“Una obra que ningún zombie-maníaco debería perderse”
La vacuna Esperantum ha hecho posible la creación del Nuevo Mundo en las calles de Barcelona. Los supervivientes se han organizado para recuperar parte de la ciudad y pasan sus días limpiando las calles de zombis. Pero este delicado equilibrio se verá seriamente amenazado cuando la vacuna empiece a perder efecto y las personas a las que se les ha administrado comiencen a ver a sus compañeros como una amenaza.
Las librerías andan copadas de infinidad de títulos de
temática Z desde hace unos años. Este hecho se puede tomar como positivo o
negativo; en el primer caso, la oferta es amplia y es un género que vende
bastante (de hecho es raro no ver a cualquier editorial de toda la vida
publicando novelas de ‘Podridos’); en el segundo caso, tenemos un mercado cada
vez más saturado, con cientos de libros que particularmente me vienen a decir
lo mismo una y otra vez.
Esto viene a colación porque servidor está ya algo cansado
de este género y decidí hace un tiempo leer sólo lo que podría llamarme
realmente la atención (el día sólo tiene 24 horas y hay que seleccionar bien el
ocio). A Carlos Sisí le tengo un
gran respeto por ser el que introdujo el elemento zombi en nuestra literatura,
creando para la ocasión una saga que particularmente me encanta, así que decidí
darle la oportunidad que se merece a esta cuarta entrega de
Los Caminantes y tengo que decir que es
una buena novela; por otra parte no sé si una quinta parte sería buena idea
debido al carácter abierto de su final (Aeternum
ha sido posible por la insistencia de los fans- según el propio Carlos-).
Entrando ya en materia, tengo que decir que Aeternum es una novela que engancha cosa
mala, metiéndote de lleno en la historia que se nos presenta, y en la que el
escritor malagueño nos sorprenderá con algún que otro giro inesperado,
característica ésta ya intrínseca en la manera de narrar de Sisí (con respecto
a este aspecto podríamos achacarle
ciertas incongruencias referente a algunos de esos giros, pero es algo menor
dentro del mecanismo de relojería que supone tantas tramas y subtramas).
El estilo del escritor ha mejorado de manera convincente con
respecto a entregas anteriores: ahora tenemos a un Carlos Sisí que se nota más
seguro de sí mismo, y que ha ganado en planificación, dando lugar a un excelente
equilibrio.
En definitiva: volvemos a encontrarnos a José, Susana,
Isabel, Alba, Aranda, Dozer, que junto a otros personajes nuevos, de nuevo los veremos inmersos en una trama vertiginosa que prácticamente no
deja respiro al lector y que desde aquí no puedo parar de recomendar si eres un
fiel seguidor del género Z.
Como ya dije al principio de mi reseña, si al final Carlos
Sisí se decide a publicar una quinta parte, según el momento en el que me
encuentre quizás vuelva a picar o no, pero todos sabemos que la carne es débil
y que finalmente volveré para obtener una nueva ración de “literatura de
calidad made in Sisí”.
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