovechado. Y Slipknot (Adam Beach) no pasa de ser un figurante.

Por cierto, aunque se creó una gran expectación por el misterioso papel del actor Scott Eastwood (muchos decían que podía ser Deathstroke), este no es más que un soldado a las órdenes de Flag. Al igual que el villano que encarna el rapero Common (Selma. Ahora Me Ves) tampoco es para nada relevante. 
Y ahora sí, toca hablar de uno de los temas que dio más de qué hablar sobre esta película: El Joker de Jared Leto.
No son pocos los que siguen obnubilados por la personal y nietzscheana versión de la némesis de Batman que encarnó en su día el difunto Heath Ledger (Destino de Caballero, El Patriota) en El Caballero Oscuro. Y que en cuanto vieron el extremo look del Joker de Leto ya decidieron decirle adiós a esta nueva versión.
¿Y al final, qué? ¿Qué me pareció?
Pues por desgracia apenas hemos tenido un breve vistazo a este Joker. No siendo más que una mera presentación a la espera de que pueda cerrar bocas en futuras apariciones. Aunque es cierto que la exagerada estética "gangsta" ha acabado por hacer perder bastante entidad del personaje (eso y que el doblaje español ha dejado DEMASIADO que desear). Por no hablar de uno de los puntos más negativos que le veo a esta película. Y esa es la idealización de la relación del Joker y Harley. A no ser que seas un neófito que solo tiene como referencia los "fan-arts" que puedes encontrar en Tumblr. sabrás que la relación del Joker y Harley no es para nada sana (no es raro que su primer arco argumental en los cómics de este dúo se titulase "Amor Loco"). Siendo para Harley una peligrosa obsesión y para el Joker, una valiosa arma andante. El Joker no quiere a nadie más que a sí mismos (y puede que a Batman). Y aunque muestre alguna que otra vez muestras de afecto hacia Harley, estas no son más que parte del falso idilio en el que la tiene sumida. Por desgracia en la película parece que estamos ante un sucedáneo de Crepúsculo con villanos (claramente realizado para llenar más butacas con jovencitas/os que creen que este par son la pareja perfecta).

Aclarar, por si aún había alguien que piensa lo contrario, que el Joker no es más que un personaje secundario. Su trama, aunque algo relevante (y forzada), no es más que un aperitivillo para hacer más atractiva esta propuesta (aunque podría haber sido algo más).
Si se suponía que Batman V Superman tenía que ser la argamasa que sustentase los cimientos de este Universo Cinematográfico. Creo que Escuadrón Suicida sí que ha sido la que ha ejercido mejor esta labor. Ha propuesto nuevos temas y elementos, además de abrir todo un abanico de posibilidades para este Universo Fílmico. Se siente más integrada a este mundo de metahumanos y organizaciones secretas. Y sus cameos sí que están bien utilizados. Y sí, además de la ya conocida aparición de Batfleck (que, por desgracia, no es tan dura y oscura como se nos prometió), tendremos nuevo vistazo de otro esperado personaje de Justice League (quédense a la escena entre créditos) que hará las delicias de muchos.
También resaltar la cantidad de guiños y referencias que se gasta y que no son tan rebuscados como los de Batman V Superman.
Aunque la BSO no es bastante destacable. Sí que lo acaba siendo su soundtrack, entre los que tenemos temazos como el Bohemian Rhapsody de Queen, Without Me de Eminem, el House of Rising Sun de Animals. Y las canciones originales para la película como el Purple Lamborghini de Skrillex y Rick Ross, Sucker for Pain (con Imagine Dragons, Lil Wayne y Wiz Khalifa) o el Heathens de Twenty One Pilots. Que transmiten la mar de bien el tono que pretenden contagiarnos con Escuadrón Suicida. 

Escuadrón Suicida entretiene, sí. Pero a la vez decepciona al ser una propuesta que no se explota. Que se ve afectada por los clichés del género y una visión descafeinada de lo que debería ser este grupo. Otra oportunidad pérdida para el DC Extended Universe que lleva tres películas sin terminar de saber cómo encarar sus adaptaciones. Esperemos que en su anunciada secuela no repitan los errores del pasado. Que compartan adecuadamente el protagonismo de los integrantes del Escuadrón, que cuiden mejor su argumento y amenaza, que no sufra de severos recortes en su edición y que les concedan la calificación R que tanto necesitan para hacer destacar de verdad a esta agrupación.
El año que viene será un momento crucial con los estrenos de Wonder Woman y la primera parte de Justice League. Que deberán dejar claro que los chicos de Warner y DC tienen claro cómo encarar sus historias a partir de ahora y demostrar que su Universo Cinematográfico es digno de seguirle la pista.

Lo Mejor: Su primera parte. Acaba entreteniendo pero sin ser el hitazo blockbuster que se esperaba.
Lo Peor: Es una película MUY desaprovechada a la que no ayuda nada los recortes de su versión de cine. Su acto final. La exagerada idealización de la relación de Harley y el Joker.




viernes, 26 de febrero de 2016

Opinión cinematográfica: "Deadpool" - Reseña de Rubén Giraldez


Fue a principios de los noventa, cuando en las páginas de Los Nuevos Mutantes. Hacía su aparición un personaje que recordaba a Spiderman con katanas o a una mala copia de Deathstroke. Con el paso de los años, este secundario comenzó a calar en los lectores de Marvel cómics. Deadpool (Masacre para los lectores españoles), no era el típico (anti)héroe de La Casa de las Ideas. Armado hasta los dientes, con un sentido del humor de lo más negro e irreverente, gozando de un poder regenerativo llevado al extremo que es utilizado de las formas más grotescamente ocurrentes, y con la tan querida habilidad de romper la Cuarta Pared. Todo esto (y mucho más) hacen de Deadpool, un personaje al que querer al momento.
Es cierto que a priori, el personaje no parece muy fácil de trasladar a la gran pantalla (se ha dejado ver en varias series de animación y en algún videojuego que otro). Y esto parecía afirmarse con X-Men Orígenes: Lobezno. 
Uno de los muchos errores de este spin-off de la franquicia mutante de Fox, fue precisamente Deadpool. O, al menos, ese es el personaje que dijeron que interpretó Ryan Reynolds (Buried, The Voices) en esa película. Porque entre las muchas blasfemias que cometieron, la más grave fue cerrar la boca al mismísimo Mercenario Bocazas (WTF!?).

Esto fue una verdadera p***** para Reynolds. Quien no era nuevo en esto de adaptar personajes de cómic con pésimos resultados (Hannibal King en Blade Trinity y Hal Jordan en Green Lantern) gracias a los nefastos libretos. Porque al final ha quedado claro que los desastres no fueron por su culpa.
Como iba diciendo. Tras Orígenes: Lobezno. Y a pesar de su escena post créditos, que invitaba a pensar en un buen regreso del señor Piscina de la Muerta. Pocos confiaban en los rumores que hablaban de Ryan Reynolds queriendo sacar adelante una película individual de Deadpool. 
Pero todo cambió unos cuantos años después, con la filtración (cada vez más claro que nada accidental) de un test footage animado que fue todo un éxito en la red. Animado por el estudio de Tim Miller (quien acabaría sentandose en la butaca del director), teníamos un par de minutos de puro y duro Deadpool (acción, violencia, gamberrismo y ruptura de la cuarta pared). La tan buena aceptación del público, hizo que los jefazos de Fox se decidiesen a darle una oportunidad a este proyecto: La película de Deadpool ya era una realidad.
Desde un principio, descubrimos que algo bueno se estaba cociendo. Empezando por el primer vistazo al traje que Reynolds luciría en la película (uno de los mejores adaptados en este género). Y continuando con la campaña publicitaria. Una de las mejores vistas en los últimos años y que hizo que Deadpool estuviese en todas partes y en boca de todo el mundo. Que también sirvió para dejar bien claro el nivel de dedicacción del actor (que es productor) con el proyecto. Por no hablar de conseguir la, tan temida en este género, clasificación R que tanto necesitaba el personaje. Haciendo que Fox invirtiese lo mínimo posible en esta apuesta. Pero, por otro lado, esto hizo que Tim y Ryan tuviesen total libertad.

Tras el pequeño/gran batacazo del estudio al tratar de re-reiniciar Los 4 Fantásticos. Todas las miradas se clavaron en Deadpool. Y no fueron pocos los que vaticinaron otro fracaso (sobre todo comercial). Pero con sus 135 milloncejos recaudados en los Estados Unidos en su primer finde (costó 58 millones), 260 (y subiendo) por todo el mundo. Y batiendo records como los de mejor estreno de 20th Century Fox en su historia. Mejor estreno en el mes de Febrero (superando a 50 Sombras de Grey), mejor debut de director novel, mejor estreno de película R... Nadie puede negar que Deadpool es todo un éxitazo. ¿Merecido? Pues sí.
Pero entremos un poco en materia y descubramos de qué trata Deadpool:
"Wade Wilson (Ryan Reynolds) es un ex miembro de un operativo de Fuerzas Especiales reconvertido en mercenario. Su mundo cambia por completo cuando conoce a una prostituta (Morena Baccarin) de la que se enamora al instante e inicia una fogosa relación que pretende consolidar. Pero la vida es una verdadera hija de p***. Y Wade es diagnosticado con un severo cáncer que lo lleva a formar parte de unos brutales experimentos que lo convierten en un deformado superhombre en busca de venganza".
La película empieza con una de los mejores secuencias de créditos inciales (tampoco le quito mérito a los cachondeantes y animados créditos finales) que he visto en toda mi vida. Y que ya nos confirma de que no estamos ante la típica película de superhéroes. 

Hago un breve inciso para recordar lo evidente de esta afirmación. Deadpool no es una película adecuada para toda la familia (especialmente lo más pequeños de la casa). El protagonista lleva años demostrando que, en la práctica, poco tiene de héroe: mata y bromea con el humor más negro y verde que puedas echarte en cara. Aunque al final parece que da igual cuanto esfuerzo pongas en avisar al personal. Siempre estarán los "avispados" progenitores que se llevan a sus retoños para despotricar de la película cuando el daño ya está hecho.
La película es todo lo que esperamos y hasta un poco más. Nada más empezar la película ya estamos carcajeandonos (ha sido una de las películas con las que más me he reído) y alabando a todo el equipo de esta producción por llevar este incorregible personaje y su mundo a la gran pantalla con una fidelidad, pocas veces vista en este género.
Sí, Deadpool es uno de mis personajes favoritos. Y el hype con esta película no podía ser mayor (para mí era la más esperada de este año). Pero no engaño a nadie cuando os aseguro que Deadpool es todo un peliculón en cuanto a cine de acción y evasión se refiere (y de adaptación de cómic). Aunque claramente no es perfecta.
Pues sí, como ya ocurrió hace poco con Mad Max: Furia en la carretera. De lo que más se le puede acusar a Deadpool es de tener una trama simple. Pero como ocurría en la nueva entrega del post apocalíptico futuro de George Miller, es más importante el viaje que el destino. 
Esta es una película de orígenes. Y para descubrirnos cómo Wade se convierte en Deadpool, se recurre a los flashbacks. Esto, puede llegar a cortar bastante el rollo. Y si le sumamos que los trailers han fusilado bastante de la conocida "parte del puente", puede hacer que a muchos se le atragante la primera parte de la película. Pero por suerte, el protagonista no es otro que el incorregible Mercenario Bocazas, que no consiente que en ningún momento el espectador pueda abrir la boca para bostezar.

La tan temida calificación R, está muy bien aprovechada. Tenemos sangre y violencia (pero sin llegar al gore de algunas escenas de las viñetas), sexo (contenida en una de las mejores secuencias del film) y chistes subiditos de tono y políticamente incorrectos durante todo el metraje. 
A pesar de ser primerizo en esto de dirigir, Tim Miller demuestra ser de lo más solvente. Y se nota el mimo que ha puesto en toda la producción. No permitiendo que el presupuesto afectase a la hora de traernos la historia que quería mostrar (en esto también hay que agradecerselo al libreto co escrito por Rhett Reese, Paul Wernick y el propio Reynolds).
Las pocas escenas de acción que tenemos, por la contra son bastante resultonas y bien ejecutadas.
Hablemos de Ryan Reynolds. Un actor que es odiado por muchos, pero que nunca se ha dejado influir por las críticas y que nunca quiso abandonar la idea de resarcir al público (y a sí mismo). 
ÉL ES DEADPOOL. Así de simple. Y lo ha ido dejando bien claro desde MUCHO antes de que se estrenase la película gracias a la campaña publicitaria. Con o sin traje/cicatrices, Ryan, al contrario que el Lobezno/Logan de Hugh Jackman (Australia, Acero Puro), no hace suyo al personaje. ES el personaje. Carga sobre sus hombros con todo el peso de la película, y lo hace sin despeinarse y sin sacrificar NADA de lo que hace único al personaje.

A su lado tenemos a la bellísima Morena Baccarin (Gotham), que demuestra tener una química perfecta con Reynolds. Pero es una pena que no se adaptase del todo a su personje de los cómics (aunque puede haber la posibilidad de que esto cambie en la secuela). 
Comadreja (T.J. Miller) y la Ciega Al (Leslie Uggams), también sufren diferencias con respecto a sus homólogos en las viñetas. Pero para nada pierden su esencia y son estupendos acompañantes del Mercenario Bocazas.
Es cierto que los villanos de la cinta son bastante simples y planos. Pero como ocurre con el argumento, la película no requiere de sesudos villanos megalómanos. Ajax (Ed Skrein) es un competente villano para la primera aventura del (anti)héroe. Y Gina Carano (Fast and Furious) le sigue a la zaga como su superforzuda mano derecha.
Como si se tartase de uno de los números de su colección de cómics Team-up. Deadpool contará con la ayuda de dos personajes que se dejan caer de la mismísima Mansión X: Coloso y (atención al nombrecito que se gasta) Negasonic Teenage Warhead.
Uno ya es un viejo conocido por los seguidores de la franquicia mutante de Fox que pertenece a esa enorme lista de personajes maltratados por la saga de X-Men. Pero todo eso cambia con esta película que le da un verdadero lavado de cara. Tanto visual (siendo más fiel a los cómics) como actoral (de hecho, hasta el actor de la captura de pantalla es distinto al que le da voz). En cinco minutos, este Coloso demuestra ser mejor que el anterior, ya tan solo con su mera presencia. Y siguiendo con su forma de ser, que choca con la de Deadpool al instante y nos da la sensación de estar ante una buddy movie.
El otro personaje que afianza la sensación de cohexión de Deadpool con el universo cinematográfico de X-Men es la, desconocida hasta por los lectores de cómics, Negasonic Teenage Warhead. Que a pesar de ser el cliché con patas de adolescente darks y tener tan poca presencia, me ha caído genial. Sobre todo al demostrar que puede ser un acompañante perfecto para el Mercenario Bocazas. Además, agradezcamos la presencia de este personaje con la visión de un super traje mutante que no es negro ni fantasía de cuero marca Bryan Singer (y que puede ser el anticipo de una futura película de los Nuevos Mutantes).
Es una pena que al final Lobezno no se haya dejado caer por la película. Pero es cierto que el actor Hugh Jackman estará muy presente en el film (a pesar de no ser de forma presencial). El que sí no pierde la oportunidad de estar en la película de Deadpool es el incomparable Stan Lee con uno de los mejores cameos de su carrera. Si no el mejor, el más irreverente (¿Os acordáis del de Guardianes de la Galaxia, donde lo vemos acompañado de dos bellezones Xandarianos? Pues pensad a lo Deadpool).

Cómo no, la película es un festival de guiños, homenajes y referencias. Tenemos de todo. Desde las puyas a la propia Fox y su universo cinematográfico mutante, a la propia carrera de Ryan Reynolds, a Orígenes: Lobezno. Los homenajes al personaje y su historia comiquera (ese Bob ex-agente de HYDRA o La Casa Infernal). Las referencias a Marvel y su UCM (atentos al lugar donde se desarrolla el enfrentamiento final), a DC y toda la cultura pop actual. Puede que necesitéis más de un visionado para pillarlas todas.
Otra conocida seña de identidad del personaje, es el poder romper la Cuarta Pared. Y sí, la película lo hace. Deadpool se dirige esta vez al espectador, en más de una ocasión (siendo el culmen la gloriosa escena post créditos. EN SERIO, no os mováis de la p*** butaca hasta que Deadpool, literalmente, os eche de la sala). 
Junkie XL se encarga de componer la BSO de la película tras hacer aún más gloriosas las escenas de la ya citada Mad Max: Furia la Carretera (y que espero que haga lo mismo en la inminente Batman V Superman). Aunque no ha hecho un mal trabajo, es cierto que apenas podemos destacar el tema "Maximum Effort". Sus sintonías quedan opacadas por los temas añejos, al igual que en Guardianes de la Galaxia, y conel pegadizo rap ideado por Teamheadkick.
La película es endiabladamente divertida. Aunque no faltarán algunas escenas de lo más serias y dramáticas. Y esto viene porque, sabiamente, han decidido adaptar la etapa de Joe Kelly con el personaje. El autor que supo hacer de este personaje, algo más que una desequilibrada fábrica de chistes andantes y que nos descubrió el destrozado hombre que se oculta tras el pijama rojo. Por no hablar de que el romanticismo no se queda en las coñas vistas durante la campaña publicitaria por coincidir su estreno americano con San Valentín.
Seguro que Fox no se ha acabado de creer el éxito que ha conseguido con Deadpool (aunque el verdadero mérito es de Ryan, Tim y su equipo). Desde luego, su mejor adaptación comiquera y un filón que está preparado para explotar (la secuela con Cable ya está confirmadísima).
Sin duda, ha empezado MUY bien el año en cuanto a super películas se refiere. Si hace poco, Ant Man supuso un pequeño soplo de aire fresco al género. Deadpool es todo un agradecido vendaval. Y no solo para los amantes del personaje, quienes se encontrarán con una estupenda adaptación. El neofito que esté aburrido de tanto super bonachón que debe salvar el mundo, encontrará en esta película su particular oasis en el desierto.
En nada llega el enfrentamiento entre Batman y Superman que dará comienzo a La Liga de la Justicia. La Guerra Civil del UCM. La nueva y apocalíptica entrega de X-Men y las mágicas aventuras de Doctor Extraño. Pero de momento, las carteleras de todo el mundo se han dejado cautivar por el p*** amo de los superhéroes y su alocada e irreverente película.
Lo Mejor: Pracitacamente TODO. 
Lo Peor: Casi nada.




martes, 15 de diciembre de 2015

Opinión literaria: "Héroes Invencibles" de Ricard Pérez Braña - Reseña de Francisco José Arcos Serrano


Una novela de género fantástico cargada de superhéroes, acción y aventuras que no deja respiro al lector”


La historia de la Tierra cambió para siempre el día en el que Prometeo se presentó ante la humanidad como el hijo de Dios vivo llegado del cielo. Su poder de alterar la realidad le permite manipular a los Homo sapiens prácticamente a su antojo. 

Pero no todos se doblegan ante su voluntad. Muchos se organizan para oponerse a esa supuesta divinidad y a sus planes de dominación. 

No estarán solos. 

La guerra por el control del planeta ha comenzado. 

Un grupo de amigos, cada uno con unas capacidades únicas, hará lo imposible por frustrar los planes del tirano, combinando sus habilidades que van desde la curación de las heridas más difíciles hasta los poderes telequinéticos desplegados por dos de ellos, y que no hacen sino reforzar su profunda amistad, pasando por la joven capaz de transformarse en un furioso animal medio oso y medio puercoespín, y otra que puede controlar la segregación de feromonas para influir así en los demás. Todo ello sin olvidar a un joven guerrero asiático que complementa su gran talento para la lucha con la posibilidad de hacerse invisible y, por supuesto, a la niña de ojos de dos colores que “hace cosas”.


Una vez finalizada la lectura de este primer libro me ha sorprendido sobremanera el talento del escritor, ya que no se nota para nada que sea un escritor novel, y eso es de agradecer, ya que en ocasiones los reseñadores nos enfrentamos a auténticos retos que terminan siendo una auténtica pérdida de tiempo.

Ricard utiliza un lenguaje muy directo y eficaz gracias al cual nos introduce en este mundo ficticio que rápidamente se va convirtiendo para los lectores en un escenario muy rico en detalles donde conviven nuestros Héroes Invencibles.

Se nota que el autor es un auténtico fan de la Marvel, ya que algunos diseños de personajes se emparentan sin problema alguno con los X Men, detalle que particularmente me ha encantado.

La novela se vertebra en forma de memorias de uno de los personajes, gracias a las cuales seremos testigos de la sangrienta lucha de los bandos Provectus y los Sapiens, estos últimos bajo la influencia del malvado villano denominado Prometeo; y mientras tanto, en el centro de todo, nuestros protagonistas tendrán que lidiar con sus poderes, con sus grandes ventajas e inconvenientes que todo ello conlleva.

Aún tratándose de una novela de acción, el autor se reserva ciertos mensajes en la narrativa interna de sus páginas en forma de denuncia referente a “matar en nombre de Dios”, una reflexión que sigue en plena vigencia absoluta en nuestros días.

En definitiva: ‘Héroes Invencibles’ es una novela que se lee con gran interés (sobre todo si eres un freak de los superhéroes en general) y que nos presenta a un escritor con una gran imaginación que no hay que perder de vista bajo ningún concepto.

Yo, tras esas páginas finales, me he quedado con unas ganas tremendas de saber cómo el amigo Ricard va a continuar su historia….; y tú, ¿te lo vas a perder?