miércoles, 29 de junio de 2016

Opinión literaria: "El Dragón del Frío. Fragmentos del libro de Mirm" de Vicente Catalá Burguera - Reseña de Jorge Herrero

“El Dragón de Frío transporta al lector a un mundo donde el sentido de lo fantástico alcanza cotas pocas veces vista. Las distintas historias que componen el libro te hacen retroceder a los tiempos donde se contaban cuentos y leyendas junto a la hoguera. Todo un hallazgo e ideal para todos los públicos.”


¿Qué hay en el interior de la Montaña que se arrastra? ¿Qué busca la criatura que comba los árboles a su paso sin romperse? ¿Qué ser se alimenta de tus sueños escondido en una caja?
El viajero que atraviesa el Bosque de los Pensamientos ha aprendido a temer los derroteros sobrenaturales que toman sus caminos. La niebla se transfigura en tinieblas y la oscuridad en peligro, pero hasta el corazón más negro del bosque se sobrecoge ante la presencia del Dragón de Frío.


El Dragón de Frío es un libro escrito por Vicente Catalá Burguera, autor de varios relatos de ciencia ficción y de terror, y que para este volumen ha cambiado de género y se adentra en el género de la fantasía, pero una fantasía que nos recuerda a épocas antiguas donde las historias se narraban en forma de cuentos. Si ha salido vencedor del cambio de registro es algo que tendrá que juzgar el lector, pero en mi humilde opinión, ha salido victorioso y de qué manera. Ha hecho un libro donde el sentido de la fantasía y de la maravilla se respira en todas y cada una de las páginas de los tres relatos y de la novela corta que forman El Dragón Frío (Fragmentos del Libro de Mirm)

El primer relato es el titulado “La Montaña del Troll”, donde el autor cuenta la peculiar relación que se establece entre un joven llamado Hank y un enorme Troll, el lector asistirá a los intentos de Hank de que el troll no se lo coma, y las distintas estratagemas que el joven protagonista tendrá que hacer para salir con vida de este extraordinario suceso. Es un relato narrado de manera magistral por el autor, con una prosa sencilla y directa. Y con un final emotivo.

El siguiente relato se titula “El Escultor de Estrellas”, cuenta la historia de un sabio y su nieto, y su afición por admirar las estrellas. Después de un extraño suceso, el nieto del sabio partirá para intentar buscar solución a lo que le sucede a su abuelo, y en su intento de intentar mejorar el estado de su abuelo, el joven hará una cosa que tendrá ciertas repercusiones. Una historia donde el cariño y el amor son los sentimientos dominantes, y donde se verá hasta dónde puede llegar una persona por intentar salvar a un ser querido. Una historia emotiva donde la prosa vuelve a destacar por su riqueza y su estilo.

El tercer relato es “Tiena”, que así se llama la joven protagonista de la historia, una jovencita presumida y engreída, y que un buen día y misteriosamente, acaba en sus manos una extraña cajita de madera, y con un contenido que cambiará y de qué manera la vida de la joven Tiena. Una historia con moraleja final, cuidado con lo que deseas, que puede salir de manera
totalmente inesperada a como uno piensa. Relato con el qué es para mí, el final más oscuro de todo el libro.

Estos tres relatos forman Los Fragmentos del Libro de Mirm.
Después de los tres relatos antes explicados viene la que quizás es para mí, la joya del libro, la novela corta que da título a este volumen, “El Dragón de Frío”, una historia maravillosa de principio a fin, donde la fantasía alcanza altas cotas de imaginación. Esta historia cuenta los sucesos que dieron lugar a la reaparición de un ser que todos daban por extinguido, un Dragón de Frío, pero que como se verá, estaba vivito y coleando, y a donde el lector asistirá al poder desatado de esta increíble y terrible figura. Tiene un final acorde a lo que se ha contado a lo largo de la novela, donde la fantasía alcanza su máxima expresión.

El Dragón de Frío,Fragmentos del Libro de Mirm, es un libro ideal para todos los públicos, desde los más jóvenes pasando por los lectores más veteranos del fantástico, es un libro donde la fantasía y el sentido de la maravilla es lo que predomina por encima de todo. Es una fantasía que podría recordar a antiguas leyendas e historias de esas que se contaban en la antigüedad, donde al lado de una buena hoguera se fraguaban los mitos y las grandes historias.

A destacar la capacidad del autor para crear y desarrollar un mundo donde todo encaja al milímetro, donde todo ocupa su lugar y tiene su razón de ser. En poco más de doscientas páginas el lector asistirá a unas historias a cada cual más sorprendente, y donde la acción ocupa un lugar algo más secundario de lo que suele ser dentro de lo que suele ser lo habitual en la fantasía.

Otro punto que hay que resaltar es el de los distintos personajes que protagonizan este libro, todos y cada uno, están desarrollados de una manera que actúan acorde a su edad y sus características, desde los humanos hasta las distintas criaturas fantásticas que aparecen.

En definitiva, El Dragón de Frío (Fragmentos del Libro de Mirm) es un libro que me ha sorprendido muy gratamente, y donde le lector descubrirá que dentro de la autopublicación también se pueden encontrar grandes historias, y que no solo las editoriales más “normales” publican buenos libros, y que como en todo en general, hay que saber buscar para encontrar cosas buenas, y que en este caso en particular, el lector se encuentra ante un libro de una calidad muy alta.


Un libro que supone el hallazgo de un autor del que un servidor espera seguir leyendo más historias. Muy recomendable para todo aquel que quiera pasar un rato muy agradable leyendo unos buenos relatos y una novela corta de fantasía.

martes, 28 de junio de 2016

Opinión literaria: "Magistral" de Rubén Martín Giráldez - Reseña de Francisco José Arcos Serrano


“Una de las más lúcidas críticas volcadas hacia el escritor y el lector medio, lo que se traduce en una de las mejores novelas de este año”


Como para resucitar el gusto sería necesario que esta nación se hubiese tomado alguna vez en serio aquello de que nuestro cuerpo es un templo y la boca su excusado, lo más factible será ir pensando en reconstruir la lengua para poder mentir al menos sobre lo limpio que teníamos aquel palacete forrado de piel y pelos y perforado sin remedio nueve o diez veces. A lo mejor deberíamos ir pensando en cambiar un idioma que ya no sirve. Puede que haya llegado la hora de hacerle al castellano un hoyo en la hermosura y cagarle lombrices dentro hasta rellenarlo. El castellano es hoy un idioma monigotado, toca asaltar otras lenguas.

Hoy os voy a hablar (intentarlo, al menos, ya que el título en cuestión huye de cualquier definición plausible) de un libro diferente, inaudito incluso en nuestro panorama literario.
A Rubén Martín lo descubrí gracias a Menos Joven, donde nos presentaba una historia extraña como pocas (de hecho todo el libro es un locutor retransmitiendo la jugada de su personaje principal Bogdano -el cual debe cazar a sus ídolos-, todo ello subido a un caballo (¿?). 
Con Magistral vuelve a dejar ojiplático al lector con una sensación de estupor y confusión que no te abandona durante la lectura del libro ni hasta mucho tiempo después de haberlo cerrado (sin ir más lejos he necesitado unos días para asentar las ideas en mi cabeza para poder así escribir mis impresiones sobre lo que aquí nos quiere contar el escritor).
De las cosas que más valoro como lector y como reseñador es que el texto que tengo delante me remueva algo en el interior, y con Magistral, el amigo Rubén me ha dejado una sensación de caos (controlado en ocasiones, of course) intrínsecamente relacionado con la manera que tiene de jugar y estrangular el lenguaje para así ofrecernos unas páginas llenas de un peculiar juego narrativo que apabulla y sorprende a partes iguales.
Podríamos considerar que el escritor se toma este escenario bien como una broma infinita o como un despiece de esos tópicos que asolan nuestro lenguaje desde hace años.
No quiero finalizar este acercamiento a Magistral sin mencionar la edición del libro por parte de Jekyll and Jill, con uno de esos diseños interiores que juega constantemente con la estructura interna de estos alucinados pasajes; sin lugar a dudas, otra nueva muestra de lo que es capaz este pequeño sello zaragozano.  
Queda claro que Rubén Martín Giráldez va por libre en esto de la narrativa, siguiendo un camino (el suyo propio) por el que no deja títere con cabeza, potenciando un discurso nuevo y radical que no se casa con nadie.
Rubén, hijo mío: quedo rendido a tus pies con ganas de más.