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jueves, 16 de julio de 2015

Opinión literaria: "Justicia Auxiliar" de Ann Leckie por Francisco José Arcos Serrano




“Una space opera poliédrica ganadora de todos los premios de la ciencia ficción moderna”

 

En un planeta helado y remoto, una soldado llamada Breq se está acercando al cumplimiento de su misión. En el pasado, Breq era Justicia de Toren, un crucero de batalla colosal con una inteligencia artificial que conectaba a miles de soldados que servían al Radch, el imperio que había conquistado la galaxia. Ahora, un acto de traición la ha hecho pedazos y solo cuenta con un único y frágil cuerpo humano, numerosas preguntas sin responder y un ardiente deseo de venganza.


Ya tenemos publicada en España esta novela que ha ganado todos los premios de la ciencia ficción desde que se publicó en el año 2013: HUGO, NEBULA, ARTHUR C. CLARKE, LOCUS Y BSFA, lo que convierte a Justicia Auxiliar es uno de los debuts literarios más multipremiados de los últimos años.


Hay que empezar diciendo que no soy demasiado amigo de tanto premio, por lo que inicialmente mi interés principal por esta novela se sustenta plena y llanamente en su argumento y en el buen ojo que suele tener la editorial Ediciones B dentro de su colección Nova.

Entrando ya de lleno en la novela nos encontramos una space opera en toda regla en la que  Ann Leckie crea un rico y extenso universo de especies o culturas galácticas de las que poco a poco iremos conociendo más detalles de las mismas gracias a la narración en primera persona de Breq, una IA con forma humana y protagonista absoluta de la novela, la cual posee ese halo de misterio que todo lector pide a un personaje de estas características.

La narración se vertebra en capítulos pares e impares en los que se nos narra el presente de Breq y su plan para asesinar a Anaander Mianaai (divina señor del Radch) intercalados con un flashback de hace veinte años donde nos enteraremos del porqué de esa búsqueda de vendetta por parte de nuestra protagonista.

La voz narradora de esta IA es distante e impersonal, detalle que quizás a algunos lectores le produzca un rechazo inicial, pero pienso que es un recurso buscado intencionadamente por la escritora para representar la naturaleza fría de un soldado que busca la venganza por encima de cualquier otra cosa.

A pesar de contar con ese objetivo que incluso llega a nublarle el juicio en más de una ocasión, gracias a los capítulos dedicados al pasado, nos percatamos enseguida que no siempre ha sido así, sino que tiene una programación basada en las emociones, reflexionando en cada una de sus acciones, obteniendo así un elemento “exótico” que enriquece su comportamiento.

Hay que señalar igualmente algunas cosas que no me acaban de convencer: su irregular ritmo en algunos de sus capítulos provoca un desequilibrio en la forma de mostrar la información que lastra un tanto la estructura del libro; continuamos con otro aspecto polémico y curioso: el uso de los géneros gramaticales que se ha sacado de la manga la propia escritora para referirse a las personas (ya que en el idioma Radch no se distingue entre sexos) tornándose un tanto confuso para el lector, el cual tendrá que imaginarse si los habitantes con los que nos vamos encontrando en estas páginas son de un género u otro.

Desde luego no es una novela que recomendaría al neófito en ciencia ficción debido a lo enrevesado de su argumento y a la infinidad de temas y reflexiones filosóficas que se pueden derivar tras su lectura.

En definitiva: esta Justicia Auxiliar es una compleja y ambiciosa novela sci-fi de intriga y venganza que seguro disfrutarán los aficionados a este tipo de género; yo, por mi parte, sí os puedo decir que he disfrutado con su lectura, a pesar de ciertos aspectos negativos que espero Ann Leckie pula para los siguientes libros de esta trilogía.
 


 

martes, 23 de junio de 2015

Opinión literaria: "El mal camino" de Mikel Santiago una reseña de Francisco José Arcos Serrano




“Escenarios idílicos en la Provenza donde nada es lo que parece” 




Tras convertirse en un fenómeno internacional con La última noche en Tremore Beach, Mikel Santiago se consagra definitivamente como un maestro de la intriga con su segunda novela, aún más adictiva y llena de suspense que la anterior. 

En una carretera rural del sur de Francia, un hombre surge de la oscuridad y desencadena una serie de extraños acontecimientos, convirtiendo en una pesadilla las vidas del escritor Bert Amandale y su amigo Chucks Basil, una estrella de rock en horas bajas.

Santiago se sirve de un escenario idílico e inquietante, en el corazón de la Provenza, para atraparnos en una historia que se lee compulsivamente y en la que late, de fondo, el destino de unos personajes marcados por sus errores.


El mal camino es la segunda novela de Mikel Santiago tras su debut, La última noche en Tremore Beach, con el que recibió el aplauso de crítica y público, convirtiéndose de la noche a la mañana en un auténtico escritor best seller.

Poco más de un año ha bastado para que Mikel nos entregue nueva novela y así mantener su status como importante escritor de terror psicológico (las comparaciones con Stephen King no son nada gratuitas).

En esta ocasión la historia se vertebra a través de una voz en primera persona (el personaje principal Bert), la cual nos guiará a través de unos hechos aparentemente aislados y que pronto se teñirán de una pátina de oscuridad que irá extendiéndose a los demás personajes con desiguales y catastróficos resultados.

La trama está urdida a la perfección, con un Mikel Santiago que conoce de sobra los mecanismos de este tipo de literatura, ralentizando o acelerando los hechos cuando la trama lo pide, resultando de todo ello una historia de esas que no se leen, se devoran.

El estilo se basa en uno en el que prima por encima de todo una narrativa directa y ágil que siempre acierta (incluso podemos disfrutar de auténticos momentos de ironía made in Bert para oxigenar un poco al lector entre tanta tensión), dejando para el final varios capítulos de auténtico infarto, fácilmente comparables a cualquier escritor de éxito internacional.

Otro punto a favor de Mikel Santiago es la construcción de personajes, a los que dota de las suficientes particularidades para que te los puedas imaginar sin demasiada complicación.

Para ir terminando me ha gustado mucho también el recurso y la hábil utilización de unos flashbacks que ayudan a entender el pasado tormentoso de nuestros personajes principales, pasado que vuelve a ellos activado por los hechos desastrosos que inician esta pesadilla.
 
En definitiva: El mal camino es un excelente y atractivo thriller psicológico que se erige por méritos propios como una de esas novelas que debes leer si eres un amante de este tipo de género.