miércoles, 10 de febrero de 2016

Opinión literaria: "Última sesión" de Marisha Pessl - Reseña de Francisco José Arcos Serrano



“Una novela de corte terrorífico y onírico que mantendrá en vilo incluso al lector más preparado”


Una noche húmeda de octubre, la joven Ashley Cordova aparece muerta en un almacén abandonado del Bajo Manhattan. Scott McGrath, un desacreditado periodista de investigación, sospecha que detrás de este aparente suicidio se oculta una verdad mucho más retorcida. Las extrañas circunstancias que rodearon la vida de Ashley se mezclan con el legado de un padre excéntrico: el enigmático Stanislas Cordova, un legendario director de cine de terror que ha permanecido fuera de escena durante más de treinta años y que ha conseguido convertir su vida en un secreto absoluto. Sus películas de culto están prohibidas en el circuito comercial y solo pueden ser visionadas en proyecciones clandestinas. La obsesión de McGrath con el cineasta sumergirá al investigador en un mundo profundamente hipnótico y siniestro, mientras el lector, a través de una serie de documentos, pistas y fotografías, le acompaña en la misma búsqueda obsesiva.

Menuda sorpresa de las buenas me he llevado con Marisha Pessl, una joven escritora que ha parido una de esas novelas que te hace sentir ese tipo de cosquilleo interno (y malsano: por qué no decirlo), al alcance de muy pocos autores.
Sorprende el grado de credibilidad que se alcanza en estas páginas, ya que Pessl salpica la narración con artículos de prensa, informes criminales policiales y material extraído de internet que son parte de ese puzzle tan especial que nos tiene preparado la autora.
El personaje de Cordova es uno que perfectamente podría existir en la realidad (recordemos que “su filmografía es la más terrorífica jamás llevada a la pantalla”): un director de culto que lleva detrás a un buen número de fieles sedientos de tramas cargadas de ese terror psicológico que cualquier amante de este género buscamos siempre. 
La autora se reserva un giro radical en el desarrollo de los acontecimientos que en algunos sectores no ha terminado de convencer. A mí sí me ha gustado este cambio de tercio que nos lleva a otro mundo oscuro y decadente, el cual lo sentí como mío durante mis ratos de lectura, recorriéndome un sudor frío por la nuca.
Conforme nos vamos adentrando en esta oscura trama, las cotas de perversidad y enajenación nos van afectando como lectores, obligándonos en ocasiones a detener la lectura y proseguir más tarde. Creo sinceramente que es un recurso buscado por la propia autora, la cual controla perfectamente los mecanismos del miedo; en otras palabras: estamos a su entera disposición, convirtiéndonos así en testigos de excepción de esta investigación, la cual no es otra cosa que una atracción morbosa excelentemente bien narrada.
En definitiva: Última sesión se nos presenta como una novela totalmente adictiva con sus altas dosis de terror y misterio, convirtiéndola por tanto en una de las novelas más intensas e inquietantes que han pasado por mis manos últimamente.
Ah! Un consejo: este libro no tiene sentido leerlo en digital; abridlo por cualquiera de sus páginas y os daréis cuenta del porqué (desde aquí mis felicitaciones tanto a la autora como a Random House por este trabajo tan elaborado y minucioso).