“La Huella del Cazador es una historia ágil con un regusto ochentero que consigue entretener de principio a fin y nos ofrece terror del bueno”
Durante
los años setenta y a principios de la siguiente década, están teniendo
lugar, al norte del país, una serie de desgracias. En la frondosidad de
los montes que lindan con un pueblo hasta entonces tranquilo, han
comenzado a aparecer los restos mortales de personas sin identificar.
Todo apunta, por los rastros dejados en las inmediaciones y el estado de
los cadáveres, a manadas hambrientas de lobos. Pero la información y
las investigaciones parecen ambiguas y poco esclarecedoras. Por otro
lado, un grupo de amigos de la zona ha encontrado un lugar donde dar
rienda suelta a sus escarceos musicales. Están haciendo sus pinitos en
el mundo del Rock and Roll. Un hombre solitario les ha ofrecido, a
cambio de muy poco dinero, un local para ensayar. El edificio se
encuentra en el interior de un recinto originalmente diseñado para otros
menesteres. Allí los jóvenes entrarán en contacto por vez primera con
un horror que no habrían podido imaginar ni en sus fantasías más
delirantes. A partir de ahí su experiencia se convertirá en un infierno
del que resultará muy difícil escapar.
La editorial Dissident Tales ha apostado por un nuevo
formato llamado Rebro. El primero que tuve la oportunidad de leer y disfrutar
fue “El Rayo Rojo” de Roberto Malo y CalaveraDiablo podéis leer la reseña AQUÍ. En ese momento demostraron
que aun siendo una editorial joven y nueva, con trabajo y esfuerzo se pueden
hacer grandes cosas.
Ahora Dissident Tales trabajan en solitario bajo el mandato
de Carlos Rodón y Laura López y siguen apostando por la calidad, tanto en
escoger a los escritores como a los ilustradores, además de traernos ediciones
impresas muy pero que muy buenas.
Llega el momento del segundo Rebro (el primero que hacen en
solitario como Dissident Tales S.C) “La Huella del Cazador” de Juan Miguel
Fernández e ilustrado por Elías Santos.
Juan Miguel Fernández nos presenta una historia directa,
ágil y adictiva. Si amigos, de principio a fin el terror, la intriga, la acción
y sobretodo la sangre son los principales elementos de esta obra. Y es que Juan
Miguel sabe dar al lector lo que pide y en mi caso es entretenimiento.
A veces nos olvidamos de esto, pero yo cuando leo una novela
ya sea de terror, ciencia ficción,etc. quiero que me entretenga, que me enganche, que cada capítulo
que leo me deje con ganas de seguir con el siguiente y así sucesivamente y Juan
Miguel lo consigue.
Con una historia cuidada y elaborada en la que un grupo de
amigos se juntan para ensayar sus temas musicales en un local que un hombre solitario les ha
ofrecido por muy poco dinero en un recinto abandonado. Al principio este grupo
de amigos verán con muy buenos ojos el poder ensayar sin molestar ni que les
molesten pero a medida que vamos avanzando en la historia estoy seguro que
desearían no haber aceptado la suculenta oferta.
Otra de las cosas que puedo resaltar de “La Huella del
Cazador” es que Juan Miguel no solo nos explica lo que le pasa a la banda, ya
que hay capítulos en los que volvemos al pasado para saber la historia de ese
hombre solitario y porque está allí.
También hay capítulos que nos mostrará lo que pasa fuera de
ese recinto, que ya os aseguro que no es nada bueno, todo lo contrario. Si el
grupo está en peligro en ese local no os quiero ni contar todos aquellos que
intentan adentrarse al bosque o que por obligación tienen que pasar por esos
caminos oscuros.
Solo tengo una pega en esta historia, y es la personalidad
de los componentes de la banda. Se que esto es un Rebro de poco más de 100
páginas y el autor no puede entretenerse en explicarnos demasiadas cosas, pero
a mí me hubiera gustado que los protagonistas tuvieran una personalidad más
diferenciable entre ellos.
Me han parecido algo planos, pero esto
es personal y sin duda no enturbia la historia, que en definitiva es la gran
protagonista.
Si a una buena historia de terror le añadimos ilustraciones
se acaba convirtiendo en una magnifica historia y esto es gracias a Elías
Santos. Ilustraciones muy bien acabadas en blanco y negro que nos muestran los
momentos más importantes o significativos de cada capítulo.
Además de realizar
una genial portada que transmite el terror que podemos encontrar entre sus
páginas. Enhorabuena por ese gran trabajo.
En definitiva Juan Miguel Fernandez crea una historia de
terror que disfrutaremos todos los amantes del género y si además eres fan de
las películas ochenteras todavía más.
Enhorabuena a Dissident Tales por este nuevo Rebro y a
lo que está por venir.
Todos los lectores del blog os aconsejo mucho tener en
cuenta esta joven editorial que está trayendo unos proyectos de lo más
interesantes.
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