viernes, 29 de mayo de 2015

Opinión literaria: "Disforia" de David Jasso. Reseña de Francisco José Arcos Serrano




“Una historia claustrofóbica y aterradora que te dejará sin aliento”


La sociedad arrastra una crisis económica y de valores que parece irreversible. Esther y Tomás, un matrimonio joven con serios problemas laborales, deciden pasar un último fin de semana, junto con su hija de dos años Say, en el apartamento de montaña que compraron en tiempos mejores y que ahora necesitan vender. En plena tormenta de nieve, alguien llama a su puerta y comienza la pesadilla. Veinticuatro horas de terror extremo, en las que deberán luchar para sobrevivir. En su huida, la situación se complicará aún más y se verán obligados a enfrentarse a sus miedos más profundos y ancestrales. Porque, además, alguien que se desplaza entre las sombras les acompaña en su viaje sin retorno.

David Jasso ha logrado acojonarme cosa mala con su nueva novela, Disforia, la cual posee ese tipo de estructura engañosa que potencia la sensación de no saber lo que te vas a encontrar cuando pasas a la página siguiente, creando así para la ocasión un continuo y diabólico juego entre escritor y lector del cual nadie puede escapar.

La pesadilla comienza con una acción tan cotidiana y rutinaria como es una llamada a la puerta de una casa familiar en plena tarde. Este es el inicio de la primera parte de la novela, reservándose Jasso una segunda parte aún más claustrofóbica e intensa que deja prácticamente en pañales a algunos escritores de terror que todos tenemos en mente (sí, amigo lector: tú y yo sabemos perfectamente de quién estamos hablando).

Salpicando la acción entre estas dos grandes partes en las que se vertebra la acción, Jasso nos narra unos breves interludios a modo de flashbacks gracias a los cuales podremos conocer los motivos por los que se mueve nuestro personaje de pesadilla surgido de la invernal noche, atando cabos hasta su magnífico e inesperado final, el cual recomiendo releer varias veces para valorar globalmente este desasosiego en todo su esplendor.

Particularmente creo que hay que detenerse también en la prosa de David Jasso, logrando una empatía muy reconocible con los personajes/víctimas, sobrevolando en todo ello una voz omnisciente que habla directamente con nosotros, dilatando o acortando el momento de algunas escenas clave resultando de todo ello un toque experimental que me ha encantado, otorgando una importante profundidad que potencia el estilo tan cinematográfico del escritor zaragozano.

En definitiva: una excelente historia terrorífica (no podemos olvidar que se trata también de una denuncia al sistema imperante en nuestros días) que genera en el lector una profunda sensación de desazón, lo cual es realmente difícil encontrar hoy en día.

Como nota final me alegro enormemente que haya sido Valdemar la editorial que ha publicado Disforia (amén de contar con una edición tan exquisita en cartoné con sobrecubiertas: marca de calidad de toda la colección Insomnia) la cual cuenta con la infraestructura necesaria para poder reeditar otros títulos de David Jasso como Dios manda. Yo, desde aquí, apoyo la iniciativa…
 

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