viernes, 18 de julio de 2014

Concurso 3000 visitas



Solo cuatro han sido los valientes que nos han enviado el microrrelato. Todos ellos muy buenos pero como siempre pasa en los concursos tenemos que dar un ganador. Entre Tony Jiménez, Carlos Monteros “Dr. Motosierra” ( aprovecho para agradecerles que aceptasen ser jueces, gracias),  y un servidor hemos decidido que el afortunado que se lleva el libro “Exégesis” firmado por Alejo Cuervo es…..

Daniel M. Givaudan


Enhorabuena al ganador y gracias a los demás concursantes por participar.
A continuación os dejamos disfrutar de esta pequeña historia. 




Estaba a punto de bajar la antorcha y encender la pira funeraria cuando su mano se detuvo.

—No puedo hacerlo —pensó.

La miró, recorriendo con sus ojos aquel cuerpo que le había hecho romper sus votos. Aquel cuerpo que lo había trasportado a otro mundo. Se detuvo en sus labios, ahora cerrados, de la única mujer que había amado en toda su vida.

Las lágrimas empezaron a brotar. Intentó parar, pero no sirvió de nada.

Tenía tantas ganas de besarla.

Deseaba acariciar otra vez aquel pelo rojo y salvaje, hacerle el amor toda la noche como un loco y amanecer, rendido, cubierto de pieles con ella apoyada en su pecho.

Sintió algo frio, que agarraba su mano.

—Jooon... —susurró Ygritte con una voz gutural
¿Ygritte?—Balbuceo Jon
—Mi amor…
— ¡Ygritte! —Dijo Jon mientras seguían cayendo lágrimas por sus mejillas.

Ella se abalanzó sobre él y le arranco el labio inferior de cuajo. Ygritte devoraba su cara cuando la antorcha cayó de las manos de Jon, prendiendo fuego a la pira funeraria, ardiendo juntos.

Jon sangraba, pero eso ya no importaba, ella estaba viva. E Iría hasta el mismísimo infierno con ella.

Esta vez se quedarían en su cueva, por siempre.
 

jueves, 17 de julio de 2014

¿Cómo crear? por Alberto M. Caliani




CÓMO CREAR por Alberto M. Caliani



Escribir es un trabajo que ocupa veinticuatro horas al día. El proceso creativo es mucho más que sentarse ante la pantalla vacía de tu ordenador y empezar a juntar palabras con cierto sentido. Siempre hay una idea inicial que es origen primigenio de esa historia que te mortificará durante incontables noches y que te hará empezar a vivirla en tu duermevela durante meses, incluso años, y cuyo proceso de gestación, además de ser a veces doloroso, tiene una duración incierta. Si eres escritor, ha llegado el momento de coger al gorila por los huevos y plantearte la posibilidad de organizar ese caos imaginario para construir algo tangible: tu obra.


Cualquier cosa puede disparar ese proceso en el que una mano invisible arroja una semilla en el campo de cultivo de tu mente y hace que florezca el milagro de la creatividad. El detonante puede ser una experiencia propia o ajena, una película, una imagen en las noticias, un libro o una epifanía ninja que te ataca a traición. No busques culpables: tu cerebro se acaba de quedar preñado y es tu decisión dejar hibernar a ese embrión per sécula seculórum o llevar el embarazo a buen puerto y acabar pariendo una criatura que estarás deseando mostrar al mundo. Luego serán el público, los lectores y la crítica quienes le den el lugar que se merece en el panorama literario. Quien sabe: tal vez tu hijo sea recordado por generaciones venideras..., o puede que caiga en el mayor de los olvidos.


En este artículo explicaré cómo funciona en mí este proceso creativo, y ya os adelanto que me veo capaz de enfocarlo desde distintas perspectivas, ya que este ha ido mutando a través de las dos novelas que he escrito hasta la fecha («El secreto de Boca Verde» y «La conspiración del rey muerto») y de la que estoy escribiendo ahora mismo y que está en un estado muy avanzado de gestación (a esta última la llamaremos «Proyecto impío»)


PLANIFICACIÓN VS. IMPROVISACIÓN

A los amantes de las etiquetas les priva catalogar a los escritores como navegantes de brújula o mapa. Yo tengo en consideración también a los que van con GPS (una mezcla de los anteriores), y ahora explicaré mi versión de cada uno de ellos, ya que cada una de mis novelas ha sido escrita siguiendo un método distinto. Ojo, esto no fue premeditado: creo que la experiencia y el oficio te van dirigiendo, sin saberlo, hacia tu forma más eficaz de trabajar. En 2003, cuando empecé a escribir «El secreto de Boca Verde», tardaba dos días en escribir quinientas palabras y el resultado era pésimo: sobreadjetivación, frases larguísimas, descripciones insoportables, exceso de información... Y lentitud, mucha lentitud y parones terribles. Hoy día, escribir dos mil quinientas o tres mil palabras en dos o tres horas es algo normal para mí. No os voy a engañar, no es habilidad: es oficio; es escribir durante años a diario e ir absorbiendo técnica sin darte cuenta siquiera de que la absorbes. ¿A que no recuerdas cuando empezaste a hablar? De repente hablabas, pero tardaste de quince a veinticinco años en hacerlo realmente bien y expresarte con una propiedad acorde con la plenitud del conocimiento. Esto es igual. Si escribes (y lees, ojo, esto es importantísimo) a diario durante quince o veinte años, muy torpe debes de ser para hacerlo mal. Y cuidado, que nunca dejamos de aprender.


LA BRÚJULA: ¡QUE VIVA LA AVENTURA!

«El secreto de Boca Verde» fue mi primera novela y, reconozcámoslo, no tenía ni puta idea del oficio de escritor. Sabía mezclar ideas con palabras como un puñetero aficionado, por eso tardé tanto tiempo en terminarla: había que rehacerla una y otra vez, hasta que quedó decente.

            
Para mi ópera prima fui un absoluto escritor de BRÚJULA. Empecé a navegar —muy apropiado, porque el libro empieza con una canoa a la deriva, que así iba yo más o menos— sin tener ni idea de dónde quería llegar, ni lo que me iba a encontrar por el camino. El germen de «Boca Verde» nace de mi deseo de escribir una historia de conquistadores, y termina siendo un thriller de aventuras con toques sobrenaturales y de ciencia ficción. Este es el efecto brújula: sabes más o menos el punto cardinal al que te diriges, pero vas dando bandazos gran parte del tiempo. La historia se fue creando capítulo tras capítulo, con unos personajes principales que fueron mutando: unos tomaban protagonismo, otros acabaron con un papel menguado e incluso otros desaparecieron sin dejar rastro. Poco a poco, el argumento fue tomando forma hasta convertirse, después de cinco años, en un libro que ha encandilado a la inmensa mayoría de sus lectores.

            
Fue divertidísimo escribirlo, ya que me iba sorprendiendo conforme lo hacía. Yo fui el primero en vivir la aventura que muchos de vosotros conocéis. Me fui documentando mientras la escribía —otra labor apasionante—, y contemplé la selva, sus secretos y la fauna humana que la infestaba con ojos de descubridor. Una experiencia maravillosa..., y muy larga.

            
Al final, fueron 289.000 palabras (después de recortar información superflua) de una historia construida con un fuerte armazón aunque sin planos, con múltiples subtramas, que llega con facilidad al lector sin dejar flecos sueltos. El cómo acabé llegando a puerto todavía es un misterio para mí. Creo que si tuviera que repetir algo así en la actualidad, a pesar de todo lo que he aprendido durante estos años, fracasaría. Para colmo, no soy el típico escritor que toma notas: tengo una memoria selectiva acojonante para ciertas cosas (soy malísimo para recordar nombres y caras, pero si se me ocurre una idea a las 4 AM, no se me olvidará jamás, aunque no la anote). En definitiva: que «El secreto de Boca Verde» me saliera como me salió, improvisando durante años, fue un verdadero milagro.


PROS DEL SISTEMA BRÚJULA: 
* Método muy divertido. Sorprende hasta al propio autor.


* Al estar abierto a la improvisación, la historia irá cambiando conforme la escribes, lo que puede desembocar en momentos formidables.


* La mayoría de las veces, las ideas geniales son geniales de verdad.


* Para autores increíblemente creativos, este método, aunque caótico, es el mejor.


CONTRAS DEL SISTEMA BRÚJULA:
* La suerte es un factor importante: no siempre se nos ocurren las mejores soluciones para ciertas situaciones. Es la desventaja de la improvisación, que dependemos mucho de la inspiración.


* Tendrás que revisitar muchas veces capítulos anteriores para acoplar la narración a los acontecimientos que vas desgranando. Esto a veces se convierte en una pesadilla y corres el peligro de dejar cabos sueltos o incongruencias que luego no tienen remedio. Y ojo, que los corta/pegas, eliminaciones y cambios dejan luego mucha basurilla en forma de erratas, repeticiones de palabras y otras lacras.


* Sufrirás parones creativos y frecuentes atascos, lo que alargará el tiempo de escritura hasta límites insospechados. Una novela que podrías acabar en 6 meses se te puede alargar hasta dos años o más con facilidad pasmosa. Estos parones son los cementerios de muchas obras buenas: hay quien se atasca y tira la toalla.


* Si por el contrario, estás en un periodo de mucha creatividad y para ti no existen esos bloqueos, la extensión de la obra correrá peligro de dispararse hasta el infinito. Te gusta tanto tu obra que no deseas que termine. Cuidado: aunque vayas sin rumbo, hay que saber parar.

* Careces del control de la historia, aunque te parezca que lo tienes. Se produce el síndrome del «yo controlo» de las drogas: te crees que controlas, pero vas dando bandazos.



EL GPS: NAVEGANDO HACIA UN PUERTO MÁS ALLÁ DEL HORIZONTE

Mi siguiente obra fue «La conspiración del rey muerto», una novela histórica basada en una idea de uno de mis mejores amigos, José Miguel Recio, que es el padre de la criatura. Yo puedo decir con orgullo que soy la madre. Él puso su semilla en mí y yo crié a sus personajes hasta desarrollar una historia que cubre veinticinco años, desde 1578 a 1603. José Miguel Recio tenía muy claro cómo empezaba la novela y cómo se desarrollaba al principio, y también una imagen cristalina del final. Pero, ¿qué pasaba durante esos veinticinco años?


Con estos datos apuntados en unos folios, emprendí este nuevo viaje usando el sistema del GPS: sabía de dónde partía y dónde quería llegar, pero no por dónde me llevaría la aventura. En esta ocasión, tenía un poderoso aliado a mi favor: la Historia. Entrecruzando personajes que existieron en realidad con otros paridos de la imaginación de Recio o de la mía propia, fui creando sus vidas y vivencias, sus alegrías y pesares, y una trama cargada de acción, guerra y conspiraciones. Aquí sí que me vi obligado a tomar notas y a hacer ciertos esquemas para no sacar los pies del tiesto y que algún erudito me pusiera la cara colorada. Incluso viajé al Escorial, a Palos de la Frontera (esto fue para subir a bordo de una carabela y hacer un completo reportaje por dentro; mi grupo de aventureros se mueve por mar a bordo de la Cruz do Sul, un velero de este tipo) y a Sanlúcar de Barrameda, lugares clave de la historia.


PROS DEL SISTEMA GPS:
* Te da juego para improvisar, aunque te mantiene en unos parámetros más controlados que cuando navegas a brújula, así que lo más probable es que no desbarres mucho ni te alejes demasiado de la trama principal.

* Al conocer las etapas finales de la historia, es más fácil encarrilar la narración.

* Puedes disfrutar del factor sorpresa durante muchos capítulos, y la experiencia será, sin duda, divertida y gratificante.


CONTRAS DEL SISTEMA GPS:

* Los mismos que el sistema BRÚJULA pero muy minimizados, a excepción del último, ya que al conocer el final de la historia podrás evitar esos bandazos.



EL MAPA: LA DISCIPLINA ME HARÁ EFICAZ

Por último, estoy trabajando desde finales de mayo de 2014 en el «Proyecto impío» (no se titula así, es por llamarla de alguna forma sin revelar su título), una novela de terror demoníaco que abandoné en 2010 para sumergirme en «La conspiración del rey muerto». Es menos extensa que las anteriores (289.000 palabras «Boca Verde» y 202.000 «La conspiración»). Aquí sabía cómo quería que fuera el final y ya tenía escrito un cuarto de la misma. La he retomado después de once años de escribir prácticamente a diario, y con una herramienta que, cuando la conoces, se te convierte en indispensable: el Scrivener, un software específico para escritores. Y aquí, queridos amigos, decidí usar el sistema del MAPA.


Antes de proseguir, os diré que nunca jamás he escrito una novela en un solo archivo de Word. Siempre lo he hecho capítulo por capítulo, numerados, poniéndole a cada uno de ellos un nombre descriptivo de trabajo para saber qué demonios pasaba en él. Unos ejemplos imaginarios:

1 – Capítulo I, inicio, presentación de protagonista, encuentro con fulano, descripción breve de la Isla Wight.

2 – Capítulo II, protagonista pelea contra Rogers. Este, derrotado, entrega perla negra al prota, que luego conoce en taberna a la chica.


Todo esto, en una carpeta, te permite revisitar luego capítulos anteriores echando solo un vistazo a su título. Una vez tienes todos los capítulos listos, los unes en un solo archivo de texto y ya tienes el manuscrito terminado. Con este sistema de trabajo, es lógico que me enamorara del Scrivener a primera vista.


Explicado de forma muy somera, el Scrivener se divide en tres zonas distintas: la central, que es el procesador de textos en sí; la de la izquierda, en la que podrás dividir la novela en diferentes capítulos, además de colocar en forma de árbol de archivos bases de datos de personajes, de localizaciones, investigación, fotografías... Lo que te dé la gana. Y podrás viajar de uno a otro con una facilidad pasmosa, incluso trabajando con dos ventanas a la vez (por ejemplo, en una escribiendo tu obra y en la otra archivos de documentación) y sin salir del programa. A la derecha, hay un bloc de notas donde puedes hacer diabluras, aunque yo me limito a escribir sinopsis de cada capítulo; resúmenes escritos de cualquier manera que forman el esqueleto de la historia y que luego desarrollas en el procesador de textos. Gracias al Scrivener, quise probar el sistema más profesional y controlado de escritura de todos: el MAPA. Es el que usa la mayoría de escritores profesionales y, si bien siempre he abogado por la improvisación y la libertad, este sistema ha acabado demostrándome que es el mejor.


En el Scrivener, divido en su zona izquierda la novela por capítulos, y en la zona derecha voy haciendo un resumen de lo que va a suceder. Cada vez que aparece un personaje nuevo, creo una ficha suya con sus características principales, y los voy organizando en subcarpetas que me permitan una pronta localización. Hago lo mismo con enclaves importantes cuya descripción vaya a ser relevante en la historia. Abajo de todo, también en la zona izquierda del Scrivener, tengo un apartado de documentación.


Es ahora cuando toda nuestra creatividad en bruto debe salir a la luz. Vamos a crear la estructura de la novela trabajando en la zona derecha del Scrivener. Olvídate de giros lingüísticos, de la prosa, de los diálogos y de cualquier otra cosa. Aquí hay que plantar idea tras idea. ¿Qué pasará en el capítulo 1? ¿Cómo lo enlazo con el 2? Que no te preocupe que nadie, excepto tú, pueda entender lo que escribes ahí. El objetivo es que esté claro para ti. Si la idea en tu mente es más o menos nítida, en unos días, como mucho en unas pocas semanas, te darás cuenta de que tienes tu historia escrita de principio a fin, con los conflictos, subtramas y giros que hayas querido darle. ¿Que tienes que corregir o cambiar algo? Lo encontrarás fácilmente en ese armazón. Una vez todo este proceso esté cerrado, ya tienes tu MAPA: es momento de escribir capítulo por capítulo tu novela.


En esta segunda etapa es cuando escribes la novela en sí, ciñéndote lo más posible al mapa creado. ¡Atención! El mapa tiene sus carreteras, pero tú eres un todo terreno. Si bien navegarás de forma más rápida y recta hacia tu objetivo —el final—, nada ni nadie te impide hacer una parada en el camino más larga de lo programado o salirte de la pista para una fiesta sorpresa que no estaba prevista en tus sinopsis. No solo es lícito, sino que os animo a hacerlo. Veréis cómo teniendo un mapa que seguir sabréis regresar de nuevo a vuestro objetivo principal con facilidad. Además, si veis que necesitáis dar un cambio radical al futuro de vuestra historia, siempre podéis regresar a la fase de planificación y cambiar el mapa. Una vez cambiado, retomar esa nueva ruta será muy fácil.


PROS DEL SISTEMA MAPA:

* El proceso de creatividad en bruto se da en una fase temprana, por lo que acabarás teniendo una visión muy clara de la obra de principio a fin.

       
* Trabajando con un guión previo, escribirás con la tranquilidad de tener que crear poco, así que podrás enfocar tu atención en el ritmo y la prosa, y los resultados serán más rápidos y hermosos. Eso te animará: verás cómo tu obra crece y toma forma delante de tus ojos.

          
*  Tendrás mucho más control en general, sobre todo en la extensión del manuscrito. Es raro que se te dispare trabajando con este método.

           
* Una vez más te advierto y te animo a la vez: si durante el proceso de escritura se te ocurre una idea genial, abandona momentáneamente el mapa, ejecútala y luego regresa a él. Por muy buen sherpa que seas, siempre estás a tiempo de descubrir otra senda o un atajo.




CONTRAS DEL SISTEMA MAPA:

* Si eres un tipo extraordinariamente creativo y no has plasmado todas tus ideas en el esqueleto de la novela, te puede llegar a aburrir un poco.

       
* Lo que escribes no te sorprenderá: lo sabías de antemano.

He hablado aquí del uso del Scrivener, pero la mayoría de la gente construye su mapa literario a base de notas manuscritas, documentos impresos, fichas de cartón para los personajes, etc. Hay mil maneras de organizarse para llegar al mismo objetivo: escribir una buena novela, atractiva y bien armada.

Pantalla del Scrivener del "Proyecto impío" (Parcialmente censurada)

Bocetos de mapas de "El secreto de Boca Verde" (que no tienen nada que ver con el mapa literario del que se habla en este artículo)

         
Por mucho tiempo que lleves escribiendo, te invito a probar un método distinto al que usas de forma habitual. Es posible que te lleves una sorpresa agradable y descubras un sistema que te permitirá escribir mejor o, al menos, explorar territorio desconocido, que siempre viene bien. Ya sabes que en este oficio nunca terminamos de aprender.

            
Si alguien quiere conocer más detalles sobre mi visión del proceso creativo, que no se corte en preguntarme a través de este mismo blog o a través de Facebook. Para mí ha sido un placer compartir todo esto con vosotros desde "La Ventana Secreta", y desde aquí le doy las gracias a Víctor Cifuentes por haberme dado la oportunidad de expresarme desde su página. :)

Opinión literaria: El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas de Darío Vilas.


"El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas supera todas las expectativas habidas y por haber. Darío Vilas se corona como uno de los grandes autores de nuestro país."

 

Marquitos Laguna se ha retirado del oficio. Ahora prefiere cuidar su huerto y recoger los huevos de sus gallinas. Antes, en otra época, Marquitos era un justiciero parco en palabras, un matador criptozoológico en la abundante isla de Simetría, un muro de dos metros de hostias enfundado en el guante de un hombre en traje negro. Pero ya no, sus noches más oscuras quedaron atrás. O al menos eso creía hasta hace unas horas. Porque hace nada, las gallinas viejas, esas que nunca sacrifica sabe Dios por qué, han comenzado a revolotear de aquí para allá, dejándolo todo lleno de plumas. La tierra de ese huerto que ahora se dedica a cuidar, ha empezado a retemblar. La carne putrefacta de toda una vida en negro se afana por abrirse paso a base de dentelladas y uñas rotas. Y Marquitos, un muro de dos metros de amor venido a menos, se teme lo peor:
Que regresen sus noches más oscuras. Que se le atragante el olor de una Magnolia.
O que haya llegado la hora de volver a sacrificar.

El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas es una historia de realismo bizarro, de una isla que alberga toda la inmundicia humana, de fantasmas del pasado que regresan a golpe de vaso de güisqui sobre la barra de un bar. De vampiras imaginarias, de zombis mentales que acompañan a su protagonista y de un ente vengativo que pretende culminar una obra maestra del asesinato:
La Magnolia Azul.


Nos encontramos ante una historia que se nos quedará grabada en la mente durante mucho tiempo y que seguro que en un futuro desearemos volver leer para volver a recordar todo lo sucedido en Simetría con Marquitos.


Darío Vilas crea una novela dura e impactante. Sabemos que es un libro, sabemos que es ficción, pero la prosa del escritor gallego consigue que nos adentremos en la mente de un asesino y que lleguemos a imaginar que este personaje existe.
Darío no se corta un pelo a la hora de utilizar un lenguaje grosero claramente acertado ya que los personajes que forman esta novela no son para nada hermanitas de la caridad.


La historia contada en primera persona consigue conectar con el lector des de la primera línea. Con una lectura directa y sin contemplaciones nos adentramos en la isla de Simetría, una isla que visto lo visto preferiría no vivir ningún tipo de experiencia en ella.
De la voz de Marquitos conoceremos lo que un tipo de dos metros con una enfermedad y psicológicamente no muy cuerdo es capaz de hacer en el sótano de su propia casa.


A medida que demos rienda suelta a esta magnífica lectura, encontraremos capítulos en el que sus  objetivos  serán descubrir el pasado de los personajes que pertenecieron a la vida de Marquitos y que siguen perteneciendo  de una forma muy distinta. Marquitos ya quedará en mi mente como uno de esos personajes que le coges especial cariño y deseas que continúen habiendo más historias sobre él.



Un final en el que el autor nos deja con ganas de más y no solo relacionado con Marquitos y Simetría, sino que con suma inteligencia y muy bien introducida en la historia encontramos una palabra que también quedará grabada en nuestra mente para próxima lectura “LANTANA”


Se ha hablado mucho de esta novela y antes de leerla solamente había escuchado opiniones que la ponían por las nubes: “la mejor novela que leí en el 2013” “Darío es uno de los mejores escritores españoles de la actualidad” “Si esta novela hubiera salido publicada con una gran editorial se convertiría en best seller”, etc.

Estoy de acuerdo con todas esas afirmaciones. No es la mejor novela que he leído en el 2013 porque lamentablemente y sin ningún motivo he esperado hasta julio de 2014, pero si puedo decir que es de las mejores novelas que he leído y no solo en 2014.

Sin duda después de leer semejante obra maestra no queda más remedio que decir que Darío es uno de los mejores escritores del panorama español. Ya deseo otra nueva novela ambientada en la isla de Simetría y ya tengo fichados “Lantana” e “Instinto de superviviente” además de su próxima novela “Absurdario”.

No se si esta novela hubiera sido publicada por una gran editorial sería Bestseller, pero está claro que Tyrannosaurus  Books ha apostado por la historia de Darío Vilas y ha acertado plenamente en su elección.


A todos los que os guste la literatura, da igual el género, estáis obligados a haceros con esta obra y disfrutarla de principio a fin.