“Con esta novela, la autora ha creado una historia que enganchará a los peques de la casa, tiene todos los ingredientes necesarios para hacer que su lectura sea ideal para leerla en familia. Acción, aventuras, misterios y unos personajes que harán pasar muy buenos ratos a todos los que se adentren en esta divertida historia, todo acompañado de unas ilustraciones increíbles. Toda una delicia literaria”.
Ada y Nico son compañeros de clase en el colegio de Las Colinas. Ada es la típica niña atlética, curiosa y atrevida. Nico es el típico empollón, tímido y solitario. Juntos forman la pareja perfecta.
Pero… ¿perfecta para qué?
El destino les une cuando la señorita Lewis, la profesora de gimnasia, decide que son compatibles para concursar en pareja en la famosa carrera de obstáculos que el colegio Las Colinas organiza cada año.
En uno de los entrenamientos que hacen todos los días, Ada y Nico son atrapados por un ente que se esconde en el bosque de Brisas Verdes. Éste ente les hace viajar en el tiempo para cumplir una misión: evitar que el comando Moonwalker boicotee el lanzamiento del Apolo 11. Ada y Nico han sido transportados al año 1969 a Cabo Cañaveral. Su contacto, la comandante Alice, les pone al día de cómo funcionan sus esferas (una especie de reloj con varias funciones muy especiales) que les ayudarán en su próxima misión.
Iban, Irina y Mitsuko son niños como ellos, pero estos son letales espías que conforman el comando Moonwalker. Este grupo está infiltrado entre los alumnos del campamento espacial Space Camp, donde Ada y Nico deberán tenerlos bajo vigilancia y evitar que lleven a cabo sus fechorías.
¿Conseguirán Nico y Ada atrapar a los Moonwalkers?
Ada, Nico y las Esferas del tiempo: Misión Moonwalker es la última novela de Pepa Mayo, autora que cuenta en su haber con varios libros publicados, como Tritón y el niño de mar (Palabras de Agua, 2012), La tarta mágica de Darla (Palabras de Agua, 2014), Un fantasma en Villa Florita (Tyrannosaurus Books, 2012), Prometeo 3000 (Editálica ,2006) y la novela corta Samuel (Legua Editorial 2016), aparte de su participación en un buen puñado de antologías con varias editoriales.
En esta nueva novela, la autora vuelve al género infantil-juvenil, donde quizás es más conocida por sus anteriores libros, e inicia una saga de libros protagonizada por Ada y Nico, y que se ambientarán en distintas épocas de la historia, donde tendrán que realizar distintas misiones, con la peculiaridad de que interactuarán con personajes reales de la historia, como es en este primer volumen, cuya acción ocurre en el año 1969 y en Cabo Cañaveral, en pkena preparación del histórico viaje que llevará los astronautas Armstrong, Collins y Aldrin a pisar la Luna, uno de los momentos más importantes de la historia de la humanidad.
Pero para Ada y Nico no será un viaje temporal para estar de vacaciones, ni mucho menos, ya que tendrán que impedir que tres niños de su misma edad, y que forman el comando Moonwalker saboteen el lanzamiento de la nave Apolo 11. Para lograrlo tendrán que infiltrarse en el Space Camp, un campamento que ha creado la NASA para que los niños descubran el fabuloso mundo del espacio y sus misterios, y quien sabe, quizás algún día, alguno de ellos se acabe convirtiendo en un astronauta de renombre.
Nuestra pareja protagonista tendrán que afrontar un buen puñado de aventuras y resolver varios misterios en su enfrentamiento con el trio que forman el comando Moonwalker. ¿Lograrán conseguir que se realice el lanzamiento de la nave espacial y haga el histórico viaje a la Luna? Eso es algo que el lector descubrirá leyendo esta apasionante novela.
Ada, Nico y las Esferas del tiempo: Misión Moonwalker es una novela infantil ideal para los peques de la casa, y la ocasión perfecta para juntar a la familia y leerlo todos juntos, ya que a pesar de que está recomendada para los niños, es una historia que disfrutará todo tipo de lector, desde los pequeños hasta los mayores, todo gracias al estilo ameno, directo y fácil de leer con el que está escrita esta novela, con el añadido de las increíbles ilustraciones que forman parte del libro, concretamente son dos ilustraciones por cada capítulo, una más pequeña y en blanco y negro y otra a página completa y a color, todas ellas de una gran calidad, obra del ilustrador Roc Alemany, un autor versátil, ya que ha realizado portadas, pinturas de todos los tipos, como por ejemplo la portada y las ilustraciones interiores de la antología Malditas Bastardas, una obra completamente opuesta a esta que se reseña.
La historia contiene mucha acción, aventuras a cada cual más increíble, todo ello adornado de un humor que hará que todo aquel que se adentre en la novela sonría en varias ocasiones. A destacar también los diálogos, que reflejan de una manera real el cómo hablan los niños, con sus sueños, sus ganas de divertirse y su afán de aventuras.
Los personajes son uno de los puntos fuertes de la novela, ya que todos tienen una personalidad propia y definida, y actúan como tendrían que hacerlo los niños de sus edades. Ada y Nico, los protagonistas lograrán que los peques que se adentren en esta historia disfruten con sus aventuras y se sientan como si estuvieran dentro de ellas. Todo un acierto de la autora.
No hay que olvidarse que a pesar de que estamos ante una historia infantil de aventuras, la autora se ha documentado bastante en lo referente al tema de la NASA, y todo lo que rodeó a la misión del Apolo 11. Se nota el cuidado y el mimo con el qué está escrita la novela, ya que todo lo relacionado con el tema espacial, las naves, vehículos y demás está muy bien logrado.
La edición de la novela, a cargo de Applehead Team, está muy cuidada. La letra es grande, lo que facilita su lectura a los niños, las ilustraciones son el complemento perfecto a la historia, son una auténtica maravilla. Es el libro ideal para regalar a los peques, que pasarán muy buenos y divertidos ratos con su lectura.
En definitiva, Ada, Nico y las esferas del tiempo: Misión Moonwalker es una novela perfecta para que la pueda leer toda la familia, y es el primero de lo que espero sea una saga que hará las delicias de todos los que se adentren en el fascinante mundo de estos dos entrañables niños. Larga vida a Ada y Nico.
Disney está aprovechando la compra de Lucasfilm y se propone que durante unos cuantos años (si la cosa no cambie) tengamos dosis anuales de Star Wars. Recordemos que el año pasado por estas fechas ya se nos (re)enganchó a esta saga con El Despertar de la Fuerza. Y mientras esperamos al Episodio VIII, Disney ha decidido abrir un nuevo camino con una serie de spin-offs que cuenten nuevas historias a parte de las correrías estelares de la familia Skywalker y amigos. Es así como nació la idea de Rogue One. El primero de estos títulos individuales que vuelve a hacernos visitar las salas de cine con las ganas de volver a visitar Una Galaxia Muy Muy Lejana...
Tomando como punto de partida un hecho apenas mencionado en la primera película de la saga, Una Nueva Esperanza, como es el robo de los planos de la temida Estrella de la Muerte por parte de unos Rebeldes anónimos. Y que acabarán en manos de ese granjero llamado Luke que terminará por convertirse en el héroe de toda la Galaxia. Rogue One se presenta como un vistazo más maduro a este universo creado por George Lucas revelando, de paso, el tan criticado motivo de esa falla estructural en la temida súper arma y descubriéndonos a estos héroes que permitieron que la chispa de la Rebelión quemase de verdad al imponente Imperio.
Aunque ya de entrada la premisa me atrajo, llegué a temer por el producto final. Pues resulta que esta película sufrió cambios en el guión y hasta se regrabaron escenas con apenas unos meses para que llegase su estreno. El temor porque Disney decidiese hacer más "amigable" la cinta, cargándose el atractivo de la propuesta me acompañó hasta mi visita a la sala de cine... Y se esfumó con el transcurso de los minutos de metraje.
No hace falta la ausencia de la ya clásica introducción escrita descendente para darnos cuenta de que estamos ante una cinta que quiere tomar un nuevo rumbo de la saga madre (sin olvidarse NUNCA de que es una película de Star Wars y que precede a la emblemática Una Nueva Esperanza). Y, por supuesto, uno más maduro. Aprovechando un poco el no tener a todas esas hordas de espectadores más "casuals" al no ser un Episodio de la saga. Es lo que espero que supongan estos spin-offs: disfrutar de nuevos puntos de vista de esta saga. Explorar nuevos mundos, tonos y personajes. Y esta película decide aprovechar el convulso y oscuro período en el que se enmarca para darnos una película de corte bélico que se distancia un poco del tono ligero space opera de la saga madre. Porque, sí. TODAS las películas de Star Wars tratan el tema bélico (por algo ese título), pero ha sido Rogue One la que ha aprovechado de verdad este tema, ofreciéndonos el relato más crudo y oscuro de la saga a excepción del querido El Imperio Contraataca y el tramo final de La Venganza de los Sith.
Puede que a muchos le parezca que la película tarda en arrancar. Y que es a partir de la primera aparición de la temida super arma del Imperio cuando de verdad comienza la acción que no decae hasta la soberbia escena final. Aunque en mi caso lo que sí he de decir es que con esa considerable duración no se haya hecho un mejor trabajo a la hora de trabajar los personajes principales. Pero hay que saber admitir que esta película ha trabajado con un enorme elenco de personajes (tanto principales como secundarios) y que también podríamos empezar a vislumbrar este problema con la reciente El Despertar de la Fuerza.
Felicity Jones (La Teoría del Todo, Un Monstruo Viene a Verme) nos proporciona un nuevo personaje femenino para destacar en este universo. Aunque es verdad que la actuación de Jones está bastante limitado por la escritura del personaje (a quien no le vendría mal algo más de exposición de su pasado hasta que toca embarcarse en esta aventura).
Diego Luna (Elysium, Blood Father) logra destacar más gracias a su personaje. Su Cassian Andor nos revela el Lado Oscuro de la Rebelión. Y aunque pueda chocar bastante su cambio de parecer en cierto punto de la película. El propio personaje no olvida lo que es y ha hecho en nombre de la Rebelión. Y este punto ha sido MUY de agradecer. A diferencia de lo visto en la trilogía original, en Rogue One no tenemos precisamente "Buenos" ni "Malos". Solo individuos que persiguen sus propios ideales que chocan contra los de otros y que deben hacer cosas bastante cuestionables en pos de la victoria. Esto llega a verse incluso desvirtuado en el grupo conocido como "Los Partisanos" que son los responsables de una de las escenas más duras del film y que parece que quieren ser el reflejo de lo que ocurre actualmente en Oriente Próximo.
El resto de personajes de este equipo también destacan en cuanto a su caracterización. Y aunque es cierto que se podría haberse dedicado más tiempo y esfuerzo en su construcción cumplen con creces para con la historia y logran empatizar con el público en mayor o menor medida. Además de que sus interacciones no se sienten tan forzadas como las que pudimos ver hace poco en Escuadrón Suicida (no es gratuita la comparación).
Mención aparte para el droide reprogramado Imperial al que presta su voz en la Versión Original el actor Alan Tudyk (este año también puso voz al gallo Hei Hei en Vaiana). K-2SO acaba descubriéndose como algo más que el alivio cómico y termina por darnos uno de los momentos más dolorosos de la película.
Comentar la participación de Forest Whitaker (El Mayordomo, Repo Men) y Mads Mikkelsen (Doctor Strange, Hannibal). El primero con un personaje que viene de la mismísima serie animada de The Clone Wars y el segundo siendo el ingeniero verdaderamente responsable de la construcción de la Estrella de la Muerte y culpable del fatídico fallo estructural. Ambos personajes se sienten DEMASIADO desaprovechados. Pero es cierto que se agradece cada minuto de su participación. Una verdadera lástima.
Esperaba que esta película dejase en excelente lugar al Imperio. Y vaya si lo ha hecho. En Rogue One sí que podemos sentir ese titánico poder que se supone que dominó la Galaxia hasta que Luke comenzó su carrera como Jedi. Y Ben Mendelsohn (Slow West, Mátalos Suavemente) se descubre como un gran villano que no necesita ostentar el título de Darth.
Y hablando de Darth. Por supuesto hay que hablar de uno de los puntos por los que muchos espectadores han acudido a ver Rogue One: la aparición de Darth Vader. Decir que es más que un cameo. Que se ha respetado muy bien la indumentaria con la que se dio a conocer al mundo en Una Nueva Esperanza. Y que dejará a los fans sin aliento en una de las últimas escenas del film.
Está en recuerdo de todos la dolorosa muerte de Constantino Romero, doblador del inconico personaje (en Estados Unidos siguen teniendo a James Earl Jones). Y aunque llegué a pensar que se molestarían en hacer retoques en la sala de mezclas para hacernos del todo felices a los fans. Decir que no es del todo horrible la voz del nuevo doblador (además de que ya se nos la presentó gracias a la serie Star Wars: Rebels).
Tocando el tema del doblaje al español. Resulta ser un punto negativo cuando escuchamos las voces para los personajes de Riz Ahmed (Bodhi Rook) y Donnie Yen (Chirrut Îmwe). Uno, se ha ganado a la fuerza el apodo que ya recorre internet de ser una especie de "Apu de los Simpson" y al otro le han cascado una bochornosa voz con acento asiático. Por no hablar de las traducciones como la del cariñoso apodo de Jynn que en original es Stardust ("Polvo de Estrellas").
Si el año pasado nos sorprendimos con el estupendo trabajo de efectos prácticos y demás a la hora de llevar a la gran pantalla esta Galaxia y sus habitantes. Preparaos para quitaros el sombrero ante lo que veréis en Rogue One. Ya tan solo en las partes de Jedha vemos más trabajo artesanal que en todo El Despertar de la Fuerza. El uso del CGI sí que queda relegado para lo puramente necesario. Como esa increíble Batalla Final o a la hora de recrear o hacer aparecer a varios personajes de la película de 1977 (con mayor o menor acierto). Y atentos, porque Rogue One está REPLETO de cameos, guiños y referencias que harán salivar de la emoción a los verdaderos fanáticos de esta saga. Tanto los más evidentes como los más rebuscados (atentos, fans de Star Wars: Rebels). Es por este motivo por el cual me costaría recomendar esta película para los espectadores profanos. Por muy independiente que sea, me parece un verdadero delito perderse todos esos detalles que hacen que la película se disfrute a más niveles. Para eso es mejor ver El Despertar de la Fuerza, resulta más accesible, cumpliendo mejor con su labor de enganchar a nuevos espectadores.
Muy bien hicieron al confiarle el puesto de director a Gareth Edwards (Monsters, Godzilla). Que ha demostrado ser un fan de la saga a la vez que ha insuflado unos agradecidos y maduros aires con esta película. Por no hablar de unos cuantos momentos que son para enmarcar tanto por su espectacularidad como emoción. Sobre todo de cara a la recta final. Donde se alcanza unas cotas de dramatismo que podrían llegar a contagiarnos una pesimista sensación. Es entonces cuando se agradece el saber qué ocurrirá después y abrazando esa reconfortante "Esperanza" que será vital en el futuro de ese Universo. Muy bien ha tenido que hacerlo Gareth para que un fanático del Imperio como un servidor se haya sentido por ratos Rebelde. Me gustaría que Disney tuviese en consideración a Edwards para futuros spin-offs.
Dedicar unas palabras a la estupenda BSO que firma Michael Giacchino. Y que en tan solo 4 semanas de trabajo logra (Doctor Strange, El Amanecer del Planeta de los Simios) recoger con gran acierto el testigo del gran John Williams entremezclando temas clásicos con nuevos y potentes temas que ya de por sí logran contagiarte de la épica de este relato.
Rogue One es una agradecida película para quien busque algo más de seriedad en este fascinante Universo pero sin dejar de tener en cuenta todos los elementos que hacen grande a esta saga (la Fuerza aún está muy presente).
De ser como esta, habrá que tener en cuenta a los futuros spin-offs (que serán sobre Han Solo y Obi Wan Kenobi). Y, cómo no, al ansiado Episodio VIII. En el que ahora, más que nunca, tras la esperanza que nos han regalado los héroes de Rogue One, confiamos en que sorprenda.
Lo Mejor: La seriedad de la que hace gala y el respeto por la trilogía clásica. Toda la recta final.
Lo Peor: Lo desaprovechados que están Whitaker y Mikkelsen. El doblaje.
2016 está siendo uno de los mejores años para todo amante del cine de superhéroes. Comenzamos con la brutal e irreverente Deadpool. Continuamos con la amada y odiada, a partes iguales, Batman V Superman: El Amanecer de la Justicia para seguir con los piques de supers con Capitán América: Civil War. Y poco después nos enfrentamos a la apocalíptica nueva aventura de los X-Men de Fox (y no me olvido que en unos meses daremos la bienvenida al Doctor Strange en el UCM). Pero lo que muchos estábamos esperando de verdad era la película que hoy nos ocupa. Una que tiene a villanos y antihéroes como los inesperados héroes para la ocasión. Siendo una oportunidad de oro para el reciente DC Extended Universe de ofrecer algo nuevo y fresco en este género.
Pero antes de meternos de lleno en la crítica, me tomaré la libertad de redactar unas líneas para aquellos que descubrieron la existencia de este grupo de DC cómics cuando anunciaron esta película. Y es que, aunque hayan dado el salto de las viñetas a la (pequeña) pantalla en varias ocasiones (siendo la más reciente la que vimos en Arrow) y en una estupenda película animada (Batman: Assault on Arkham). Siguen siendo bastante desconocidos para el gran público.
En sus orígenes editoriales (que datan de la década de los cincuenta), el Escuadrón Suicida se formó durante la Segunda Guerra Mundial con un grupo de soldados indisciplinados y que eran carne de cañón para misiones extraoficiales. Al poco (y con la introducción del personaje del coronel Rick Flag Sr.) se redujo la plantilla y sus aventuras ya tenían a monstruos gigantes, alienígenas y otras amenazas que convertían al grupo en un sustituto de la Sociedad de la Justicia de América (grupo que veremos en la segunda temporada de la serie Legends of Tomorrow). El Escuadrón caería en un olvido del que no saldría hasta los años ochenta cuando el artista John Ostrander le dio un lavado de cara en el 3º número de Legends, para descubrirnos al grupo que hoy en día conocemos: esa panda de villanos y antihéroes encarcelados que podían reducir sus condenas actuando en suicidas misiones extraoficiales del Gobierno Estadounidense bajo la amenaza de detonar explosivos que se les introducían en sus cuerpos si trataban de escapar o abandonar la misión.
Muchos personajes pasaron por este grupo con más o menos suerte (con el reinicio del Universo DC con los New 52, la introducción de Harley Quinn hizo que el grupo ganase más popularidad) y lo cierto es que el Escuadrón no ha tenido mucha relevancia en el Universo DC. Con lo que esta película es toda una arriesgada apuesta como lo fue hace poco para Marvel Studios, Guardianes de la Galaxia. Aunque a diferencia de esta, que venía tras unas cuantas películas que ya habían asentado su Universo Cinematográfico, Escuadrón Suicida supone el tercer film del DC Extended Universe tras El Hombre de Acero y Batman V Superman.
Aunque a lo largo de los meses la película logró conformar un solido fandom a su alrededor que aguardaba impaciente la llegada del 5 de Agosto. Al igual que ocurrió recientemente con Batman V Superman, ha sido bastante lapidada por la crítica especializada. Llegando a mosquear al personal tanto, que incluso algunos comenzaron una campaña en Change.org para pedir el cierre del portal Rotten Tomatoes (una tontería si recordamos que esta web solo recoge críticas y que Warner Bros. posee gran parte del dominio). Pero es cierto que entre los críticos parece haberse generalizado una fobia a las capas y superpoderes. O al menos a los de DC... o eso parece. Ya que les perdonan a las producciones Marvelitas bastantes fallos y carencias que achacan a las producciones DC.
Pero vayamos a lo importante... ¿Escuadrón Suicida merece esa quema en la crítica? Pues, en mi opinión, al igual que en Batman V Superman (que me encuentro entre los dos bandos... aunque tirando por los desencantados), no lo veo tan justo. Si eres uno de los que esperaban esta película desde su primer trailer o simplemente quieres divertirte en la sala de cine. No te cortes y hazte con tu entrada.
Aunque sí que es cierto que la película ha resultado ser bastante decepcionante si nos la ponemos a valorar más allá del simple producto de evasión de verano.
"El mundo aún está haciéndose a la idea de la pérdida de su mayor héroe y la proliferación de otros seres superpoderosos. Esto no pasa desapercibido para Amanda Waller, líder de una organización secreta (A.R.G.U.S) del Gobierno Estadounidense que pretende reunir a un grupo de criminales con poderes o habilidades que pueda ser su equipo de respuesta ante tales amenazas. Y ahora este recién compuesto Escuadrón Suicida tendrá que enfrentarse ante su primera misión... y no morir en el intento".
Pues sí, la película comienza justo tras los sucesos vistos en Batman V Superman. Siendo todo un acierto para la cronología, que aprovecha todo este vacío causado tras la batalla de Superman, Batman y Wonder Woman contra Doomsday y Lex Luthor y antes de la llegada de la Justice League, para ofrecernos esta gamberra aventura.
Aunque se ha respetado el tono impuesto por Zack Snyder (300, Watchmen) en las anteriores películas del DC Extended Universe. En los primeros minutos ya podemos notar el toque que trae David Ayer (Fury, Sabotage). Con un característico estilo "undergound" y marginal que ya es todo un sello de identidad de esta producción. Aunque es cierto que acaba viéndose afectada por su saturación. Pareciendo que para ser villano tienes que ser un pandillero o gangsta con tu cuerpo salpicado con tatuajes, cadenas y adornos de oro y ropa customizada.
Con este nuevo estilo que se le insufla a este Universo Cinematográfico comenzamos a conocer a los miembros del Escuadrón. En una primera parte que puede ser la más lenta, pero a la vez resulta la mejor de la película al poder ver en ella el potencial con el que Warner jugaba y que, desgraciadamente, desaprovecha a partir de esta presentación.
Estos forzados héroes no son más que una panda de criminales, asesinos o pirados con poderes. Y esto es algo que se va diluyendo desde que el Escuadrón se completa. Ofreciéndonos una versión más macarra y extrema (eso sí) de lo que nos han malacostumbrado este cine. Pero que desde luego está a años luz de lo que debería ser este Escuadrón Suicida. Que a parte de una mala repartición de protagonismo y escritura de los personajes, se le une la falta de una calificación R que les limita y descafeína demasiado.
Otro duro golpe para la producción y que hace que tenga otra cosa en común con Batman V Superman, a parte de las malas críticas, es el gravísimo recorte para hacer el montaje presentado en cines. Esto es fácil de comprobar si uno revisiona los trailers de la película, donde notará que no son pocas las escenas que no se encuentran en la película (y la mayoría eran escenas memorables). Haciendo que muchos no se corten al asegurar que lo mejor de Escuadrón Suicida fueron sus trailers. Y la cosa es tan serie que incluso Jared Leto (El Club de la Lucha, Dallas Buyer Club) ha cargado contra esta decisión en recientes entrevistas. Y tras hacerse públicas varias escenas eliminadas (que os aseguro que cambian mucho la película), solo queda esperar a que Warner Bros. también saque una Ultimate Edition de esta película como hizo con Batman V Superman.
Como os decía, a partir de la primera parte de la película esta va deshinchándose. Aunque mantiene la atención del espectador gracias a la acción "marca de la casa Ayer" en ese "paseo" por esa demencial ciudad al más puro estilo "1997: Rescate en Nueva York" hasta que se ve encaminada a ese decepcionante y genérico tercer acto final que parece que ya es todo un cliché de este género (y en el que más se ha prodigado Marvel Studios, todo hay que decirlo). Dando al traste la oportunidad que tenía DC de destacar de verdad con esta película que podía haber sido otro soplo de aire fresco al género.
Una trama mal llevada (que se le perdonaría, como hice con Deadpool, si aprovechase los otros elementos con los que juega) y una amenaza que resulta ser bastante grandilocuente para lo que pedía esta película (sobre todo con ese Joker callejero pululando por ahí). Aunque no voy a negar que me ha gustado que la parte mágica y mística del Universo DC ya esté la mar de asentada (adelantándose a Marvel y su Doctor Strange) y no se corten a la hora de trasladarla con todo su tenebrista estilo (¿aún hay esperanzas para una película de live action de La Liga de la Justicia Oscura?). Pero a la hora de la verdad acaba siendo demasiado simple. Por no hablar de que uno de los villanos (además de verse afectado por los terribles efectos digitales) acaba siendo innecesario (tan solo se le perdona por el momento de lucimiento de El Diablo).
Pero guardemos las piedras y vayamos un poco con los halagos. Es hora de hablar de sus personajes:
Estaba claro que un personaje como Harley Quinn. Que ganó tanta popularidad en su debut en la serie animada de Batman de los noventa que se vieron "obligados" a introducirla en el canon editorial de los cómics DC. Y que es el personaje estrella para disfrazarse (o cosplayarse, como quieran decirlo) en convenciones de cómics, fiestas de Halloween y Carnaval. Iba a ser uno de las mayores bazas de esta película. Al igual que en los últimos cómics, esta alocada villana goza de gran protagonismo (aunque no tanto como el que servidor temía). Y bastante justificado, por cierto. A pesar de que Margot Robbie (El Lobo de Wall Street, Focus) no tenga precedentes con los que compararse en con el personaje que interpreta, se nos contagia el entusiasmo y cariño que la australiana le ha insuflado. Perturbada, peligrosa, sensual y, a la vez, inocente.
A pesar de que el cambio de raza del personaje (algo que también se está dando mucho en las adaptaciónes comiqueras), mosqueó bastante, estaba claro que Will Smith (Hancock, Men In Black) no iba a decepcionar como Deadshot. Tampoco lo tenía difícil. Su personaje es el verdadero alma del Escuadrón. Por no hablar de que es el personaje mejor tratado y con transfondo para hacer conectar mejor al público. Pero Will también le dota de su incombustible carácter que tanto agrada al público. Asegurándose un aplaudido debut en el DC Extended Universe.
Estos dos son los que se comen la mayor parte del protagonismo. Algo esperado, pero que acaba doliendo al no ofrecernos una verdadera obra coral.
Joel Kinnaman (Robocop remake) cumple como Rick Flag. Simple y llanamente. Aunque lo intentan, no ayuda que le añadan el interés romántico a su sobrio personaje. Lo cierto es que acabas pensando en qué pasaría si Tom Hardy (Origen, Mad Max: Furia en la Carretera) hubiese aceptado este papel...
Aunque hemos podido ver al personaje de Amanda Waller un par de veces en la pequeña pantalla, Viola Davis (Criadas y Señoras, El Juego de Ender) SÍ que hace honor al personaje que encarna y nos descubre a esta implacable mujer que ha llegado a encararse con la mismísima Liga de la Justicia. Desde luego, espero que Waller sea un personaje recurrente en el DC Extended Universe.
La reinvención de Encantadora me ha gustado bastante a nivel estético (bebe bastante de los espectros del cine de terror oriental). Aunque por desgracia, la modelo Cara Delevigne (Ciudades de Papel, Pan) aún tiene mucho que aprender sobre la actuación (esto se ve cuando la vemos como June Moon). Sobre todo si este personaje vuelve a cobrar su relevancia en otra producción DC.
Hay que aplaudir que esta película suponga el primer acercamiento para muchos de desconocidos personajes de las viñetas de DC cómics. Aunque se aprovechen más o menos. En el caso de El Diablo (Jay Hernández) han logrado clavarlo. Aunque no se explora casi nada el origen de sus poderes, resultan estar de lo más aprovechados. Por desgracia en la parte final tenemos un momento bastante forzado y cuestionable que hace palidecer al "SAVES MARTHA" de Batman V Superman.
Katana (Karen Fukuhara) acaba siendo una mera secundaria que, por lo menos, tocan su historia por encima a la espera de poder explorarla en futuras apariciones.
Un personaje que está dolorosamente dejado de lado es el del Capitán Boomerang. Que el actor Jai Courtney (Divergente, Terminator: Génesis) interpreta la mar de bien, pero al que solo le permiten realizar un par de gracietas (a costa, sobre todo, de un unicornio de peluche) y que pedía más piques con el personaje de Deadshot, como ocurre en las viñetas.
Killer Croc (Adewale Akinnuoye-Agbaje) es otro desaprovechado. Y Slipknot (Adam Beach) no pasa de ser un figurante.
Por cierto, aunque se creó una gran expectación por el misterioso papel del actor Scott Eastwood (muchos decían que podía ser Deathstroke), este no es más que un soldado a las órdenes de Flag. Al igual que el villano que encarna el rapero Common (Selma. Ahora Me Ves) tampoco es para nada relevante.
Y ahora sí, toca hablar de uno de los temas que dio más de qué hablar sobre esta película: El Joker de Jared Leto.
No son pocos los que siguen obnubilados por la personal y nietzscheana versión de la némesis de Batman que encarnó en su día el difunto Heath Ledger (Destino de Caballero, El Patriota) en El Caballero Oscuro. Y que en cuanto vieron el extremo look del Joker de Leto ya decidieron decirle adiós a esta nueva versión.
¿Y al final, qué? ¿Qué me pareció?
Pues por desgracia apenas hemos tenido un breve vistazo a este Joker. No siendo más que una mera presentación a la espera de que pueda cerrar bocas en futuras apariciones. Aunque es cierto que la exagerada estética "gangsta" ha acabado por hacer perder bastante entidad del personaje (eso y que el doblaje español ha dejado DEMASIADO que desear). Por no hablar de uno de los puntos más negativos que le veo a esta película. Y esa es la idealización de la relación del Joker y Harley. A no ser que seas un neófito que solo tiene como referencia los "fan-arts" que puedes encontrar en Tumblr. sabrás que la relación del Joker y Harley no es para nada sana (no es raro que su primer arco argumental en los cómics de este dúo se titulase "Amor Loco"). Siendo para Harley una peligrosa obsesión y para el Joker, una valiosa arma andante. El Joker no quiere a nadie más que a sí mismos (y puede que a Batman). Y aunque muestre alguna que otra vez muestras de afecto hacia Harley, estas no son más que parte del falso idilio en el que la tiene sumida. Por desgracia en la película parece que estamos ante un sucedáneo de Crepúsculo con villanos (claramente realizado para llenar más butacas con jovencitas/os que creen que este par son la pareja perfecta).
Aclarar, por si aún había alguien que piensa lo contrario, que el Joker no es más que un personaje secundario. Su trama, aunque algo relevante (y forzada), no es más que un aperitivillo para hacer más atractiva esta propuesta (aunque podría haber sido algo más).
Si se suponía que Batman V Superman tenía que ser la argamasa que sustentase los cimientos de este Universo Cinematográfico. Creo que Escuadrón Suicida sí que ha sido la que ha ejercido mejor esta labor. Ha propuesto nuevos temas y elementos, además de abrir todo un abanico de posibilidades para este Universo Fílmico. Se siente más integrada a este mundo de metahumanos y organizaciones secretas. Y sus cameos sí que están bien utilizados. Y sí, además de la ya conocida aparición de Batfleck (que, por desgracia, no es tan dura y oscura como se nos prometió), tendremos nuevo vistazo de otro esperado personaje de Justice League (quédense a la escena entre créditos) que hará las delicias de muchos.
También resaltar la cantidad de guiños y referencias que se gasta y que no son tan rebuscados como los de Batman V Superman.
Aunque la BSO no es bastante destacable. Sí que lo acaba siendo su soundtrack, entre los que tenemos temazos como el Bohemian Rhapsody de Queen, Without Me de Eminem, el House of Rising Sun de Animals. Y las canciones originales para la película como el Purple Lamborghini de Skrillex y Rick Ross, Sucker for Pain (con Imagine Dragons, Lil Wayne y Wiz Khalifa) o el Heathens de Twenty One Pilots. Que transmiten la mar de bien el tono que pretenden contagiarnos con Escuadrón Suicida.
Escuadrón Suicida entretiene, sí. Pero a la vez decepciona al ser una propuesta que no se explota. Que se ve afectada por los clichés del género y una visión descafeinada de lo que debería ser este grupo. Otra oportunidad pérdida para el DC Extended Universe que lleva tres películas sin terminar de saber cómo encarar sus adaptaciones. Esperemos que en su anunciada secuela no repitan los errores del pasado. Que compartan adecuadamente el protagonismo de los integrantes del Escuadrón, que cuiden mejor su argumento y amenaza, que no sufra de severos recortes en su edición y que les concedan la calificación R que tanto necesitan para hacer destacar de verdad a esta agrupación.
El año que viene será un momento crucial con los estrenos de Wonder Woman y la primera parte de Justice League. Que deberán dejar claro que los chicos de Warner y DC tienen claro cómo encarar sus historias a partir de ahora y demostrar que su Universo Cinematográfico es digno de seguirle la pista.
Lo Mejor:Su primera parte. Acaba entreteniendo pero sin ser el hitazo blockbuster que se esperaba.
Lo Peor:Es una película MUY desaprovechada a la que no ayuda nada los recortes de su versión de cine. Su acto final. La exagerada idealización de la relación de Harley y el Joker.
Magín ha conseguido fusionar la Ciencia Ficción con la Aventura Marítima en una novela que te hará reflexionar y disfrutar a partes iguales.
Ben y Virgana vagan a la deriva por un mundo acuático. Unos seres terribles los acechan cada día al caer la noche. La tecnología no los puede ayudar, fallos inexplicables impiden el correcto funcionamiento del sistema de propulsión de la embarcación. Marius Tercero, una inteligencia artificial de última generación, orbita el planeta estudiando un plan de rescate. Se trata de un plan que implica poner en riesgo su propia existencia: con ello espera, además, encontrarse a sí mismo y avanzar en su programación original.
La editorial El Transbordador viene haciendo las cosas muy bien desde sus inicios cuando nos presento Ciudad de Heridas de Miguel Córdoba, la que fue una de las mejores lecturas de 2015 para un servidor.
Su siguiente publicación fue una antología de Superhéroes y Villanos llamada Supermalia y coordinada por Enrique Montiel de Arnaiz (Bulearías Nazis) la cual ha cosechado muy buenas críticas y AQUÍ podéis ver la extensa reseña que hizo nuestro compañero Jorge Herrero.
Deriva de Magín Méndez fue la tercera publicación de la editorial, si hablo en pasado ya que al catálogo de Ediciones El Transborador se han sumado dos obras más: Relatos del Universo Lejano de Carlos Almira y El Tapiz Invisible de Juan Antonio Fernández Madrigal.
Este libro llegó a mis manos por sorpresa. Antes de publicarse yo ya conocía la existencia de este libro e incluso la brillante portada, que más tarde hablaré de ella, y era una obra que me llamaba mucho la atención y que tenía en esa lista de pendientes de compra que todo lector hacemos. Por sorpresa el cartero apareció y me llego este magnífico regalo de Pilar y Jordi, los editores de la editorial. Bendito regalo y bendita sorpresa.
Deriva es una novela que en poco más de 200 páginas no cuenta una magnífica historia de supervivencia marítima mezclada con ciencia ficción que otras obras u otros autores necesitarían 400 o 500. Esta es la primera virtud de Magín a la hora de escribir, no se anda por las ramas, no nos llena de paja innecesaria páginas y páginas. Nos cuenta lo que queremos saber sin enredarse en subtramas, descripciones, flashbacks y demás que a veces aportan poco o nada a la historia.
Deriva es la historia de dos náufragos llamados Ben y Virgana, con personalidades muy distintas, deben sobrevivir en un planeta acuático a bordo de una embarcación bastante inestable y en la que diferentes incidentes los han desconectado de la nave principal y han muerto la gran mayoría de la tripulación. Pero toda esta expedición no tendría razón de ser sin “Padre” una inteligencia artificial que se ha hecho con el control total de la humanidad y que además también ha enviado a otra inteligencia artificial creada totalmente por él llamada Marius el cual tendrá una gran relevancia en la historia e incluso poco a poco irá construyendo sus propias opiniones.
Hablaba de las gran diferencia de personalidad entre Ben y Vergana y esa es otra de las grandes bazas con las que cuenta esta historia. Magín a conseguido crear dos personajes muy diferentes que se solapan y se complementan a la perfección incluso habiendo tantos conflictos y enfrentamientos por culpa de esas contrapuestas personalidades.
Otra de las grandes virtudes, por lo menos para mi aunque entiendo que para otros pueda ser un error, es la humanización de las IA artificiales. Esto te da mucho que pensar y por esto digo que esta novela tiene un trasfondo más allá de una novela de ciencia ficción o aventuras ya que consigue que te hagas varias preguntas. ¿Es posible que en un futuro veamos “robots” o inteligencias artificiales manejando humanos? Hoy en día dependemos más de la tecnología de lo que nos imaginamos.
Esta es una obra que yo recomendaría tanto a los amantes de la Ciencia ficción como a todos aquellos que están empezando con este género literario ya que esta obra nos da todo lo que necesitamos sin necesidad de rellenos y con una narración directa y sin contemplaciones.
Y como siempre ahora es el momento de hablar de estas personas que a veces en el mundo de la literatura quedan algo olvidadas, si me refiero a los partidistas o ilustradores. En este caso solo tengo magníficas palabras para Cecilia G.F. ya que su ilustración me parece una maravilla. Tuve la suerte de ver esta ilustración cuando todavía no estaba ni anunciada esta obra y ya les dije a los editores que me parecía brutal y un gran acierto. Pues una vez la ves en directo todavía mejora más. Capta perfectamente la esencia de la obra y te crea la necesidad de interesarte por ella y esto es precisamente la función de una portada. Gran trabajo.
Enhorabuena Magín por esta genial novela que puede ser leída por todo tipo de públicos, incluso me atrevo a decir que también es una perfecta novela para que jóvenes que todavía no se han acercado a la Ciencia Ficción lo hagan con ella. Y a los que nos gustan las aventuras y la Scify como es mi caso es un disfrute de principio a fin. Enhorabuena.
Otro mensaje para Pilar y Jordi, editores de El Transbordador. Seguid así, el trabajo que estás haciendo es impecable, tanto la elección de los escritores como la de los ilustradores y sin olvidarme de la edición de dichas obras. Me consta que trabajáis y mucho y editoriales como la vuestra son las que necesitamos hoy en día. Bravo.
Ya han pasado la friolera de 13 años, desde que Peter Jackson finalizó su legendaria trilogía cinematográfica de El Señor de los Anillos, con el estreno de El Retorno del Rey. Dejando un gran hueco dentro del cine del género de fantasía épica. A lo largo de los años, fueron unos cuantos los intentos de sacar adelante esta clase de historias sin mucho éxito. E incluso hace nada que Peter Jackson intentó repetir el éxito de El Señor de los Anillos, adaptando el relato de El Hobbit sin nada de acierto.
La verdad, es que este género ha logrado prosperar más en la pequeña pantalla gracias al exitazo del canal HBO: Juego de Tronos. Que suple al fanático de este tipo de historias de su buena dosis de tierras legendarias, guerreros de capa y espada, magia y criaturas fantásticas. En menor medida (y centrada más a un público joven) tenemos la reciente Las Crónicas de Shannara. Ambas series basadas en extensas sagas literarias.
Pero Warcraft, parece que viene con la intención de recuperar el espíritu de este género en pantalla grande. Y, además, con reivindicación doble, ya que se trata de una adaptación de un videojuego.
Si algo hay que temer del cine actual, además de los remakes/reboots y spin-offs, es a las adaptaciones... y más si son de videojuegos. Se pueden contar con los dedos (incluso de una mano) esta clase de películas que son, al menos, aceptables. Y esta y la próxima película de Assassin´s Creed se han realizado con la intención de cambiar esto.
De Assassin´s Creed aún no puedo hablar. Pero de Warcraft, sí. Y lo cierto es que, aunque supone un tímido pasito adelante para que las cosas cambien, no es la gran adaptación que tanto esperábamos.
Puede que seas alguien que, incluso, no conozca nada de Warcraft. Si es así, permítame descubrirte que se trata de una saga de videojuegos de la compañía Blizzard Entertainment, que ya cuenta con dos décadas de historia. Siendo sus primeras entregas, de rol estratégico que asentaba un mundo y personajes que invitó a conformar una solida comunidad de fans. Pero lo que de verdad hizo que Warcraft estuviese en boca de todo el mundo, que cruzase fronteras y que mucha gente se pasase la mayor parte del día en fantásticas aventuras virtuales, fue la expansión de este videojuego al terreno de los MMORPG (Multijugador Masivo en Línea) bajo el título de World of Warcraft.
Por supuesto, estamos ante una (muy) lucrativa franquicia que cuenta con una extensa variedad de merchandasing. Entre el que se cuentan novelas y cómics que amplían la interesante y aprovechable mitología presentada en los videojuegos.
La idea de trasladar Warcraft al cine no es nada nuevo. Cumpliéndose este año diez años de espera desde que se hizo su anuncio oficial. Muchos cambios (el más conocido fue el reemplazo de Sam Raimi por Duncan Jones como director), retrasos y decisiones se tomaron desde entonces. Pero por fin podemos asistir a este choque de mundos y ver si el traslado al cine le ha sentado bien y este puede ser el origen de una épica saga de fantasía épica.
Y el resultado es... muy irregular. El producto final resulta quedarse a medio camino entre contentar a los fans del videojuego y al espectador profano, sin acabar de llegar a ninguno de ellos.
Pero vayamos por partes... ¿Qué nos quiere contar Warcraft: El Origen?
"El mundo que habitan los temibles orcos agoniza. Su líder, el brujo Gul´dan encuentra el modo de sobrevivir, abriendo un portal que conecta con otro mundo. Decide enviar una avanzadilla para preparar el terreno para la llegada de la Horda y reclamar el dominio de ese nuevo mundo. Es así como se prende el fuego de una guerra que podría evitarse con una inesperada Alianza."
La película comienza fuerte. Siendo el prólogo, lo más emocionante y recordado de todo el conjunto de la película. Ya que va de más a menos desde sus primeros minutos.
Lo cierto, es que varios problemas y carencias de esta película me remiten a la reciente Batman V Superman: El Amanecer de la Justicia. Siendo las más sangrantes el caótico montaje (demasiadas transiciones de escenarios seguidos, escenas superpuestas y fuera de lugar...) y el olvidarse, precisamente, de que es una adaptación cinematográfica y no una alargada cinemática para su próxima entrega jugona. Las salas de cine no solo las llenan los fanáticos de los videojuegos, y el espectador medio no tiene porque chaparse toda su historia antes de sentarse en la butaca.
Se nos presentan a los dos facciones de la territorial disputa: los orcos y los humanos. Y como ya me temía, es la parte no humana la que no está para nada desarrollada.
El caso más reciente que recuerdo (y que más me cabreó) fue el de El Amanecer del Planeta de los Simios. En el que los humanos parecían ser del todo prescindibles. Pero en este caso, el tema es más criticable. Si hace nada que Capitán América: Civil War nos ofrecía un conflicto (más "modesto y simple") en el que se trabajaba mínimamente a cada facción, sus integrantes y motivaciones. En Warcraft todo se desdibuja. Sobre todo en la parte humana. Siendo los orcos, los verdaderos protagonistas. Y sobre todo, el personaje de Duratan (Tobey Kebbell), a quien el espectador se agarra como si de un ancla se tratase, para no perderse a lo largo del metraje.
Cuesta empatizar con la parte humana del reparto, argumental y actoralmente hablando, haciendo que los supuestos momentos épicos del film sean totalmente descafeinados.
Y en medio de ambos bandos, tenemos al mestizo personaje de Garona (Paula Patton), quien promete entregarnos los temas más interesantes de la película a costa de su dual lealtad. Pero, a pesar de presentarse, se olvidan de desarrollarlos a costa de meter con calzador un insípido romance con Lothar (Travis Fimmel) que nos remite al que tuvimos la desgracia de soportar en la trilogía de El Hobbit con Tauriel y Kili.
La película avanza a un ritmo rápido y a trompicones que puede hacer perder al espectador profano. Quien necesitaba más tiempo para tener constancia de varios personajes, lugares y elementos que aparecen a lo largo de la película de forma abrupta. Además de encarar la recta final de manera desastrosamente atropellada y dejando con la miel en los labios al espectador. Quien se queda con la sensación de que la película empieza cuando termina. Y llegando a hacerle pensar que ha perdido el tiempo y que esta historia podría haberse resumido más y mejor, pudiendo convertirse en un estupendo prólogo como el de la guerra contra Sauron al comienzo de La Comunidad del Anillo. Y esto, a pesar de tener "cierta" lógica al estar pensada para ser una saga, puede pasarle factura como en el caso de Eragon o tenerlo en una eterna espera para la continuación como con Avatar.
Al final. a Duncan Jones le ha venido muy grande el encarar esta súper producción. No se nota nada la mano del director de la magnífica Moon y la muy disfrutable Código Fuente en ningún momento de la película. Se ha dejado llevar tanto por las normas de los blockbusters y el querer contentar a los fans (y eso que, al parecer, él es uno de los más fervientes, aunque no se corta a la hora de tomarse ciertas licencias), que ha dejado bastante de lado la historia y el qué y cómo la quería contar.
De todos modos, la película entretiene y llega a cumplir como cinta de evasión. Se han esmerado a la hora de llevar a la gran pantalla todo ese mágico mundo y sus criaturas (con mayor acierto por la parte orca y peor en criaturas como los hipogrifos). Y la BSO de Ramin Djawadi (Pacific Rim) ayuda a contagiar mucha de la épica que le falta al film.
Esperemos que encaren mejor las futuras entregas (lo bueno viene a partir de ahora) y que lleguen al término medio para que tanto los que vienen del videojuego como los que acaban de descubrir Azeroth, la Horda y la Alianza, puedan disfrutar al 100% en las salas de cine.
Lo Mejor:Los Orcos y el prólogo que protagonizan.
Lo Peor:Guión flojo. Montaje abrupto y confuso y se puede hacer bastante intragable al profano.