“El regreso de Harper Lee a nuestras estanterías supone uno de los fenómenos editoriales de este año”
Jean Lous
Finch vuelve a pasar unos días a su casa desde Nueva York donde
ahora reside. Su intención es pasar unos días con su padre, Atticus
Finch.
Un retorno en
el que descubrirá verdades sobre su familia y su padre que
cuestionarán lo que siempre ha creído, que pondrá en duda la
verdad sobre su escala de valores.
La escritora
Harper Lee se ha visto inmersa de nuevo en una oleada de
histeria colectiva ya que por fin se ha visto publicada a nivel
mundial su primera novela, ‘Ve y pon un centinela’, libro
que fue escrito a mediados de los años 50, y presentado a sus
editores antes de ‘Matar a un ruiseñor’. El
manuscrito permaneció metido en un cajón prácticamente olvidado
hasta su descubrimiento a finales de 2014.
Este libro cuenta
con muchos de los personajes de ‘Matar a un ruiseñor’
unos veinte años más tarde. Al regresar a su hogar en Maycomb para
visitar a su padre, Jean Louise Li Finch –Scout– lucha con
problemas personales y políticos, que involucran a Atticus, a la
sociedad que la rodea y al pequeño pueblo de Alabama que la vio
nacer.
Tenía ciertas
reticencias al enfrentarme a esta polémica novela, de la cual
sinceramente no esperaba gran cosa. Intentaré por lo tanto dar unas
breves pinceladas de lo que me ha parecido en su conjunto global:
En el libro es
indudable que sobrevuela la sombra del escritor JD Salinger, y
se nota sobre todo en el personaje de Scout, aunque para los
que hayan leído previamente ‘Matar a un ruiseñor’,
esta figura volverá a encandilar con su gran fuerza y personalidad,
creando así un enlace empático entre escritora y lector de esos que
sorprenden.
Ahora toca
centrarse en la parte de los flashbacks, los cuales son
múltiples y variados: Harper Lee consigue trasportarnos a una
época ya pasada con gran acierto y sin apenas esfuerzo por nuestra
parte, potenciando así la sensación de que las partes en las que
Jean Louise tira de memoria son posiblemente las más
trabajadas de la novela.
Como punto
negativo podríamos señalar su final, uno en el que como lector me
queda la sensación de que podría haber sido mucho más completo y
en el que echo en falta un mayor riesgo por parte de la escritora
para mostrarnos las pautas de conducta de Atticus Finch, otro
de los grandes personajes de estas páginas.
Existen también
algunos pasajes totalmente innecesarios que lastran el ritmo interno
de la historia, detalle que se le puede achacar al tratarse de una
escritora primeriza que aún no ha alcanzado su madurez creativa.
En definitiva: en
‘Ve y pon un centinela’ encontramos los mismos temas que
ya se tocaron en Matar a un ruiseñor (racismo,
sociedad y costumbres encorsetada del sur de Estados Unidos…), pero
todo ello elevado al cubo, descubriendo así a una Harper Lee
mucho más combativa, política y contundente, características que
seguro sorprenden a más de un lector.
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