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miércoles, 21 de diciembre de 2016

Opinión cinematográfica: "Rogue One" - Crítica de Rubén Giráldez.



Disney está aprovechando la compra de Lucasfilm y se propone que durante unos cuantos años (si la cosa no cambie) tengamos dosis anuales de Star Wars. Recordemos que el año pasado por estas fechas ya se nos (re)enganchó a esta saga con El Despertar de la Fuerza. Y mientras esperamos al Episodio VIII, Disney ha decidido abrir un nuevo camino con una serie de spin-offs que cuenten nuevas historias a parte de las correrías estelares de la familia Skywalker y amigos. Es así como nació la idea de Rogue One. El primero de estos títulos individuales que vuelve a hacernos visitar las salas de cine con las ganas de volver a visitar Una Galaxia Muy Muy Lejana...
Tomando como punto de partida un hecho apenas mencionado en la primera película de la saga, Una Nueva Esperanza, como es el robo de los planos de la temida Estrella de la Muerte por parte de unos Rebeldes anónimos. Y que acabarán en manos de ese granjero llamado Luke que terminará por convertirse en el héroe de toda la Galaxia. Rogue One se presenta como un vistazo más maduro a este universo creado por George Lucas revelando, de paso, el tan criticado motivo de esa falla estructural en la temida súper arma y descubriéndonos a estos héroes que permitieron que la chispa de la Rebelión quemase de verdad al imponente Imperio.

Aunque ya de entrada la premisa me atrajo, llegué a temer por el producto final. Pues resulta que esta película sufrió cambios en el guión y hasta se regrabaron escenas con apenas unos meses para que llegase su estreno. El temor porque Disney decidiese hacer más "amigable" la cinta, cargándose el atractivo de la propuesta me acompañó hasta mi visita a la sala de cine... Y se esfumó con el transcurso de los minutos de metraje.
No hace falta la ausencia de la ya clásica introducción escrita descendente para darnos cuenta de que estamos ante una cinta que quiere tomar un nuevo rumbo de la saga madre (sin olvidarse NUNCA de que es una película de Star Wars y que precede a la emblemática Una Nueva Esperanza). Y, por supuesto, uno más maduro. Aprovechando un poco el no tener a todas esas hordas de espectadores más "casuals" al no ser un Episodio de la saga. Es lo que espero que supongan estos spin-offs: disfrutar de nuevos puntos de vista de esta saga. Explorar nuevos mundos, tonos y personajes. Y esta película decide aprovechar el convulso y oscuro período en el que se enmarca para darnos una película de corte bélico que se distancia un poco del tono ligero space opera de la saga madre. Porque, sí. TODAS las películas de Star Wars tratan el tema bélico (por algo ese título), pero ha sido Rogue One la que ha aprovechado de verdad este tema, ofreciéndonos el relato más crudo y oscuro de la saga a excepción del querido El Imperio Contraataca y el tramo final de La Venganza de los Sith. 

Puede que a muchos le parezca que la película tarda en arrancar. Y que es a partir de la primera aparición de la temida super arma del Imperio cuando de verdad comienza la acción que no decae hasta la soberbia escena final. Aunque en mi caso lo que sí he de decir es que con esa considerable duración no se haya hecho un mejor trabajo a la hora de trabajar los personajes principales. Pero hay que saber admitir que esta película ha trabajado con un enorme elenco de personajes (tanto principales como secundarios) y que también podríamos empezar a vislumbrar este problema con la reciente El Despertar de la Fuerza.
Felicity Jones (La Teoría del Todo, Un Monstruo Viene a Verme) nos proporciona un nuevo personaje femenino para destacar en este universo. Aunque es verdad que la actuación de Jones está bastante limitado por la escritura del personaje (a quien no le vendría mal algo más de exposición de su pasado hasta que toca embarcarse en esta aventura). 
Diego Luna (Elysium, Blood Father) logra destacar más gracias a su personaje. Su Cassian Andor nos revela el Lado Oscuro de la Rebelión. Y aunque pueda chocar bastante su cambio de parecer en cierto punto de la película. El propio personaje no olvida lo que es y ha hecho en nombre de la Rebelión. Y este punto ha sido MUY de agradecer. A diferencia de lo visto en la trilogía original, en Rogue One no tenemos precisamente "Buenos" ni "Malos". Solo individuos que persiguen sus propios ideales que chocan contra los de otros y que deben hacer cosas bastante cuestionables en pos de la victoria. Esto llega a verse incluso desvirtuado en el grupo conocido como "Los Partisanos" que son los responsables de una de las escenas más duras del film y que parece que quieren ser el reflejo de lo que ocurre actualmente en Oriente Próximo.

El resto de personajes de este equipo también destacan en cuanto a su caracterización. Y aunque es cierto que se podría haberse dedicado más tiempo y esfuerzo en su construcción cumplen con creces para con la historia y logran empatizar con el público en mayor o menor medida. Además de que sus interacciones no se sienten tan forzadas como las que pudimos ver hace poco en Escuadrón Suicida (no es gratuita la comparación). 
Mención aparte para el droide reprogramado Imperial al que presta su voz en la Versión Original el actor Alan Tudyk (este año también puso voz al gallo Hei Hei en Vaiana). K-2SO acaba descubriéndose como algo más que el alivio cómico y termina por darnos uno de los momentos más dolorosos de la película.
Comentar la participación de Forest Whitaker (El Mayordomo, Repo Men) y Mads Mikkelsen (Doctor Strange, Hannibal). El primero con un personaje que viene de la mismísima serie animada de The Clone Wars y el segundo siendo el ingeniero verdaderamente responsable de la construcción de la Estrella de la Muerte y culpable del fatídico fallo estructural. Ambos personajes se sienten DEMASIADO desaprovechados. Pero es cierto que se agradece cada minuto de su participación. Una verdadera lástima.

Esperaba que esta película dejase en excelente lugar al Imperio. Y vaya si lo ha hecho. En Rogue One sí que podemos sentir ese titánico poder que se supone que dominó la Galaxia hasta que Luke comenzó su carrera como Jedi. Y Ben Mendelsohn (Slow West, Mátalos Suavemente) se descubre como un gran villano que no necesita ostentar el título de Darth.
Y hablando de Darth. Por supuesto hay que hablar de uno de los puntos por los que muchos espectadores han acudido a ver Rogue One: la aparición de Darth Vader. Decir que es más que un cameo. Que se ha respetado muy bien la indumentaria con la que se dio a conocer al mundo en Una Nueva Esperanza. Y que dejará a los fans sin aliento en una de las últimas escenas del film. 
Está en recuerdo de todos la dolorosa muerte de Constantino Romero, doblador del inconico personaje (en Estados Unidos siguen teniendo a James Earl Jones). Y aunque llegué a pensar que se molestarían en hacer retoques en la sala de mezclas para hacernos del todo felices a los fans. Decir que no es del todo horrible la voz del nuevo doblador (además de que ya se nos la presentó gracias a la serie Star Wars: Rebels).

Tocando el tema del doblaje al español. Resulta ser un punto negativo cuando escuchamos las voces para los personajes de Riz Ahmed (Bodhi Rook) y Donnie Yen (Chirrut Îmwe). Uno, se ha ganado a la fuerza el apodo que ya recorre internet de ser una especie de "Apu de los Simpson" y al otro le han cascado una bochornosa voz con acento asiático. Por no hablar de las traducciones como la del cariñoso apodo de Jynn que en original es Stardust ("Polvo de Estrellas").
Si el año pasado nos sorprendimos con el estupendo trabajo de efectos prácticos y demás a la hora de llevar a la gran pantalla esta Galaxia y sus habitantes. Preparaos para quitaros el sombrero ante lo que veréis en Rogue One. Ya tan solo en las partes de Jedha vemos más trabajo artesanal que en todo El Despertar de la Fuerza. El uso del CGI sí que queda relegado para lo puramente necesario. Como esa increíble Batalla Final o a la hora de recrear o hacer aparecer a varios personajes de la película de 1977 (con mayor o menor acierto). Y atentos, porque Rogue One está REPLETO de cameos, guiños y referencias que harán salivar de la emoción a los verdaderos fanáticos de esta saga. Tanto los más evidentes como los más rebuscados (atentos, fans de Star Wars: Rebels). Es por este motivo por el cual me costaría recomendar esta película para los espectadores profanos. Por muy independiente que sea, me parece un verdadero delito perderse todos esos detalles que hacen que la película se disfrute a más niveles. Para eso es mejor ver El Despertar de la Fuerza, resulta más accesible, cumpliendo mejor con su labor de enganchar a nuevos espectadores.

Muy bien hicieron al confiarle el puesto de director a Gareth Edwards (Monsters, Godzilla). Que ha demostrado ser un fan de la saga a la vez que ha insuflado unos agradecidos y maduros aires con esta película. Por no hablar de unos cuantos momentos que son para enmarcar tanto por su espectacularidad como emoción. Sobre todo de cara a la recta final. Donde se alcanza unas cotas de dramatismo que podrían llegar a contagiarnos una pesimista sensación. Es entonces cuando se agradece el saber qué ocurrirá después y abrazando esa reconfortante "Esperanza" que será vital en el futuro de ese Universo. Muy bien ha tenido que hacerlo Gareth para que un fanático del Imperio como un servidor se haya sentido por ratos Rebelde. Me gustaría que Disney tuviese en consideración a Edwards para futuros spin-offs.
Dedicar unas palabras a la estupenda BSO que firma Michael Giacchino. Y que en tan solo 4 semanas de trabajo logra (Doctor Strange, El Amanecer del Planeta de los Simios) recoger con gran acierto el testigo del gran John Williams entremezclando temas clásicos con nuevos y potentes temas que ya de por sí logran contagiarte de la épica de este relato.

Rogue One es una agradecida película para quien busque algo más de seriedad en este fascinante Universo pero sin dejar de tener en cuenta todos los elementos que hacen grande a esta saga (la Fuerza aún está muy presente). 
De ser como esta, habrá que tener en cuenta a los futuros spin-offs (que serán sobre Han Solo y Obi Wan Kenobi). Y, cómo no, al ansiado Episodio VIII. En el que ahora, más que nunca, tras la esperanza que nos han regalado los héroes de Rogue One, confiamos en que sorprenda. 

Lo Mejor: La seriedad de la que hace gala y el respeto por la trilogía clásica. Toda la recta final.
Lo Peor: Lo desaprovechados que están Whitaker y Mikkelsen. El doblaje. 



miércoles, 3 de febrero de 2016

Opinión cinematográfica: "Star Wars: El Despertar de la Fuerza" - Reseña de Rubén Giráldez


Star Wars es más que una franquicia cinematográfica que ha ampliado su particular universo con series, cómics y libros. Forma parte de la cultura pop mundial. ¿Acaso alguien no sabe de qué hablo si menciono la Fuerza, los Jedis, el Halcón Milenario o enarca las cejas cuando menciono a Darth Vader, Han Solo, Chewbacca o el maestro Yoda? ¡Si incluso la religión Jedi tiene un buen número de practicantes y templos a lo largo y ancho del mundo!
Desde 1977, cada estreno de un nuevo episodio de esta saga estelar ha sido todo un evento a nivel global. Y por supuesto, con este septimo episodio no iba a ser diferente. Cuando George Lucas (Indiana Jones y La Última Cruzada, American Graffiti) vendió hace unos años su compañía Lucasfilm a la titanica Disney y se confirmó la puesta en marcha de una nueva trilogía. El mundo ha tenido en su punta de mira este rodaje. Siendo uno de los más comentados de la historia. En la que cada detalle, imagen o trailer traía consigo largos y acalorados debates en los foros y redes sociales de la red.

Aunque es cierto que en un primer momento se ganó más de un enemigo. Ya que Disney decidió dar carpetazo el Universo Expandido conformado por décadas de novelas y cómics. Movimiento lógico, ya que la compañía del multimillonario ratón, pretende crear su nuevo canon (aunque respetando algunos productos y recogiendo y readaptando algunos elementos ya existentes). Pero el descontento fue tal, que incluso un grupo de ofuscados fans llegaron a iniciar una estúpida cruzada en la que se dedicaron a spoilear esta nueva entrega a la gente en las redes (sin comentarios). 
¿Y quién es el encargado de volvernos a llevar a esa galaxia tan, tan lejana? Pues la verdad es que Disney trabajó con una extensa lista de directores, entre los que encontramos nombres como Steven Spielberg (E.T., Jurassic Park), Guillermo del Toro (Mimic, Pacific Rim) o Zack Snyder (Sucker Punch, Watchmen). Aunque finalmente el honor y difícil tarea recayó sobre J.J. Abrams, quien venía de relanzar la otra gran franquicia estelar por excelencia: Star Trek. Y la verdad, es que hay que admitir que ha cumplido su prometido. 
El Despertar de la Fuerza nos sitúa 30 años después del final de El Retorno del Jedi. Tras un período de paz, la Galaxia vuelve a estar amenazada. Esta vez por La Primera Orden, que recoge el testigo del antiguo Imperio. Es tiempo de que una nueva esperanza surga con este Despertar en la Fuerza.

La película comienza con fuerza (y nunca mejor dicho). Los primeros minutos son para quitarse el sombrero ante mr. Abrams, con esa cruenta secuencia del asalto trooper. A partir de aquí es cosa de que el espectador asista a la historia que Abrams nos quiere contar... Una historia que nos suena demasiado.
Sí, se ha hablado mucho de este tema. Y es que nadie puede negar que El Despertar de la Fuerza toma el esqueleto narrativo del primer film de la saga. Esto se ha convertido en el arma de doble filo de la película. Siendo uno de los puntos más criticados de El Despertar de la Fuerza. Pero esto hay que verlo en perspectiva.
Con esta nueva entrega, J. J. Abrams  tenía dos cosas que hacer: contentar a los espectadores veteranos de Star Wars y atraer a las nuevas generaciones. Para ello se valió de este ejercicio de nostalgia. Y es que, para muchos, esta película supone nuestra Una Nueva Esperanza

Aunque, claro, esto no deja de ser un factor criticable y que parece hacer perder entidad a la película, con tanta referencia y escenas casi calcadas de los episodios IV y V. Haciéndole casi ganar el título de remake. Pero aún así, es innegable ver que se quiere contar una nueva historia y que este es el punto de partida.
Vayamos con el mejor punto de la película: sus personajes.
Al igual que vimos hace poco en X-Men: Días del Futuro Pasado. Esta película también reuniría a viejos conocidos con nuevas caras. Y estas entran pisando fuerte.
Encabezando el reparto tenemos a Daisy Ridley como la misteriosa chatarrera Rey. Y muy bien lo ha tenido que hacer Daisy, ya que ha conseguido que el mundo entero se enamore de su personaje. Y no es para menos. Rey es un personaje de lo más empático y con una personalidad verdaderamente fuerte e independiente. Algo que está tratando de hacerse con los personajes femeninos hoy en día, pero que pocos saben conseguir.
Por otro lado tenemos a Finn, el personaje que tiene la historia más potente de todas. He de decir que soy fan de John Boyega desde que vi la divertidísima Attack on The Block, y me alegra verlo en una franquicia como Star Wars (impagable el vídeo del rodaje en el que, como el fan que es, le pide a Harrison Ford que le firme su figura de Han Solo). Su personaje se complementa a la perfección con Rey y logra ganarse el aprecio del espectador. 

El personaje que seguro que encantó a todo el mundo, es el del piloto Poe Dameron. Quien, se podría decir que es el Han Solo de esta nueva era. Carisma puro y duro es lo que nos ofrece Oscar Isaac, antes de verlo ser el gran enemigo de los X-Men en Apocalipsis.
¿Quién no se emocionó con ese "Chewie, estamos en casa" del primer trailer? Estaba claro que el regreso de Han Solo (y su peludo copiloto) era uno de los puntos fuertes de la película. Y así ha sido. Harrison Ford (Blade Runner, El Juego de Ender) roba la pantalla desde el primer segundo en el que aparece. Además, actuando como el puente entre la trilogía original y la nueva. Sin duda, el regreso de Solo ha sido por la puerta grande. 
Las demás viejas caras, no vuelven con la misma fuerza... A excepción de Luke. Cuya aportación en la película estuvo en boca de todo el mundo poco antes del estreno, ya que no se sabía NADA de él. Y la razón es... bueno, ya lo descubriréis por vosotros mismos.

Hablemos del Lado Oscuro. Personificado en el personaje de Kylo Ren, quienes muchos ya se han esforzado en criticar por ser un intento de Darth Vader (aunque antes ya aburrían los comentarios del diseño de su sable láser). Está claro que esta es su primera aparición y que aún tiene mucho que darnos. Y desde luego es un villano a tener muy en cuenta e interesante de tratar. Para que os hagáis una idea: Kylo es lo que debió de ser Anakin en las dos últimas entregas de las precuelas de Star Wars. Un personaje que camina entre los dos Lados de la Fuerza, pero que se ve, irremediablemente, arrastrado por el Reverso Tenebroso.
Aunque, sin contar con el inquietante personaje del Supremo Líder Snoke (sobre el que mantuvieron el misterio de su aspecto, hasta el final), las otras caras antagonísticas, quedan a deber. No tanto el General Hux (Domhall Gleeson), quien cumple como alienado alto cargo de la Primera Orden, como la capitán Phasma. El stormtrooper de armadura cromada bajo la que se oculta Gwendoline Christie (Juego de Tronos), y que parecía prometernos tanto... acaba teniendo menos relevancia que Boba Fett en la trilogía original (habrá que ver si se redime en el octavo episodio).
Las precuelas han sido muy criticadas, y uno de los motivos fue el abusivo uso de los efectos digitales, que acababan cantando demasiado. Pues bien, Abrams no defrauda en este sentido, ya que se esfuerza en hacer, en todo lo posible, artesanal a El Despertar de la Fuerza. Animatronics, marionetas, escenarios, efectos prácticos...

Y una película de Star Wars, no sería lo mismo sin las sinfonías ideadas por el gran John Williams. Y, aunque no sea su mejor trabajo en la franquicia, nos regala algunos temas como The Attack on the Jakku Village, The Scavanger o March of the Resistance, que son dignos de mención.
El Despertar de la Fuerza, claramente, cumple en su cometido de entretener. Ya quedará en cada uno el menospreciarla más o menos por el excesivo ejercicio de nostalgia en su trama o en hacer evidente la nueva marea de merchandasing que trae consigo (maldito y carismático BB-8). Pero está claro, que esta película ha vuelto hacer resurgir Star Wars y hacernos desear volver a hacer cola en el cine para ver el resto de Episodios y los spin-offs que seguirán expandiendo, este querido universo.

Lo Mejor: Los nuevos personajes y el resurgir de la franquicia.
Lo Peor: El excesivo ejercicio de nostalgia en el guión.


miércoles, 6 de mayo de 2015

La Cúpula del Trueno: ¿Star Trek o Star Wars? por Pau Varela, LJ Salart, Víctor Cifu y Sergio Fernández.




En las redes sociales podemos encontrar diferentes debates a cerca de una pregunta que hace un amigo, compañero o conocido. Preguntas como ¿Es mejor Star Wars o Star Trek? ¿Breaking Bad es la mejor serie de la historia? ¿Quién será el próximo James Bond? ¿Marvel o DC? Y muchas más.


En “La Cúpula del Trueno” nos reuniremos cuatro individuos, Pau Varela y Víctor Cifu seremos fijos en esta sección y para cada pregunta tendremos dos nuevos invitados.


Cada uno de nosotros expondremos nuestras razones para contestar a las preguntas que realizaremos y aquí es donde, vosotros, los lectores tenéis que participar. Después de leer a los cuatro, en los comentarios deberéis escoger quien ha sido el vencedor de esta batalla y también podréis responder vosotros a la pregunta e incluso proponernos futuras preguntas para las siguientes batallas.


Esperamos que todos disfrutéis de esta sección y sobretodo que participéis.

EMPEZAMOS.


¿STAR TREK O STAR WARS? 


Pau Varela: ¡Larga vida y prosperidad zorras!
George Lucas creó un maravilloso y collage lleno de cositas brillantes, espadas láser y elementos preexistentes, desde la mitología clásica y la sempiterna lucha del héroe por vencer a las fuerzas del mal, hasta los tratados de Joseph Campbell, pasando por los seriales clásicos de ciencia ficción de los años 40. Sin embargo, Star Trek no ha dejado de explorar territorio desconocido desde que se emitiera el episodio piloto el 8 de septiembre de 1966, fundando una mitología única y como nada que se hubiera visto antes. La serie original supuso una ruptura con las producciones televisivas más conservadoras de la época. Su planteamiento y personajes eran tremendamente progresistas, ofreciendo un escenario idealizado pero accesible al público general en el que se teorizaba sobre lo que la humanidad sería capaz de conseguir si se dejara de tonterías. Es una historia universal sobre el futuro de la raza humana y como tal sus personajes nos representan a todos, sin distinguir entre género o raza.

Mientras que la presencia de mujeres con peso real dentro de la trama en la trilogía original de Star Wars se reduce a la princesa Leia y su necesidad congénita de ser rescatada, Star Trek puso a la teniente Nyota Uhura, una mujer afroamericana interpretada por Nichelle Nichols, en el puente del Enterprise ocupando un puesto relevante y a la par con los miembros masculinos de la tripulación, algo poco más que inaudito en la ficción televisiva norteamericana de los años 60. Resulta remarcable que Nichols y William Shatner —el capitán James T. Kirk— protagonizaran uno de los primeros besos interraciales de la televisión, tan solo un año después de que el matrimonio interracial se legalizara en los Estados Unidos y con la lucha por los derechos civiles, comandada por Martin Luther King, bien presente en las calles.

En ese mismo puente encontramos al comandante Spock, un alienígena mestizo mitad vulcano y mitad humano, al alférez Chekov, un personaje de marcado origen ruso en plena Guerra Fría, y el timonel Hikaru Sulu, de ascendencia asiática e interpretado por George Takei, actor abiertamente homosexual y activista en favor de los derechos de la comunidad gay y lesbiana. En comparación, Star Wars parece incluso algo rancia en su tratamiento de los personajes. Asimismo, Gene Roddenberry utilizo la ciencia ficción como excusa para elaborar una alegoría sobre temas intrínsecamente humanos. En vez de limitarse a seguir a un grupo de aristócratas con túnicas y palitos de luz, Star Trek ha tratado a lo largo de cinco generaciones de humanos temas como el racismo, el machismo, la homosexualidad, los derechos civiles y la igualdad, buscando no solo entretener sino también remover la consciencia del espectador y generar debate dentro de la sociedad.

La ficción ideada por Roddenberry es además una de las sagas más longevas y productivas jamás creadas, habiendo dado a luz a nada más y nada menos que a cinco series de televisión, 703 episodios en total, y doce películas que serán trece en 2016. Si alguien se propusiera ver todo el universo trekkie de una sola sentada, tardaría casi 23 días. No obstante, las adaptaciones a la gran pantalla de Star Trek son el punto más débil de la saga, siendo Star Trek II: La ira de Khan probablemente la única de la películas realizadas antes del reboot que puede considerarse de una calidad más que notable. La trilogía original de La Guerra de las Galaxias, en cambio, marcó un hito cinematográfico cuyo culmen se considera que es, tanto por la crítica especializada como por la mayoría de los fans, El imperio contraataca (Irvin Kershner, 1980). Pero curiosamente la traslación de esta a la pequeña pantalla tampoco ha sido del todo satisfactoria. 

Pocos fans de Star Wars se atreven a recordar el espantoso especial televisivo navideño emitido en 1978 y tan mal recibido por los fans que no fue emitido nunca más. A este primer intento de llevar Star Wars a la televisión la siguieron cinco series de animación —la última Rebels— y dos telefilms centrados en los Ewoks (¡ugh!), sin que ninguno haya conseguido acabar de calar entre el público.

No solo la longevidad de Star Trek resulta extraordinaria, sino la capacidad de conectar con el público moderno y reciclarse y amoldarse a los gustos de cada época. Como ejemplo solo hay que observar el éxito cosechado por el reboot cinematográfico iniciado por Star Trek (J.J. Abrams, 2009) y continuado por su secuela Star Trek en la oscuridad (J.J. Abrams, 2013). Ambas películas no solo lograron llevar la popularidad de la saga a las taquillas de todo el mundo, sino que también ostentan una valoración positiva por parte de la crítica —95% y 87% de críticas positivas respectivamente, según la web Rotten Tomatoes—, nivel de aceptación que la trilogía precuela de Star Wars no fue capaz de conseguir. Tal es así que después de que George Lucas vendiera a su bebé a Disney para que estos realizaran los siguientes films de la saga, el director al que encargaron realizar la primera entrega de la nueva trilogía no es otro que el mismo J.J. Abrams.



Es hora de reconocer de una vez por todas que Star Trek merece ocupar el trono ‘geek’ por encima de La Guerra de las Galaxias.



LJ SALART: La última frontera 
“El espacio, la última frontera. Estos son los viajes de la nave estelar Enterprise…”, era la hora de cenar en casa y, como buen adolescente, el mando de la tele estaba en mi poder. Empezaba un nuevo capítulo de Star Trek: The Next Generation. Me enamoré de la serie y del alférez Wesley Crusher, no recuerdo en qué orden. Así que permitidme que en mi defensa de Star Trek hable del capitán Picard y sus chicos.

Junto con Buck Rogers, Star Trek fue mi puerta de entrada al mundo cifi, mucho antes de devorar a los clásicos de la literatura y empaparme con otras sagas audiovisuales. Star Trek parte de un planteamiento utópico donde la Tierra lidera la Federación de Planetas Unidos, en pro de la paz en el cuadrante. Aunque parezca que ahora no podemos vivir sin distopías, pensar un futuro donde la humanidad está unida da cierta tranquilidad de espíritu y confianza en la especie.

La ciencia ficción tiene esa capacidad de hablarnos del mundo actual sin tabús, moralidad o corrección política. Nos pone frente al espejo y refleja nuestras entrañas vestidas de látex tripulando naves espaciales. Star Trek es una saga experta en presentar debates éticos y filosóficos a los que los espectadores respondemos mientras los protagonistas actúan. Puede parecer que la serie es un muermo, y no. De buenas luchas cuerpo a cuerpo, batallas espaciales, situaciones límite y salvaciones extremas la saga está llena.

Lo reconoceré, aunque sirva de arma a mis rivales, Star Trek: The Next Generation no ha envejecido bien. Revisité mis episodios clásicos para preparar mi defensa, y la serie es algo lenta, para los parámetros actuales de series. Pero después de la nueva generación, llegaron Deep Space Nine, Voyager, Enterprise y el reboot cinematográfico de JJ Abrams, que han sabido adaptarse al lenguaje de cada momento. Y en todas las franquicias se ha mantenido un mismo anhelo de entretenimiento y reflexión.

Tengo la tesis que “la última frontera” que querían alcanzar las tripulaciones de las distintas naves que han protagonizado la saga de Star Trek era algo más que una excusa argumental para encontrar nuevas formas de vida con las que vivir apasionantes aventuras, que también; la última frontera de Star Trek radica en llevar a los espectadores donde no ha llevado nadie antes, en hacerles reflexionar e inspirarles.

Bueno, al menos eso consiguió conmigo, dio que pensar a mi yo adolescente, me abrió a reflexiones éticas y científicas, me hizo soñar con mundos cifi felices… y en Wesly Crusher.

Nos vemos en el Puente de mando del Enterprise.



VÍCTOR CIFU: Que la fuerza os acompañe
Star Wars o Star Trek? La pregunta se responde por si sola pero para que no tengáis ninguna duda yo opto por Star Wars.
Ahora me toca enrollarme y convenceros de por que La Guerra de las Galaxias es mejor que Star Trek, pero creo que en fondo todos sabéis que lo es, incluso mis compañeros que han intentado defender a Star Trek.

Hay muchas razones por las que la saga creada por George Lucas es mejor y entre ellas encontramos comics, libros, videojuegos, películas, series animadas, merchandaising, etc. Pero quiero centrarme sobre todo en dos.

¿Cuántas películas o series pueden decir que se ha creado una corriente religiosa gracias a sus guiones? Si amigos, el Jedismo existe y es un movimiento religioso inspirado en los guiones de la saga. No es una religión reconocida pero están luchando por que así sea. Y yo digo, si muchos creen que un tipo de 33 años despertó de su tumba 3 dias después, que otro tipo con mucho peso consiguió la felicidad eterna, etc. ¿Por qué la gente no puede creer en la fuerza? Señores del gobierno, háganla oficial.

Y otra pregunta que os hago ¿Cuantas películas o series pueden presumir de tener su propio día? Hablo del 4 de Mayo el día de Star Wars. Esto quiere decir que esta saga tiene una gran influencia en nuestro mundo, en nuestra actualidad y ante esto poca cosa se puede hacer.

No voy a utilizar razones en contra de Star Trek para alabar Star Wars, básicamente porque no es necesario. Incluso uno de los personajes más odiados de la saga ( si me refiero a Jar Jar Binks) posiblemente es más querido que cualquier personaje de Star Trek.

Y no quiero hablar de la expectación que está levantando la nueva película que se estrenará en Diciembre, nada que ver con las nuevas de Star Trek.

Para que nos hagamos una idea, Fast and Furious 7 ha recaudado más de 1 billón de dólares, Los Vengadores: La era de Ultron en poco más de 4 días ha recaudado 600 millones de dólares. ¿Sabéis cual es la única película en la actualidad que posiblemente desbancará a estas dos? Si amigos, otra vez Star Wars.

Prácticamente todo el mundo ha visto Star Wars, te podrá gustar más o te podrá gustar menos ( si no te gusta, busca un buen especialista y que te trate) pero todos la han visto algo que no se puede decir de Star Trek.

Y aquí doy por concluida mi intervención para salir vencedor de esta primera batalla. Sinceramente me ha tocado la parte fácil ya que defender esta película no es nada complicado, simplemente es STAR WARS.


SERGIO FERNANDEZ: Somos legión
No voy a basarme en la legión de seguidores que Star Wars tiene a lo largo y ancho del planeta, que sin duda, son muchos más de los que tendrá nunca la serie creada por Gene Roddenberry. Sería un pilar absurdo sobre el que asentarme, ya que las masas, como se ha demostrado desde el principio de los tiempos casi siempre se equivocan  (mirad si no la infumable “50 sombras de Grey”).
Tampoco sería necesario, desde luego. Y es que, amigos de la Ventana, las cifras hablan por sí solas.

Star Wars tiene solo seis películas, frente a las doce de Star trek. La recaudación de las taquillas mundiales habla por sí solas. Las cifras son escandalosas y ni siquiera voy a reproducirlas aquí, pero os diré que los chicos de George Lucas casi triplican a nuestros queridos trekkies.

Cuando hablamos de la industria del video juego, tampoco nuestros amigos de la Entreprise pueden adelantar al halcón milenario; Sesenta juegos basados en Star Wars frente a solo (decir “solo” es injusto, desde luego) cuarenta de Star Trek. También en el terreno del juguete las cifras son desorbitantes. 

Los nueve billones de ganancias de los Solo, Skywalker y Cía. se llevan de calle, una vez más al Capitán Spock y al bueno de Kirk, que consiguen unas “tristes” ganancias de cuatro billones.

Las redes sociales también tienen mucho que decir en todo esto y encontramos  que hay 8,1 millones de usuarios de Facebook a los que “les gusta” Facebook.com/Starwars, frente a los 1,9 que decidieron que su Like iba a ser para Faceboock.com/Startrek (Probablemente en este momento los seguidores de ambas paginas sean muchísimos más). Y en esto de las RRSS no podemos dejar atrás al pajarito de los 140 caracteres donde también se proclaman como vencedores absolutos los de Lucasfilm. Estamos hablando de 230.000 seguidores, frente a los 38.000 de los trekkies.

Solo son cifras, ya lo sé, aunque no podrán negarme mis compañeros del bando contrario que, usen los argumentos que usen, estos, los números, no engañan.


Que la fuerza, por supuesto, os acompañe… A aquellos que queráis, claro.



Hasta aquí la primera batalla de "La Cúpula del Trueno". 
Ahora es momento de votar al ganador de esta batalla.
Esperamos que hayáis disfrutado y nos vemos en la siguiente batalla

LARGA Y PROSPERA VIDA.QUE LA FUERZA OS ACOMPAÑE