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sábado, 11 de marzo de 2017

Opinión cinematográfica: "Logan" - Crítica de Rubén Giráldez


La serie animada de los X-Men de los noventa (sí, esa que tiene una de las sintonías más pegadizas de la historia) comenzó a dar a conocer al personaje de Lobezno a más personas que los lectores habituales de cómics. Pero no fue hasta el año 2000 cuando Fox y Bryan Singer (Valkiria, Superman Returns), cuando el personaje tuvo el reconocimiento mundial. El encargado de dar vida al personaje, fue el actor australiano Hugh Jackman (Australia, Van Helsing). Quien en un principio no tuvo el beneplácito de la comunidad comiquera (no era bajito ni poco agraciado y peludo como su homólogo en las viñetas). Pero que a lo largo de los años ha acabado por ganarse por méritos propios el derecho a portar el título y las garras de su personaje.
Lobezno ha sido pilar clave en la franquicia cinematográfica realizada por Fox a costa del Universo Mutante de Marvel Cómics. Apareciendo en prácticamente todas las películas. Tanto como protagonista o como en forma de cameo (hasta en Deadpool se esmeraron en hacer mención tanto al personaje como al actor). Y cuando se pensó en realizar un spin-off de alguno de los mutantes. Fox no dudó mucho en darle la oportunidad a Lobezno. Dándonos la tan criticada X-Men Orígenes. A la que siguió Lobezno Inmortal. Una película que aunque resulta ser más aceptable que su predecesora, se queda demasiado a deber teniendo en cuenta que se trata de una historia de Lobezno en Japón. 

Ya han pasado 17 años desde que Hugh Jackman diese vida por primera vez a este mutante canadiense en la primera entrega de X-Men. El actor, que ya tiene 48 años y que recientemente tuvo complicaciones con su cáncer de piel, siente que ha llegado el momento de decirle adiós a este personaje que tanta fama le reportó. Y lo hace con este final de trilogía de Lobezno en solitario titulada simplemente LOGAN. Y vaya si lo hace por la puerta grande.
James Mangold vuelve a sentarse en la butaca del director (además de firmar la idea original de la película) tras Lobezno Inmortal y con una historia que se basa en la aclamada obra de Mark Millar El Viejo Logan. Pero, ojo, no se trata de una adaptación como se podía pensar en un inicio (aunque adaptar esta obra es una tarea complicada tirando a imposible al tener en cuenta que no era una historia que solo implicaba a los X-Men sino a TODO el Universo Marvel). De la obra rescatan todo ese tono crepúscular que tan bien viene si se quiere contar la última historia del mutante canadiense.
La película nos arroja sin ningún pudor a un mundo desolador en el que somos testigos del ocaso de dos grandes héroes que ven la oportunidad de redimirse y volver a ser lo que alguna vez fueron al tratar de poner a salvo a una niña que podría ser el futuro de los suyos.
No hacen falta ni cinco minutos para sentir que esta película es algo más que una cinta de superhéroes. No serán pocos los que repudien LOGAN precisamente por dejar de lado el "pijameo" al que estamos tan acostumbrados recientemente (aunque se juegue bastante bien con el tema gracias al uso de los cómics y su metalenguaje). Porque si le quitamos los poderes y el resto de elemento fantásticos, nos encontraríamos con un western fronterizo. Pero antes de ser una gran película de superhéroes, LOGAN es una gran película a secas. Tanto que FOX decidió realizar la premiere en el Festival de cine de Berlín, junto a tantas otras propuestas de cine indiependiente o de corte intimista. Porque LOGAN también juega en esa liga. El drama está presente a lo largo de la película. Al igual que la acción que tanto pide la historia y el personaje. Pero no deja de ser una propuesta diferente en el género. Mientras Marvel Studios parece que se está acomodando demasiado y el DC Extended Universe sigue sin despegar del todo. Parece que es FOX (y quién lo diría hace unos años) quien está sabiendo jugar con esto tras la estupenda Deadpool o la interesante serie Legión (aunque por el camino hayamos tenido la tópica y cuestionable X-Men: Apocalipsis). 
Hay algo más entre los trajes, los poderes, los planes malvados... y LOGAN lo sabe y lo arranca para mostrarlo sin ningún filtro. Algo a lo que ayuda esa agradecida calificación R que ya debería dejar claro que esta no es una película para niños (y esto va MUY en serio). Claramente influida por el éxito de Deadpool, pero que el propio Jackman aseguró al llegar a recortar bastante su sueldo para que la película fuese todo lo dura que debía ser. 
Sí, la calificación R viene bastante motivada por la violencia de la que hace gala LOGAN (porque sí, han tardado 17 años en darse cuenta que los golpes de unas garras de adamantium arrancan algo más que gritos de dolor). Aunque no llega a ser gratuita, sí que puede llegar a conmocionar a espectadores algo impresionables. Pero donde la película de verdad se gana de verdad esta calificación es en la dureza de sus escenas y personajes. En cómo se muestra este mundo más "real", peligroso y decadente. Y en cómo representa a sus avejentados personajes. No solo vemos los efectos de la edad en sus rostros. Podemos sentir ese cansancio que traspasa la edad, que proviene del dolor y sufrimiento y que amenaza con hacerles caer en el abismo a la mínima oportunidad. Es devastador ver así a unos personajes que tan poderosos eran en las anteriores películas de la franquicia. Pero esto no hace más que enriquecerlos y darles una profundidad como pocas veces se ha visto en una adaptación de cómic.

Por fin vemos a Logan ser el personaje violento y amargado de las viñetas (una lástima que esta sea la primera y última vez que lo hagamos). Tras tantos años divirtiéndose con el personaje. Hugh Jackman se pone todo lo serio que implica esta historia que quiere mostrarnos el ocaso de esta leyenda. Aquel que se caracterizaba por tener un factor curativo que le permitía seguir vivo más de un siglo y que se curaba al instante de cualquier herida recibida. Siente ahora cada golpe. Su poder está fallando. Y el recubrimiento de adamantium en su esqueleto que terminaba de convertirlo en el imparable guerrero que buscaban en Arma X está comenzando a envenenarlo por dentro. Parece que lo único que lo mantiene con vida es el deseo de cuidar de otro acabado X-Men. Patrick Stewart (Excalibur, Star Trek: La Nueva Generación) también dice en esta película adiós a su Profesor X. Y lo hace de una forma desgarradora. Con este esperanzador personaje a merced de la edad, ciertos problemas mentales que lo vuelven inestable y unos remordimientos que ocultan una terrible revelación. Stewart aprovecha esta gran oportunidad para regalarnos una magnífica y desgarradora interpretación.
También contamos con la aparición de otro mutante al que ya pudimos ver en X-Men: Apocalipsis. Aunque esta vez encarnado por el actor Stephen Merchant (Movie 43, The Big Bang Theory) y que se "corrompe" con la esencia desprendida por el dúo Logan-Xavier. Aunque al poco de presentarlo parece que su participación en la película está más motivado por su poder como recurso argumental que por el personaje en sí. 
La verdadera sorpresa está en la jovencísima Dafnee Keen como Laura Kinney/X-23. De madre española y padre británico, la pequeña hace su debut en el cine tras participar en la serie Refugiados. Y se muestra como toda una revelación interpretando un personaje para nada fácil y habitual. Su actuación se basa en su mayoría en su cara. Y como hizo Charlize Theron con su Furiosa en Mad Max: Fury Road, Dafnee transmite todo lo que su personaje siente al espectador con su mirada. Y además tiene la peculiaridad de que su personaje acaba siendo el personaje más violento de la película, llegando a quitarle el puesto a Chlöe Moretz (La Quinta Ola, Malditos Vecinos 2) y su Hit-Girl de Kick-Ass. Pero sin olvidar que al fin y al cabo, sigue siendo una niña.
Hablando sobre los villanos. Está claro que una película como LOGAN no requieren de un malvado de opereta y grandes ínfulas de dominación mundial. Aunque esto acaba siendo uno de los temas más cuestionables de la película. Y se siente como una extensión del operativo que encabezaba Ajax (Ed Skrein) en Deadpool.
Boyd Hoolbrok (a quien se le conoce por su papel en la serie Narcos) encarna a una especie de cazarrecompensas con brazo robótico al que se le encomienda la tarea de recuperar a la fugada X-23. Y es una lástima que su participación se sienta tan desaprovechada. Al igual que el resto de su grupo, a quienes les falta más contexto para terminar de justificar sus implantes robóticos. 

Richard E. Grant (Jackie, El Gran Halcón), a quien vimos en la escena post créditos de X-Men: Apocalipsis y del que se llegó a decir que encarnaría al mismísimo Mr. Sinister (el villano aún puede aparecer en la futura entrega de X-Men o en Deadpool 2) también sale a deber. Aunque no llegando al punto de desmerecer esta intención de mostrarnos una amenaza más "empresarial". 
La verdadera amenaza es una inesperada sorpresa que ya es aplaudible tan solo como su significado como metáfora.  
El tema de la cronología es un asunto bastante peliagudo que tratar en la saga X-Men en cine. FOX ha descuidado demasiado todo esto logrando que el desconcierto reine con cada nueva película y que incluso Días del Futuro Pasado provocase una nueva línea temporal para tratar de no repetir errores del pasado. Tanto el director como el propio Hugh Jackman han asegurado que LOGAN transcurre en una línea temporal ajena al resto de películas. Algo que también comparten con El Viejo Logan, que también se desembarazaba de la continuidad de la Tierra-616. Aunque sí que es cierto que podemos toparnos con easter-eggs y referencias a pasadas películas de la franquicia. Y con todo lo acontecido en la recta final, bien podrían aprovechar para encarar la nueva etapa de los X-Men en cines (pero eso habrá que verlo con mucha lupa).
Tanto como la fotografía y la BSO son excelentes añadidos para terminar de redondear la cuidada atmósfera neo western con la que juega LOGAN. Y la puesta en escena de este particular futuro me fascinan. Aunque no resulta tan apocalíptica como el futuro mostrado en Días del Futuro Pasado. Podemos sentir el paso de los años y lo cambiado que está este universo gracias a puntuales pero agradecidos detalles (los añadidos en el coche de Logan, las protesis de los Reavers, el maíz sintético...) que dotan de más personalidad a la cinta.

Si bien LOGAN es una GRAN película. Me duele tener que admitir que no es la obra maestra que bien podría haber sido. Se nota que James Mangold tiene más libertad creativa, pero aún así no logra salvar unos cuantos problemas e incongruencias que, aunque no entierren a la propuesta, sí que llegan a molestar y descolocar. Como cierta escena con un móvil que, para que nos entendamos, recuerda a la parte de los archivos de los Metahumanos de Lex Luthor en Batman V Superman. Y en casi toda la recta final (uno no puede decir nada de los últimos cinco minutos sin sentir un nudo en el estómago). También parece, que la película no es todo lo emotiva que debería (teniendo en cuenta que Mangold dice haberse inspirado bastante en El Luchador).
Pero al final, uno se ve obligado a dejar todo eso de lado para levantarse y aplaudir a todo aquel que ha hecho posible esta película. No solo es la mejor película de la franquicia mutante de FOX y de las mejores del género. LOGAN logra traspasar géneros para darnos una increíble historia sobre la redención, la familia y el paso del tiempo. Siempre es duro decir adiós, y esta vez no iba a ser diferente.

Lo Mejor: Por fin se ha hecho justicia al personaje (aunque sea para decirle adiós).
Lo Peor: Que por algún que otro motivo me duela no poder declararla Obra Maestra.



viernes, 10 de junio de 2016

Opinión cinematográfica: "Warcraft. El origen" - Crítica de Rubén Giráldez


Ya han pasado la friolera de 13 años, desde que Peter Jackson finalizó su legendaria trilogía cinematográfica de El Señor de los Anillos, con el estreno de El Retorno del Rey. Dejando un gran hueco dentro del cine del género de fantasía épica. A lo largo de los años, fueron unos cuantos los intentos de sacar adelante esta clase de historias sin mucho éxito. E incluso hace nada que Peter Jackson intentó repetir el éxito de El Señor de los Anillos, adaptando el relato de El Hobbit sin nada de acierto.
La verdad, es que este género ha logrado prosperar más en la pequeña pantalla gracias al exitazo del canal HBO: Juego de Tronos. Que suple al fanático de este tipo de historias de su buena dosis de tierras legendarias, guerreros de capa y espada, magia y criaturas fantásticas. En menor medida (y centrada más a un público joven) tenemos la reciente Las Crónicas de Shannara. Ambas series basadas en extensas sagas literarias.

Pero Warcraft, parece que viene con la intención de recuperar el espíritu de este género en pantalla grande. Y, además, con reivindicación doble, ya que se trata de una adaptación de un videojuego.
Si algo hay que temer del cine actual, además de los remakes/reboots y spin-offs, es a las adaptaciones... y más si son de videojuegos. Se pueden contar con los dedos (incluso de una mano) esta clase de películas que son, al menos, aceptables. Y esta y la próxima película de Assassin´s Creed se han realizado con la intención de cambiar esto.
De Assassin´s Creed aún no puedo hablar. Pero de Warcraft, sí. Y lo cierto es que, aunque supone un tímido pasito adelante para que las cosas cambien, no es la gran adaptación que tanto esperábamos.

Puede que seas alguien que, incluso, no conozca nada de Warcraft. Si es así, permítame descubrirte que se trata de una saga de videojuegos de la compañía Blizzard Entertainment, que ya cuenta con dos décadas de historia. Siendo sus primeras entregas, de rol estratégico que asentaba un mundo y personajes que invitó a conformar una solida comunidad de fans. Pero lo que de verdad hizo que Warcraft estuviese en boca de todo el mundo, que cruzase fronteras y que mucha gente se pasase la mayor parte del día en fantásticas aventuras virtuales, fue la expansión de este videojuego al terreno de los MMORPG (Multijugador Masivo en Línea) bajo el título de World of Warcraft.
Por supuesto, estamos ante una (muy) lucrativa franquicia que cuenta con una extensa variedad de merchandasing. Entre el que se cuentan novelas y cómics que amplían la interesante y aprovechable mitología presentada en los videojuegos.
La idea de trasladar Warcraft al cine no es nada nuevo. Cumpliéndose este año diez años de espera desde que se hizo su anuncio oficial. Muchos cambios (el más conocido fue el reemplazo de Sam Raimi por Duncan Jones como director), retrasos y decisiones se tomaron desde entonces. Pero por fin podemos asistir a este choque de mundos y ver si el traslado al cine le ha sentado bien y este puede ser el origen de una épica saga de fantasía épica.
Y el resultado es... muy irregular. El producto final resulta quedarse a medio camino entre contentar a los fans del videojuego y al espectador profano, sin acabar de llegar a ninguno de ellos. 
Pero vayamos por partes... ¿Qué nos quiere contar Warcraft: El Origen?
"El mundo que habitan los temibles orcos agoniza. Su líder, el brujo Gul´dan encuentra el modo de sobrevivir, abriendo un portal que conecta con otro mundo. Decide enviar una avanzadilla para preparar el terreno para la llegada de la Horda y reclamar el dominio de ese nuevo mundo. Es así como se prende el fuego de una guerra que podría evitarse con una inesperada Alianza."

La película comienza fuerte. Siendo el prólogo, lo más emocionante y recordado de todo el conjunto de la película. Ya que va de más a menos desde sus primeros minutos.
Lo cierto, es que varios problemas y carencias de esta película me remiten a la reciente Batman V Superman: El Amanecer de la Justicia. Siendo las más sangrantes el caótico montaje (demasiadas transiciones de escenarios seguidos, escenas superpuestas y fuera de lugar...) y el olvidarse, precisamente, de que es una adaptación cinematográfica y no una alargada cinemática para su próxima entrega jugona. Las salas de cine no solo las llenan los fanáticos de los videojuegos, y el espectador medio no tiene porque chaparse toda su historia antes de sentarse en la butaca. 
Se nos presentan a los dos facciones de la territorial disputa: los orcos y los humanos. Y como ya me temía, es la parte no humana la que no está para nada desarrollada.
El caso más reciente que recuerdo (y que más me cabreó) fue el de El Amanecer del Planeta de los Simios. En el que los humanos parecían ser del todo prescindibles. Pero en este caso, el tema es más criticable. Si hace nada que Capitán América: Civil War nos ofrecía un conflicto (más "modesto y simple") en el que se trabajaba mínimamente a cada facción, sus integrantes y motivaciones. En Warcraft todo se desdibuja. Sobre todo en la parte humana. Siendo los orcos, los verdaderos protagonistas. Y sobre todo, el personaje de Duratan (Tobey Kebbell), a quien el espectador se agarra como si de un ancla se tratase, para no perderse a lo largo del metraje.

Cuesta empatizar con la parte humana del reparto, argumental y actoralmente hablando, haciendo que los supuestos momentos épicos del film sean totalmente descafeinados.
Y en medio de ambos bandos, tenemos al mestizo personaje de Garona (Paula Patton), quien promete entregarnos los temas más interesantes de la película a costa de su dual lealtad. Pero, a pesar de presentarse, se olvidan de desarrollarlos a costa de meter con calzador un insípido romance con Lothar (Travis Fimmel) que nos remite al que tuvimos la desgracia de soportar en la trilogía de El Hobbit con Tauriel y Kili.
La película avanza a un ritmo rápido y a trompicones que puede hacer perder al espectador profano. Quien necesitaba más tiempo para tener constancia de varios personajes, lugares y elementos que aparecen a lo largo de la película de forma abrupta. Además de encarar la recta final de manera desastrosamente atropellada y dejando con la miel en los labios al espectador. Quien se queda con la sensación de que la película empieza cuando termina. Y llegando a hacerle pensar que ha perdido el tiempo y que esta historia podría haberse resumido más y mejor, pudiendo convertirse en un estupendo prólogo como el de la guerra contra Sauron al comienzo de La Comunidad del Anillo. Y esto, a pesar de tener "cierta" lógica al estar pensada para ser una saga, puede pasarle factura como en el caso de Eragon o tenerlo en una eterna espera para la continuación como con Avatar.

Al final. a Duncan Jones le ha venido muy grande el encarar esta súper producción. No se nota nada la mano del director de la magnífica Moon y la muy disfrutable Código Fuente en ningún momento de la película. Se ha dejado llevar tanto por las normas de los blockbusters y el querer contentar a los fans (y eso que, al parecer, él es uno de los más fervientes, aunque no se corta a la hora de tomarse ciertas licencias), que ha dejado bastante de lado la historia y el qué y cómo la quería contar. 
De todos modos, la película entretiene y llega a cumplir como cinta de evasión. Se han esmerado a la hora de llevar a la gran pantalla todo ese mágico mundo y sus criaturas (con mayor acierto por la parte orca y peor en criaturas como los hipogrifos). Y la BSO de Ramin Djawadi (Pacific Rim) ayuda a contagiar mucha de la épica que le falta al film. 
Esperemos que encaren mejor las futuras entregas (lo bueno viene a partir de ahora) y que lleguen al término medio para que tanto los que vienen del videojuego como los que acaban de descubrir Azeroth, la Horda y la Alianza, puedan disfrutar al 100% en las salas de cine.

Lo Mejor: Los Orcos y el prólogo que protagonizan.

Lo Peor: Guión flojo. Montaje abrupto y confuso y se puede hacer bastante intragable al profano.


lunes, 7 de diciembre de 2015

Opinión Serie: "Jessica Jones" - Reseña de Rubén Giráldez


No solo el cine vive una época dorada gracias a los superhéroes. La pequeña pantalla ya tiene en su haber unas cuantas producciones que confirman el buen momento por el que está pasando el género.
Gran parte de la culpa la tiene, sobre todo, el canal CW. Que tras dar por finalizada esa longeva serie sobre un joven Clark Kent/Superman titulada Smallville, decidieron probar suerte con otro héroe de La Liga de la Justicia. (Green) Arrow no solo fue la nueva apuesta superheroíca del canal, sino que supuso el comienzo de un universo compartido televisivo que componen además la serie de The Flash, la miniserie animada Vixen y el próximo crossover Legends of Tomorrow.
Otros canales como FX nos han querido dar una nueva forma de ver a los superhéroes con Powers. O han querido repetir la fórmula Smallville (querer mostrar un conocido héroe de DC, como es Batman, antes de que se consolide como tal) como está haciendo Fox con Gotham. O, simplemente, se les da por querer ir a lo fácil y dar un mero entretenimiento como la CBS con Supergirl.
Y os estaréis preguntando. ¿Y qué ocurre con Marvel Studios? Esos que han creado un universo cinematográfico a partir de la primera entrega de Iron Man y que llenan salas de cine con cada estreno. Pues sus primeras jugadas en la televisión no fueron superheroícas "del todo". Siendo Agentes de SHIELD y Agente Carter sus primeras series en el canal ABC. Series que enriquecen más el UCM, pero que no son lo que buscan muchos espectadores. Por suerte para ellos, Marvel Studios hizo una nueva jugada maestra: aliarse con el gigante del entretenimiento visual, Netlfix.
La idea de esta unión es realizar cuatro series ambientadas en el UCM sobre cuatro personajes, más o menos, desconocidos por el gran público que confluirán en una temporada coral titulada Los Defensores.
La primera de ellas, Marvel´s Daredevil fue todo un exitazo. Aclamada tanto por el público como por la crítica. Ofreciendonos un producto de gran calidad del género y que es considerada, por muchos (entre los que me incluyo), la mejor adaptación de este tipo realizada hasta la fecha.
Tras semejante carta de presentación, le ha tocado el turno a Jessica Jones, de continuar caminando por la senda que el Diablo de Hell´s Kitchen ha dado a conocer. Pero... ¿Quién ******* es Jessica Jones? Porque la verdad, es que el personaje es hasta desconocido por muchos lectores de cómics Marvel.
Jessica Jones ha visto la luz en las viñetas muy recientemente. Naciendo en el 2001 en la línea Max, dedicada a las historias más adultas de la editorial, gracias al reconocido Brian Michael Bendis y Michael Gaydos. Este personaje protagonizó su propia serie ALIAS y consiguió más popularidad gracias a su relación con Luke Cage/Powerman que la hizo cruzarse más de una vez con Los Vengadores y otros tantos personajes.
Así que este personaje no es como Daredevil, quien goza de décadas de recorrido por las viñetas y ya se dio a conocer al gran público con la mediocre cinta protagonizada por Ben Affleck (Argo, Dogma). La serie tenía que dar a conocer al personaje... Y vaya si lo ha hecho.
Lo primero que hay que dejar claro es que Jessica Jones NO es una serie de superhéroes. Al menos, no una al uso. Claro que el personaje hará gala de sus super habilidades, aunque sea de un modo bastante sútil. Y se tocan temas ya conocidos por los amantes de este género. Pero si la misma Jessica aún no ha conseguido salvarse a sí misma... ¿cómo se va a pensar si quiera defender su barrio? Y menos, la ciudad o el mundo...
Con solo los primeros minutos del primer episodio, ya nos queda claro que nos enfrentamos ante una historia puramente noir o hardboiled. Los escenarios, los personajes, la intro, la banda sonora, la voz en off de la protagonista hablando de su trabajo como detective privado... Los lectores de ALIAS, pueden respirar aliviados. La esencia de estos cómics no deja de respirarse en Jessica Jones.
Si Daredevil nos descubrió que el UCM tenía esquinas y callejones oscuros, preparaos. Porque en Jessica Jones os arrojaréis de cabeza a la realidad más cruda y sucia de Marvel Studios. Siendo este, su producto más arriesgado y maduro hasta la fecha y que decide no cortarse a la hora de mostrarnos la violencia o sadismo necesario o incluso escenas de sexo (aunque en estas se corten más a la hora de mostrar los cuerpos femeninos).
Krysten Ritter (Breaking Bad, Big Eyes) fue muy criticada en su momento, cuando fue la elegida para encarnar a Jessica Jones. Y aunque yo también llegué a mostrar mi temor, tan solo basta el primer episodio para descubrir que Ritter ha nacido para interpretar a este personaje. Uno muy especial y bastante duro. Una persona que ha visto su vida truncada desde muy joven y que siempre que ha intentado recomponerla, otro ha acabado volviendo a desperdigar los pedazos. Desde luego es una superheroína poco convencional. Bebedora, malencarada y que usa sus poderes para beneficio propio. También es un personaje que viene a revindicar los estereotipos femeninos que solemos ver en muchas series y películas. Jessica no es perfecta, acaba acercándose mucho al término "marimacho", es una pateatraseros de campeonato. Y aún así, no pierde la femenidad y se muestra bella y sexy.
En el resto del reparto, encontramos que los mejores secundarios también son mujeres. Porque sí, Jessica Jones es una serie feminista. Pero no a la manera de Supergirl. Es una serie unisex en la que los personajes femeninos acaban teniendo más importancia y revelancia. Siendo el mejor ejemplo, el personaje de "Trish" Walker, la amiga de Jessica. A pesar de carecer de poderes, demuestra ser una perfecta aliada para Jones. Por no hablar de ser su mejor apoyo (y la cosa es mutua). Siendo ella, además, la instigadora del intento de que Jessica se convierta en una superheroína (regalándonos la estupenda referencia a Joya) y teniendo un transfondo que enriquece aún más al personaje (ojalá llegarla a ver embutirse en el disfraz de Hellcat).
Por otro lado, tenemos a Carrie Anne Moss (Trinity en la trilogía Matrix), cuyo personaje en los cómics es varón. Dando vida a una abogada para la que trabaja a menudo Jessica y que protagoniza una de las subtramas de la serie. Implacable a la hora de conseguir lo que quiere, y cuya inclinación sexual no hace más que sumar atractivos al personaje.
Si con Krysten Ritter llegué a dudar, con Mike Colter (Salt, Men In Black III) no lo hice ni por un segundo. Y me alegra haber descubierto que no me equivoqué y que su Luke Cage está impecable. Por no hablar de que su participación no es tan solo un cameo, siendo bastante importante en el desarrollo de la trama. Pero sin olvidar que esto es solo la presentación del personaje, que aún tiene pendiente estrenar su serie que, si no hay problemas, se estrenará el año que viene.
El resto de secundarios cumple (destacando el personaje de Simpson, que de saber aprovecharlo, tendrá un gran futuro en el universo televisivo de Netflix). Aunque hay que reconocer que sus subtramas son uno de los puntos negativos de la serie. Sí, están bien planteadas y resultan interesantes. Pero acabamos viendo como van a ninguna parte. Llegando a desear que se las hubiesen ahorrado para haber dejado que la serie fuese más dinámica.
Este problema parece tener su origen en la concepción de la serie. Que, en un primer momento, tenía pensado estrenarse en el canal ABC. Llegando a tener muchos más capítulos en los que poder desarrollar mejor las tramas del vecino yonqui de Jessica, la extraña pareja de hermanos del piso de arriba, el divorcio de Jeryn Hogarth, la revelación sobre el origen de los poderes de Jessica... Pero al querer integrarlos en el "formato Netflix" acaban quedando mal y pareciendo un burdo intento de repetir la fórmula de los secundarios de Daredevil. En la que las subtramas de Foggy. Karen y la señora Cardenas o la de Ben Urich, se integraban a la perfección a la trama principal.
Y llegamos al punto en el que Jessica Jones se gana más aplausos: el villano.
¿Cuántas veces habremos escuchado o leído eso de que un héroe se mide por sus villanos? Y esto poco lo hemos visto en las películas del UCM, donde los villanos son mucho ruído y pocas nueces. Pero por suerte, la pequeña pantalla parece engendrar los mejores villanos de este universo (os recomiendo volver a fijaros en Grant Ward de Agentes de SHIELD).
David Tennant, el décimo Doctor Who, abraza el lado oscuro con el papel de Zebediah Killgrave. Un hombre con la habilidad de controlar mentes y que destroza las vidas de todo aquel que se cruza en su camino. Siendo Jessica, una de sus víctimas, y la que más ha calado en la vida de este monstruo.
Tennant se roba la serie con este fascinante personaje. Maquiavélico y encantador a partes iguales. Un verdadero sádico (puede hacer que te cortes la garganta como que te pone a mirar una pared hasta que él quiera) y villanazo que no tiene porque tener planes de dominación o destrucción mundial para ganarse el título. Él tan solo se vale de sus poderes para conseguir lo que quiere, sin tener en consideración los daños colaterales de sus actos. Además, gracias a él, vemos una de las relaciones héroe-villano, más estrechamente enfermizas desde el Batman-Joker.
Considero tan bueno el trabajo de Tennant, que no me corto a la hora de decir que Killgrave llega a superar al Joker de El Caballero Oscuro. Aunque no me atreva a quitarle el puesto de Mejor Villano del UCM a Wilson Fisk por varios motivos. El principal es el intento de humanizar al personaje con esa reinterpretación de la génesis del personaje. Por otro lado, tenemos el hecho de no atreverse a hacer que Killgrave fuese del todo El Hombre Púrpura (quedando todo en la ropa y en un guiño en el último episodio), queriéndo aferrarse del todo a ese tono de seriedad "a lo Nolan". Y por último está su desenlace, que no voy a revelar por razones obvias...
Jessica Jones puede llegar a no ser lo que muchos esperan. No es una serie de superhéroes (su protagonista lo deja bien claro), tiene un ritmo más lento que Daredevil, y se siente mucho más ajena a todo el universo al que pertenece (aunque no se libra de alguna referencia y aparición de personajes de la serie del Diablo). Pero sin ninguna duda, es de las mejores series de este año. Melissa Rosenberg, difamada por muchos por ser guionista de Crepúsculo (olvidándose de su trabajo en la serie Dexter), ha desempeñado una gran labor como showrunner de este serie. Ofreciendo un producto maduro, de calidad, y que demuestra ser femenino sin caer en el "girl power" en el que se ampara Supergirl.
El binomio Marvel Studios-Netflix ya ha demostrado ser todo un éxito. Ahora estamos a la espera de la segunda temporada de Daredevil, la llegada de Luke Cage y la futura aparición de Puño de Hierro. Y aunque la propia showrunner ha comentado que no saben si llegarán a realizar la segunda temporada de Jessica Jones (personalmente, creo que es mejor así y dejar esta serie como una rara avis), estaremos atentos a las apariciones del personaje en Los Defensores y, posiblemente, en Luke Cage.
Lo Mejor:  La calidad de la serie. Su madurez y su villano.
Lo Peor:   Las subtramas y el ser menos dinámica que Daredevil.


viernes, 21 de agosto de 2015

Opinión cinematográfica: "Ted 2" por Rubén Giráldez


Crítica TED 2
¿Quién es Seth Macfarlene? Pues el genio tras las series de aimación como Padre de Familia, American Dad y el cancelado spin off El Show de Cleveland. Un hombre con un gran sentido del humor, mordaz, crítico e irreverente como él solo. Y que hace unos años vio la oportunidad de dar el salto a la gran pantalla. ¿Y cómo lo hizo? Pues con TED.
"Del creador de Padre de Familia". Esta frase se leía en todos los pósters y trailers de TED. Y con razón, ya que el humor Macfarlene no es para todos los públicos. Y sí, la película era puro Macfarlene. La historia sobre el deseo de un niño que hizo cobrar vida a su osito de peluche y que con el paso de los años, este acabó convirtiéndose en un malhablado, putero y fumeta de mucho cuidado.
La película era la perfecta mezcla de comedia romántica y de colegas con el inconfundible sello Macfarlene y que resultó ser una de las comedias más taquilleras de la historia, recaudando diez veces lo invertido.
Tras esto, Seth se atrevió con Mil Maneras de Morder el Polvo, que nos trasladaba al salvaje Oeste para reírnos un rato con esa época. La película se ganó no pocos abucheos. Cierto que sufrió de un ritmo irregular, pero para nada fue el desastre que muchos no se cansaron de afirmar. Así que Seth tenía que pensarse seriamente su siguiente paso cinematográfico. Y estaba claro que iba a ser la continuación de TED.
Y aún así, la crítica se ha cebado con esta secuela tildándola de innecesaria, pérdida de tiempo, criticando su (falta de) humor y demás... La verdad es que yo me pregunto si esos críticos han visto los anteriores trabajos de Macfarlene. Porque una cosa está clara: NO son fans de Seth Macfarlene ni de su humor. TED 2 sigue teniendo ese sentido del humor único. Aunque sí que reconozco que la fórmula parece perder chispa en esta secuela. Pero para nada merece tal fusilamiento.
¿Qué nos cuenta TED 2? Pues empezamos la película como la acabamos en la primera parte: con una boda. Esta vez la de Ted y "La Vane". Pero pronto este matrimonio entrará en el típico bache que solo un hijo puede solucionar. Pero tras el intento fallido de inseminación artificial toca probar la adopción. Será entonces cuando el estado dictamine que Ted no es una persona y comenzará el infierno personal del osito. ¡Toca luchar por legalizar a Ted!
Muchos ya critican la premisa, cuando lo cierto es que es genial. Entre las manías de Seth Macfarlene está la de criticar. Sobre todo a su país (tras hacerlo con el canal que acoge sus series: FOX). Y estaba claro que no iba a perder la oportunidad de tocar el tema de los derechos civiles (más humanos, en este caso). ¿De verdad que América es la tierra de las oportunidades y libertades como no se cansan de repetir como si de un esologan de Burger King se tratase? Hay un momento en el que el propio Ted dice que también representa a los gays. Y no es difícil pensar que es el perfecto oso (ese hombre peludito que se dedica a dar abrazos que amenazan con romperte la espalda).
Así que ya tenemos una buena excusa de argumento para dar rienda suelta al humor y el desenfreno. Porque la verdad es que la historia está mejor llevada que en la primera parte (al final se salvaba por tener de prota a un osito de peluche). Y eso que la película alcanza las casi dos horas de duración.
Para empezar se nota la ausencia de Mila Kunis (El Libro de Eli, El Destino de Júpiter), que se resuelve nada más empezar la película. Y aunque muchos la echen de menos por ser la contraparte de los protagonistas, la verdad es que me alegra su ausencia. Y en mi caso, he ganado con el cambio. Es gracioso ver a la encantadora Amanda Seyfried (Mamma Mia!, Querido John) en un papel tan macarrilla como es la de la joven abogada de Ted.
Mark Whalberg (Trasformers 4: La Era de la Extinción, El Incidente) sigue con su papel de niño grande. Y aunque no ha cambiado nada desde la primera parte, seguro que ninguno quisiese eso. Adoramos a John tal y como es (razón por la que agradezco la ausencia de Mila y la inclusión de Amanda).
Aunque a veces se nos pase, hay que alabar el trabajo que han hecho con Ted. En verdad está tan bien hecho que nada más empezar la película nos olvidamos de que es un osito de peluche junto a personas de carne y hueso. Además de que a un servidor le encanta el trabajo de doblaje de Santi Millán. Un actor que no me gusta nada, pero que cuya voz es genial en personajes extravagantes como el extraterrestre Paul o Ted. 
También volvemos a tener de regreso a Giovanni Ribisi (Avatar, Lost In Translation), el perturbado papi de la primera cinta que se lo hizo pasar muy mal a los compitruenos y que, cómo no, en esta secuela vuelve a las andadas pero con menos gracia que la primera, todo sea dicho.
Los cameos en esta película son fantásticos. Desde el ya conocido Sam J. Jones (FLASH. A-AH. SAVIOUR OF THE UNIVERSE), pasando por Jay Leno, Tom Brady, el MOMENTAZO con Liam Neeson (Venganza, Batman Begins) o un descafeinado Morgan Freeman (Seven, El Cazador de Sueños) que es necesario para el agradecido chiste de Ted con su famosa voz.
Seth Macfarlene es un frikazo del cine, series, música y cómics. Y en TED 2 no faltarán referencias a Ley y Orden, Jurassic Park (impagable este momento), Raíces... llegando a la parte final en la Comic-Con (de Nueva York) que es una verdadera gozada (ojalá más tiempo ahí... sobre todo en el enfrentamiento).
Uno de los puntos negativos, ya desde la primera parte, es la españolización de los chistes. ¿Quién puede olvidarse de ese "¡Atrás, Falete!" o el "Yo por mi hija MA-TO" de la primera parte? Pues en esta tendremos ración doble. Y aunque en un primer momento ríes. La verdad es que queda demasiado forzado. Aunque es cierto que seguramente la mayor parte de los chistes pasarían desapercibidos para el público general.
Para quien sea fan de Padre de Familia, está de enhorabuena. Si las anteriores películas de Seth Macfarlene tenían esas pinceladas y momentos que recordaban a la fantástica serie de animación. He de decir que TED 2 se lleva la palma. Seth no se contiene y traslada un buen número de recursos a la gran pantalla. Desde la secuencia de créditos iniciales con ese músical que recuerda horrores a la intro de la familia Griffin. Pasando por el momento pórtatil. El reciclaje de las sintonías e incluso unos cuantos gags y escenas.
Lo cierto es que la película es divertidísima. Claro está, si uno es fan del humor de Seth Macfarlene y de la primera parte de TED. Si es así, tranquilo, que las risas están aseguradas en esta dignísima secuela.
Quizás sea cierto que es mejor dejar de exprimir al pobre TED (aunque el cliffhanger final sea de lo más atrayente) y que si el bueno de Seth quiere volver a probar suerte en el cine, sea con una nueva historia original que tenga más suerte que Mil Maneras de Morder el Polvo. Pero si finalmente tenemos trilogía del incorregible osito, está claro que un servidor será el primero en hacer cola en el cine.
Lo Mejor: El humor marca de la casa Macfarlene que aquí está múltiplicado al extremo.
Lo Peor: Que siga existiendo gente que quiera tomarsela en serio

viernes, 31 de julio de 2015

Opinión Cinematográfica: "Del revés (Inside Out)" por Rubén Giráldez





Tras realizar títulos tan innecesarios como la secuela de Cars y los spin-offs de Aviones, y con Disney realizando películas de animación digital como Enredados o Big Hero 6 que pueden competir (e incluso superar) con títulos de Pixar. El estudio del flexo saltarín tenía que ponerse las pilas y esmerarse en realizar una película original y que recordase al público porqué es uno de los grandes de la animación... ¡Y vaya si lo han logrado con Inside Out!

Desde siempre, las películas de Pixar nos han hecho experimentar todo un sinfín de sentimientos, pero por qué no ir un paso más... ¿Por qué no realizar una película sobre los sentimientos?

Esta es la rompedora premisa parida por Pete Docter, genio tras títulos como Monstruos S.A y Up, y que se la debemos a su hija, que fue su verdadera fuente de inspiración.

Nuestra mente está regida por cinco sentimientos: Alegría, Tristeza, Asco, Ira y Miedo. Ellos son los que, en el puesto de mando, tratan de controlar nuestras acciones y decisiones.




La trama sigue la vida de Riley en uno de los momentos más duros de su joven vida: la mudanza a San Francisco por culpa del trabajo de su padre. Un hecho bastante común con el que la historia ya trata de empezar a conectar con el espectador.

Por azares del destino, Alegría y Tristeza acaban fuera del centro de control dejando a Ira, Miedo y Asco controlando el cotarro... el desastre está servido.

Es cierto que un servidor ya asistía motivado al cine por culpa de la premisa y el trailer (que, por cierto, como en el caso de Los Minions destripa una gran escena que podrían habérsela reservado para la película), ¡pero es que ha acabado encantándome más de lo esperado! No me extraña la oleada de críticas positivas tan bien merecidas.

Empezemos con las alabanzas que ya comencé comentando lo de la propuesta original. Los personajes son GENIALES. 
Empezando por el elenco protagonista, que son estos cinco sentimientos. En un principio se tenía pensado que fuesen más de veinte, pero por suerte se quedaron con cinco. Y esta ha sido una gran decisión. A pesar de que cada uno tiene su propia personalidad ligada al sentimiento que encarna, todos acaban siendo la mar de profundos e interesantes. La niña protagonista es de alabar, ya que rompe el estereotipo de niña-princesa (es una niña bastante normal y que incluso juega al hockey), y sus padres son otro alarde de normalidad, conformando una familia la mar de cercana. El plantel de secundarios también es de lujo. Descubriéndonos a más habitantes de nuestra mente (o más bien la de Riley) como los olvidadizos, el novio imaginario o el adorable y encantador Bing Bong (un elefante-gato con parte de delfín y hecho con algodón de azúcar que llora caramelos, antiguo amigo imaginario de la pequeña). 




No me voy a molestar mucho en alabar la calidad de la animación, porque este estudio ya nos tiene malacostumbrados a verdaderos espectáculos visuales.

Si de algo puede jactarse Pixar es de diseñar mundos fantásticos la mar de detallistas y que acabamos creyéndonos (el ejemplo más representativo es Monstruos S.A), y con Inside Out, no iban a perder la oportunidad de volver a hacerlo. Desde el centro de mando hasta las islas de la mente, continuando por el paso abstracto (grandísimo momento), y por no hablar de las esferas de los recuerdos... este viaje a nuestra mente se vuelve de lo más fascinante e imaginativo.

La BSO firmada por Michael Giaccino es preciosa, con un tema inicial cuya fantástica sintonía puebla toda la película.
Inside Out es una gran película que habla de lo importante que son todos nuestros sentimientos, de la amistad, la familia y de ese gran paso que supone dejar atrás la niñez y empezar a recorrer el enrevesado camino de la madurez. Y de hecho creo que esta película es tan madura, que no la recomendaría para que viesen los niños... Sí, no me he vuelto loco. Tranquilos que os lo explico más en profundidaz:

Cierto que los niños pueden entretenerse con lo colorido del mundo de la mente y sus habitantes (además de con unos cuantos gags y slapsticks). Y la película es ideal para ver en familia. Pero está tan dirigida para un público joven y adulto y, en especial, a los niños de la edad de la protagonista, que es una pena que el mensaje se pierda en los espectadores más pequeños. Incluso el tono es bastante serio para ser una película de Pixar (habla bastante sobre lo de olvidar cosas) y tiene momentos la mar de trágicos, unidos al ritmo bastante irregular para ser una cinta de animación. Todo esto puede acabar haciendo que los más peques acaben aburridos o incluso acaben odiando la película. Es mejor que los papis los lleven a ver Los Minions y que al menos todos pasen un ameno y divertidísimo rato en familia.




Pero para todos los demás, esta película les cautivará con una historia que retrata la mar de bien el duro paso a la madurez (en serio, es una película que deberían empezar a replantearse poner en las escuelas antes de que los alumnos pasen de la primaria al instituto).

Comentar también el fabuloso labor en el doblaje español, que temí que acabase siendo lo que de verdad odiase de la cinta. Pero han sabido elegir increíblemente bien las voces de cada uno de los personajes.

Si he de decir algo malo del film, es que es tan bueno lo carismático que son el grupo de sentimientos juntos, que es una pena que se separen. Notándose el bajón en el viaje de Alegría y Tristeza.

Como suele hacer Pixar, en los créditos finales se siguen sucediendo escenas. En esta ocasión, podemos echar un rápido vistazo a unas cuantas mentes más de varias personas (y hasta animales). Gran y divertidísimo broche para salir del cine con la sonrisa grabada en el rostro.




Además, antes del film tenemos el corto Lava, una volcánica historia de amor que ya nos prepara para el cóctel de sentimientos que estamos a punto de degustar.

Así que preparaos para reír (en serio, ha sido una de las películas con las que más he reído), emocionaros, sufrir, temer y llorar con Inside Out, lo nuevo de Pixar Studios.

Lo Mejor: Su original premisa, personajes y el nuevo mundo que Pixar nos presenta.
Lo Peor: Que muchos niños tardarán unos años en disfrutarla de verdad y en aprender el mensaje de la película.