lunes, 9 de febrero de 2015

Opinión Literaria: "Verano de Miedo" de Carlos Molinero por Francisco Jose Arcos Serrano




“Vampiros nazis en plena ola de calor”


Cuando su madre le dice que tiene que pasar el verano derritiéndose en Vega Alta, el pueblo de su abuela, el primer pensamiento de Juan es que va a morirse de aburrimiento. Pero la construcción de unos chalés a las afueras desentierra a una criatura sedienta de sangre que hace que el aburrimiento a partir de ese momento sea imposible. Lo de morirse ya es otra cosa.

Juan se enfrentará a la amenaza vampírica junto a Eva, una gótica obesa, y Jairo, un ex niño de San Ildefonso beato. Ante su inferioridad de condiciones decidirá utilizar la información como arma, así que empezará a escribir en su blog todos los hechos terribles que están ocurriendo en Vega Alta. Con esto sólo conseguirá llamar la atención de alguien: el vampiro resucitado, que tiene un plan para Vega Alta difícil de imaginar...


Como cada año llega el premio Minotauro, un galardón no exento de polémica en la gran mayoría de las ocasiones, y como no podía ser menos el título merecedor de dicho premio del pasado 2014 también viene acompañado de cierta controversia.

Yo, particularmente, no suelo adentrarme en este tipo de terrenos pantanosos, y centro mi tiempo y mi esfuerzo en la lectura del título en cuestión, y respecto a este tema tengo que decir que Verano de miedo me ha resultado una lectura muy grata y que ha mantenido mi interés durante todo el libro.

Tenemos una clásica historia de vampiros al más estilo ‘Jóvenes Ocultos’, con cierto gusto ochenter, y salpicado para la ocasión de un humor cañí, que para eso estamos en España, ¿no?

En Verano de miedo podemos encontrar todos los ingredientes que han hecho del mito vampírico lo que es hasta nuestros días: un súper vampiro, jóvenes cazadores de esta plaga, música heavy, sangre, casquería y violencia; no podemos olvidar el componente spanish al incluir en su génesis a la Guerra Civil española y tocar temas tan en boga últimamente como son la corrupción política y urbanística.

Esta novela podría haber pasado desapercibida entre tanta novedad (sin contar el premio Minotauro, claro) sin la curiosa estructura y forma en la que Carlos Molinero vertebra la historia a modo de entradas diarias en el blog del protagonista, chats, emails, actas o programas de televisión, resultando de todo ello un recurso original y que funciona  a modo de narración directa y muy ágil.

Como fallos podríamos encontrar ciertos problemas de continuidad con respecto a las fechas de varias de las entradas de los blog-diarios de nuestros protagonistas, o en que se nos narra una historia ambientada en el año 2000, fecha en la que internet y demás avances informáticos no estaban tan desarrollados y aún así nuestro protagonistas dependen de móvil de alta gama y de internet a máxima potencia para comunicarse entre sí; otro de los puntos que no me acaban de convencer es que la narración se intercala a veces de páginas de relleno que particularmente no aportan nada a la trama.

Si no te pones demasiado tiquismiquis, amigo lector, te encontrarás una novela de vampiros de acción trepidante muy adictiva y con los suficientes giros argumentales y tonos narrativos diferentes para no aburrirte.

Como ya comenté al principio de mi reseña, pienso que Carlos Molinero ha conseguido una más que interesante historia vampírica de terror ibérico que ha llamado mi atención, a pesar de los aspectos mejorables que contiene la novela.




No hay comentarios:

Publicar un comentario