Fue hace cinco años, en
2010, cuando un estudio que no era ni Pixar ni Dreamworks estrenó una película
de animación digital que lo petó en taquilla. Esa película era Gru, mi villano
favorito, de Illumination Entertainment y distribuída por Universal Pictures.
¿La trama? Pues, por si no quedó claro por el título, sigue los pasos de un
villano que tendrá que replantearse seriamente su vida y carrera delictivas
cuando un trío de adorables huerfanitas se cruzen en su camino.
Con el éxito de la
cinta, una segunda parte era toda una realidad. Apuntando otro tanto para este
joven estudio de animación.
En esas dos películas
nos encontrabamos con una sorpresilla amarilla que ponía la guinda a los
suculentos pasteles que eran esas dos cintas: Los Minions. Unas adorables y
alocadas criaturitas amarillas de ojos saltones y idioma propio, leales
secuaces de Gru. La verdad es que ellos protagonizaban la mayor parte de
momentazos de las películas. Y al momento de aparecer, calaron muy hondo en el
espectador. Dando origen a todo un fénomeno que dio pie a todo un maremagnum de
merchandasing (camisetas, juguetes, fundas de móviles, juegos...).
Cualquier fan de Gru
seguro que alguna vez se le pasó por la cabeza la posibilidad de que los
minions tuviesen su propia película (al menos yo lo pedía a gritos...). Por lo
que a nadie le debió extrañar que en los créditos finales de Gru 2, los mismos
personajes nos confirmasen la noticia de que su película era toda una realidad.
¿Qué podía ser mejor
que un spin-off? Pues un spin-off
precuela. Y es que, ¿quién no se preguntó alguna vez qué eran los minions y
cómo acabarón bajo las órdenes de Gru? Pues tranquilos, que esta película se
nos aclaran las dudas en los excelentes primeros minutos.
En los que repasaremos
la historia junto estos amarillentos seres en su incasable búsqueda por servir
al malo más maloso de todos (y mantenerlo con vida, cosa difícil con estas
incosncientes criaturas).
Porque sí, los Minions han existido desde que la
primera forma de vida superior le hacía la existencia difícil a las demás.
Una verdadera pena que
los trailers y spots nos spoileasen estos primeros minutos que, sin duda, son
lo mejor de la cinta. Aunque cumplieron a la hora de llamar la atención y
llevar a la gente a las salas de cine.
Pues nada, que llega un
momento en el que los minions tienen que exiliarse y entran en una época de
depresión que amenaza con acabar con ellos. Pero por suerte no está todo
perdido, porque tres valerosos minions se embarcarán en un viaje para encontrar
al villano más malvado del momento para que todo vuelva a la normalidad... ¿Lo
conseguirán?
Está claro que no todo
el mundo va a adorar a los minions, que cuentan con no pocos detractores (sobre
todo, al poco de estrenarse esta película). Sé que es una tontería decir esto
porque cae de cajón cuando lees el título de la película, pero mejor
prevenir... Si no te gusta el humor del que hacen gala los minions NO vayas a
verla.
Porque, claramente, la película es suya y el metraje está plagado de su
estilo de humor (desde las salidas de tono, pasando por las risas que provoca
su extraña verborrea, hasta los muy recurrentes y efectivos slapsticks). Así
nos ahorraremos las críticas y comentarios negativos de gente que solo quiere
cargar contra los minions en una práctica que se está extendiendo bastante por
las redes sociales.
Los puntos fuertes de
la cinta los tenemos en la ambientación setentera (menudos guiños y referencias
se marcan, además del soundtrack) y londinense. Por no hablar del tema villano.
Porque en el mundo de Gru, ser villano es todo un trabajo (hasta familiar, en
algunos casos). Y tienen hasta canales de televisión (secretos bajo amenaza de
severa reprimenda) y expos donde los verdaderos maestros se reunen para mostrar
sus malvados inventos y técnicas (atentos a los momentazos como el de la
máquina del tiempo y el de cierta pistola congeladora). Se ha agradecido la
gran galería de villanos (en mi caso, me quedo con el hombre pez).
Y si hablamos de
villanos, hay que hacerlo de Scarlet Overkill. Esta femme fatale del crimen, es
el ídolo de toda la comunidad villanesca, y es la oportunidad de oro que tienen
los minions para volver a ser secuaces. Pero, cómo no, los problemas no hacen
más que empezar ya con la misión de prueba que les ecomienda Scarlet.
En la versión original,
el personaje está doblado por la gran Sandra Bullock (Speed, Crash), aunque
aquí su voz será la de Alexandra Jiménez (Promoción Fantasma, Los Serrano), y
hay que decir que es una pena que tanto ella como su marido inventor estén tan
desaprovechados. No voy a entrar en detalles de las motivaciones del personaje,
porque en el mundo de Gru, a los villanos le hacen falta más mala baba para
llegar a las suelas de los de Marvel (incluso a las del Profesor Huevo); solo
hace falta recordar a Vector...
En realidad hablo de su
participación en la película. Cierto que no deja de ser la cinta de los
minions, pero se hubiese agradecido que la relación profesional entre el trío
protagonista y la pareja criminal hubiese durado un poco más.
También eché en falta
más momentazos a costa de la época en la que se ambienta la película: algún
paseillo en una caravana hippy, un encontronazo con Nixon o Hendrix más allá de
la imagen impresa, alguna parodia a Benny Hill... aunque tampoco hay pocos, para
qué nos vamos a engañar.
Aunque la película me
ha gustado bastante (he reído de principio a fin), sí que es cierto que he
notado que a veces parecían estar exprimiendo de más. Y es que, si lo vemos en
perspectiva. Donde más brillan los minions es cuando están junto a Gru (si no
me creeis, estad atentos a los créditos finales). Siendo unos perfectos
secundarios para alegrar al personal en las (des)aventuras del (no tan) villano
o protagonizando sus propios cortometrajes como Banana (no nos engañemos, el
prólogo en el que nos revelan el origen de los minions podía haber sido un
corto perfectamente).
De todos modos, han
salido muy bien parados del experimento de darles un largometraje.
Ofreciendonos una historia divertida, amena, para toda la familia, y que es una
precuela perfecta (nada de levantarse de la butaca hasta que terminen los
créditos).
Es cierto que acabaría
viendo una secuela de Los Minions (sobre todo si se esmeran más en la historia
y en los personajes), aunque creo que lo mejor es centrarse en el fin de la
trilogía de Gru (hay muchas ganas).
Si eres un fan de los
minions, la película no te defraudará, y pasarás un buen rato con la historia
de estas alocadas criaturas amarillas que han causado una verdadera fiebre
amarilla (temblad familia Simpson).
Lo Mejor: Los Minions y
ese estupendo prólogo.
Lo Peor: Una trama y
personajes que podrían haber dado para más.
jajaja, está bien cool estos personajes. Sin lugar a dudas los Minions es una película de mero entretenimiento ligero. Una historia con un ritmo ágil en el que lo que realmente importa es ofrecer diversión al espectador -y ahí triunfa de forma indiscutible-, prescindiendo así de la moraleja que tanto peso tenía en las dos entregas de 'Gru, mi villano favorito' a las que supera con amplitud. De hecho, no me extrañaría lo más mínimo que los que no disfrutaron con aquellas películas sí lo hagan con esta precuela.
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